Comunicados
Análisis Sínico
Incorporación a la Red Internacional del Tíbet
Los miembros de la red están comprometidos con la no violencia como principio fundamental de la lucha tibetana. Consideran al Tíbet como un país ocupado y reconocen al gobierno tibetano en el exilio como el único gobierno legítimo del pueblo tibetano. Más allá de estos principios, la Red Internacional del Tíbet respeta la variedad de puntos de vista y opiniones de sus organizaciones miembro. Actualmente la red cuenta con más de 180 organizaciones miembro.
El pasado 23 de marzo de 2021, el Consejo de Administración de CADAL aprobó la incorporación de la organización a la International Tibet Network. La Red Internacional del Tíbet es una coalición global de organizaciones no gubernamentales que se unen con el propósito de maximizar la efectividad del movimiento mundial por el Tíbet. La Red trabaja para aumentar la capacidad de las organizaciones, desarrollar campañas estratégicas coordinadas y fomentar una mayor cooperación entre las organizaciones.
Los miembros de la red están comprometidos con la no violencia como principio fundamental de la lucha tibetana. Consideran al Tíbet como un país ocupado y reconocen al gobierno tibetano en el exilio como el único gobierno legítimo del pueblo tibetano. Más allá de estos principios, la Red Internacional del Tíbet respeta la variedad de puntos de vista y opiniones de sus organizaciones miembro. Actualmente la red cuenta con más de 180 organizaciones miembro.
China ha ocupado el Tíbet desde 1949, a través de una invasión ilegal a la que denomina "Liberación pacífica del Tíbet". Su objetivo ha sido asimilar el Tíbet en la China continental.
La asunción de Xi Jinping en 2012 no trajo cambios positivos en materia de derechos humanos, sino todo lo contrario. El gobierno chino ha sido cada vez más hostil hacia los defensores de los derechos humanos, desatando una dura represión contra la sociedad civil, especialmente en el Tíbet. En julio de 2015, estas políticas resultaron en la muerte en prisión del prominente líder budista tibetano, Tenzin Delek Rinpoche, quien había sido perseguido y encarcelado de por vida por cargos criminales inventados.
China no ha podido aplastar una nueva ola de disidencia que comenzó en 2008, durante los Juegos Olímpicos de Beijing. Las protestas pacíficas de 2008 se caracterizaron por la participación de jóvenes, muchos de los cuales portaban fotografías del Dalai Lama y pedían su regreso. A pesar de una brutal represión y la promesa de Xi Jinping de "luchar contra las actividades separatistas" y "destruir por completo cualquier intento de socavar la estabilidad en el Tíbet", las protestas continúan hoy, incluida una trágica ola de autoinmolaciones en la que la abrumadora mayoría de los manifestantes han perdido su vidas, pidiendo la libertad y el regreso del Dalai Lama.
Entre los antecedentes de solidaridad democrática internacional respecto a la situación de derechos humanos en el Tibet, CADAL mantuvo intercambios con colegas del Tíbet en las conferencias del Forum2000 en Praga y la del Movimiento Mundial para la Democracia, ha realizado varias publicaciones sobre el tema e impulsa en Argentina cada 10 de marzo la campaña “Una bandera por el Tíbet”. La posición de CADAL respecto al Tíbet fue uno de los motivos por los cuales China vetó su solicitud de estatus consultivo ante la ONU, junto a Cuba, Rusia y Venezuela.
El pasado 23 de marzo de 2021, el Consejo de Administración de CADAL aprobó la incorporación de la organización a la International Tibet Network. La Red Internacional del Tíbet es una coalición global de organizaciones no gubernamentales que se unen con el propósito de maximizar la efectividad del movimiento mundial por el Tíbet. La Red trabaja para aumentar la capacidad de las organizaciones, desarrollar campañas estratégicas coordinadas y fomentar una mayor cooperación entre las organizaciones.
Los miