Comunicados
Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Carta al Canciller Héctor Timerman con recomendaciones en política exterior y derechos humanos
CADAL le presentó al Canciller Timerman ocho recomendaciones en política exterior y derechos humanos, orientadas al cumplimiento del primero de los objetivos estratégicos establecidos en la política exterior de la República Argentina. Al respecto, se le señaló al Canciller argentino que las iniciativas están totalmente en sintonía con lo afirmado por él en un artículo que publicó el 23 de enero de 2004 en la revista Debate, de la cual era Director: “El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer un rol de liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por ejemplo, en la lucha contra la violación de los derechos humanos y en la solidaridad activa con quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos víctimas no debemos olvidar a las actuales víctimas”.
En una carta suscripta por Gabriel Salvia, presidente del Centro para la
Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), fueron presentadas al
Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la
República Argentina, ocho recomendaciones en política exterior y derechos
humanos, orientadas al cumplimiento del primero de los objetivos estratégicos
establecidos en la política exterior de la República Argentina, que aparecen
publicados oficialmente en www.mrecic.gov.ar
Estas propuestas se enmarcan en las actividades del Área Promoción
Internacional de los Derechos Humanos de CADAL, a través del proyecto Puente
Democrático, cuyo objetivo consiste en realizar acciones de solidaridad
internacional para apoyar los esfuerzos de los demócratas que viven en países
gobernados por dictaduras e incidir en la implementación de una política
exterior comprometida con los derechos humanos por parte de los países
latinoamericanos.
Entre los fundamentos del Proyecto Puente Democrático se destaca que países
como la Argentina, que han vivido bajo dictadura, necesitaron de la presión de
la comunidad democrática internacional para liberarse de la misma. Esas muestras
de solidaridad sirvieron tanto para denunciar los abusos como para reclamar por
el respeto a las libertades fundamentales y la apertura a la democracia. Por
eso, la Argentina tiene una obligación moral de ayudar a aquellas personas que
al día de hoy, en distintos lugares del mundo, viven bajo regímenes represivos
de las libertades democráticas fundamentales.
Salvia le señaló al Canciller Timerman que el Proyecto Puente Democrático de
CADAL está totalmente en sintonía con lo afirmado por él en un artículo que
publicó el 23 de enero de 2004 en la revista Debate, de la cual era Director:
“El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer un rol de
liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por ejemplo, en la lucha
contra la violación de los derechos humanos y en la solidaridad activa con
quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos víctimas no debemos olvidar a
las actuales víctimas” .
En consecuencia, desde el Proyecto Puente Democrático, CADAL le hizo llegar
al Canciller argentino las siguientes peticiones en materia de Política Exterior
y Derechos Humanos :
-Establecer la relación diplomática al rango de Encargado de Negocios en las
siguientes embajadas de la República Argentina: Arabia Saudita, Cuba, China,
Libia y Siria. Esta medida implica una señal crítica en términos diplomáticos,
por la situación interna de los derechos humanos en esos países, y se limitaría
a los casos mencionados pues en otras naciones gobernadas por dictaduras la
Argentina no tiene embajada.
-Implementar en las citadas sedes diplomáticas de la República Argentina
prácticas de diplomacia comprometida que brinden reconocimiento, apoyo y
protección a los activistas de derechos humanos y referentes democráticos en
esos países, incluyendo periodistas independientes y familiares de presos
políticos. Asimismo, se recomienda invitarlos a una recepción oficial en el día
de la Fiesta Nacional de la República Argentina (25 de mayo) y en el Día
Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), en el primer caso por
entender que las relaciones de un estado democrático incluyen a una muestra
representativa de otras sociedades y no exclusivamente a los funcionarios
gubernamentales.
-Capacitar a los diplomáticos de carrera en la historia y las prácticas de la
diplomacia comprometida, con el objetivo de que dichas acciones no estén
limitadas a excepcionales y heroicas muestras humanitarias, sino que formen
parte de una instrucción expresa para los funcionarios asignados en países en
los cuales la violación a los derechos humanos es la regla.
-Requerirle la adhesión al Pacto Global en Responsabilidad Social Empresaria
que impulsó Kofi Annan en 1999 a las empresas argentinas que realizan negocios
en algunos de los siguientes países: Arabia Saudita, Bielorrusia (Belarus),
Corea del Norte, Cuba, Chad, China, Eritrea, Guinea, Guinea Ecuatorial, Laos,
Libia, Myanmar (Burma), Siria, Somalia, Sudan, Turkmenistán y Uzbekistán. Entre
los principios del Pacto Global figuran, en primer lugar, los derechos humanos:
“En su ámbito de influencia, las empresas deben: 1) Apoyar y respetar la
protección de los derechos humanos reconocidos internacionalmente, y 2)
Asegurarse de no ser cómplices de abusos de esos derechos”. Este requerimiento
será una condición obligatoria para recibir apoyo oficial de los programas de la
Fundación Exportar.
-Publicitar el voto de la República Argentina en la elección de países
miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas,
incluyendo a sus autoridades.
-Informar en la Memoria detallada del estado de la Nación, las
recomendaciones realizadas por la República Argentina al tratarse en el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU el Examen Periódico Universal de los países más
cuestionados por prestigiosas organizaciones como Amnistía Internacional y Human
Rights Watch.
-Ampliar la posibilidad de presentar nominaciones al Premio de Derechos
Humanos Emilio F. Mignone a Organizaciones de la Sociedad Civil de la República
Argentina, legalmente reconocidas, y priorizar su otorgamiento a quienes se
encuentran en países donde las libertades democráticas se ven seriamente
afectadas.
-En cuanto al apoyo que varias dictaduras brindan al reclamo argentino de
soberanía en las Islas Malvinas, no condicionarlo a cambio del silencio frente a
las violaciones a los derechos humanos que se producen en esos países.
En el caso de Cuba, y aplicable también a los países que se mencionaron, el
titular de CADAL le solicitó que ponga en práctica sus convicciones, como
también lo había manifestado el Canciller en el mencionado artículo publicado en
la revista Debate: “Si este gobierno no desea convertir a los
derechos humanos en una política de Estado, al menos debería ser más solidario
con los familiares de los presos políticos. Por ejemplo, en relación a Cuba,
correspondería recibirlos, confortarlos y ser sus voceros frente al régimen
castrista. ¿De qué sirve celebrar nuestras fechas patrias en la embajada
argentina si en ellas están ausentes los disidentes? ¿Se puede aclamar la
libertad y la independencia, mientras los familiares miran desde afuera porque
no han sido invitados?”
Junto a la carta, Salvia aprovechó para adjuntarle al canciller tres
peticiones enviadas oportunamente y de las cuales la institución no recibió
respuesta formal de la Cancillería argentina: 1) Declaración solicitando el
Reconocimiento al Movimiento Cívico Cubano; 2) Declaración denunciando que “El
ejercicio de los derechos no puede ser delito”, en la cual destacados referentes
de los derechos humanos, como el Dr. Julio César Strassera, Graciela Fernández
Meijide, y Ricardo Gil Lavedra, entre otros, suscribieron este reclamo por la
liberación de TODOS los presos políticos en Cuba; y 3) Declaración de Apoyo a la
Libertad de Asociación y Expresión en Cuba (versiones 2009 y 2010). Además, se
le hizo entrega de los Documentos de CADAL “Política Exterior y Derechos
Humanos: La diplomacia comprometida”, que incluye los casos registrados en la
Argentina; y “Extraña alianza: relaciones cubano-argentinas en Ginebra,
1976-1983”, el cual reúne información categórica que lamentablemente es excluida
de la Memoria por el gobierno nacional y los organismos locales de derechos
humanos.
Finalmente, Salvia le expresó al Canciller que esperaba de las respectivas
direcciones y secretarías de su Ministerio que tuvieran la gentileza de
considerar estas peticiones y responder formalmente a las mismas, a diferencia
de lo sucedido con los pedidos presentados durante la gestión de su antecesor,
Jorge Taiana.
Clic
aquí para descargar una copia de la carta enviada
al Canciller Héctor Timerman en formato PDF (250kb)
Artículo de
Héctor Timerman publicado el 23 de enero de 2004 en la revista
Debate.
En una carta suscripta por Gabriel Salvia, presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), fueron presentadas al Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina, ocho recomendaciones en política exterior y derechos humanos, orientadas al cumplimiento del primero de los objetivos estratégicos establecidos en la política exterior de la República Argentina, que aparecen publicados oficialmente en www.mrecic.gov.ar
Estas propuestas se enmarcan en las actividades del Área Promoción Internacional de los Derechos Humanos de CADAL, a través del proyecto Puente Democrático, cuyo objetivo consiste en realizar acciones de solidaridad internacional para apoyar los esfuerzos de los demócratas que viven en países gobernados por dictaduras e incidir en la implementación de una política exterior comprometida con los derechos humanos por parte de los países latinoamericanos.
Entre los fundamentos del Proyecto Puente Democrático se destaca que países como la Argentina, que han vivido bajo dictadura, necesitaron de la presión de la comunidad democrática internacional para liberarse de la misma. Esas muestras de solidaridad sirvieron tanto para denunciar los abusos como para reclamar por el respeto a las libertades fundamentales y la apertura a la democracia. Por eso, la Argentina tiene una obligación moral de ayudar a aquellas personas que al día de hoy, en distintos lugares del mundo, viven bajo regímenes represivos de las libertades democráticas fundamentales.
Salvia le señaló al Canciller Timerman que el Proyecto Puente Democrático de CADAL está totalmente en sintonía con lo afirmado por él en un artículo que publicó el 23 de enero de 2004 en la revista Debate, de la cual era Director: “El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer un rol de liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por ejemplo, en la lucha contra la violación de los derechos humanos y en la solidaridad activa con quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos víctimas no debemos olvidar a las actuales víctimas” .
En consecuencia, desde el Proyecto Puente Democrático, CADAL le hizo llegar al Canciller argentino las siguientes peticiones en materia de Política Exterior y Derechos Humanos :
-Establecer la relación diplomática al rango de Encargado de Negocios en las siguientes embajadas de la República Argentina: Arabia Saudita, Cuba, China, Libia y Siria. Esta medida implica una señal crítica en términos diplomáticos, por la situación interna de los derechos humanos en esos países, y se limitaría a los casos mencionados pues en otras naciones gobernadas por dictaduras la Argentina no tiene embajada.
-Implementar en las citadas sedes diplomáticas de la República Argentina prácticas de diplomacia comprometida que brinden reconocimiento, apoyo y protección a los activistas de derechos humanos y referentes democráticos en esos países, incluyendo periodistas independientes y familiares de presos políticos. Asimismo, se recomienda invitarlos a una recepción oficial en el día de la Fiesta Nacional de la República Argentina (25 de mayo) y en el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), en el primer caso por entender que las relaciones de un estado democrático incluyen a una muestra representativa de otras sociedades y no exclusivamente a los funcionarios gubernamentales.
-Capacitar a los diplomáticos de carrera en la historia y las prácticas de la diplomacia comprometida, con el objetivo de que dichas acciones no estén limitadas a excepcionales y heroicas muestras humanitarias, sino que formen parte de una instrucción expresa para los funcionarios asignados en países en los cuales la violación a los derechos humanos es la regla.
-Requerirle la adhesión al Pacto Global en Responsabilidad Social Empresaria que impulsó Kofi Annan en 1999 a las empresas argentinas que realizan negocios en algunos de los siguientes países: Arabia Saudita, Bielorrusia (Belarus), Corea del Norte, Cuba, Chad, China, Eritrea, Guinea, Guinea Ecuatorial, Laos, Libia, Myanmar (Burma), Siria, Somalia, Sudan, Turkmenistán y Uzbekistán. Entre los principios del Pacto Global figuran, en primer lugar, los derechos humanos: “En su ámbito de influencia, las empresas deben: 1) Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos reconocidos internacionalmente, y 2) Asegurarse de no ser cómplices de abusos de esos derechos”. Este requerimiento será una condición obligatoria para recibir apoyo oficial de los programas de la Fundación Exportar.
-Publicitar el voto de la República Argentina en la elección de países miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, incluyendo a sus autoridades.
-Informar en la Memoria detallada del estado de la Nación, las recomendaciones realizadas por la República Argentina al tratarse en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el Examen Periódico Universal de los países más cuestionados por prestigiosas organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
-Ampliar la posibilidad de presentar nominaciones al Premio de Derechos Humanos Emilio F. Mignone a Organizaciones de la Sociedad Civil de la República Argentina, legalmente reconocidas, y priorizar su otorgamiento a quienes se encuentran en países donde las libertades democráticas se ven seriamente afectadas.
-En cuanto al apoyo que varias dictaduras brindan al reclamo argentino de soberanía en las Islas Malvinas, no condicionarlo a cambio del silencio frente a las violaciones a los derechos humanos que se producen en esos países.
En el caso de Cuba, y aplicable también a los países que se mencionaron, el titular de CADAL le solicitó que ponga en práctica sus convicciones, como también lo había manifestado el Canciller en el mencionado artículo publicado en la revista Debate: “Si este gobierno no desea convertir a los derechos humanos en una política de Estado, al menos debería ser más solidario con los familiares de los presos políticos. Por ejemplo, en relación a Cuba, correspondería recibirlos, confortarlos y ser sus voceros frente al régimen castrista. ¿De qué sirve celebrar nuestras fechas patrias en la embajada argentina si en ellas están ausentes los disidentes? ¿Se puede aclamar la libertad y la independencia, mientras los familiares miran desde afuera porque no han sido invitados?”
Junto a la carta, Salvia aprovechó para adjuntarle al canciller tres peticiones enviadas oportunamente y de las cuales la institución no recibió respuesta formal de la Cancillería argentina: 1) Declaración solicitando el Reconocimiento al Movimiento Cívico Cubano; 2) Declaración denunciando que “El ejercicio de los derechos no puede ser delito”, en la cual destacados referentes de los derechos humanos, como el Dr. Julio César Strassera, Graciela Fernández Meijide, y Ricardo Gil Lavedra, entre otros, suscribieron este reclamo por la liberación de TODOS los presos políticos en Cuba; y 3) Declaración de Apoyo a la Libertad de Asociación y Expresión en Cuba (versiones 2009 y 2010). Además, se le hizo entrega de los Documentos de CADAL “Política Exterior y Derechos Humanos: La diplomacia comprometida”, que incluye los casos registrados en la Argentina; y “Extraña alianza: relaciones cubano-argentinas en Ginebra, 1976-1983”, el cual reúne información categórica que lamentablemente es excluida de la Memoria por el gobierno nacional y los organismos locales de derechos humanos.
Finalmente, Salvia le expresó al Canciller que esperaba de las respectivas direcciones y secretarías de su Ministerio que tuvieran la gentileza de considerar estas peticiones y responder formalmente a las mismas, a diferencia de lo sucedido con los pedidos presentados durante la gestión de su antecesor, Jorge Taiana.
Clic aquí para descargar una copia de la carta enviada al Canciller Héctor Timerman en formato PDF (250kb)
Artículo de Héctor Timerman publicado el 23 de enero de 2004 en la revista Debate.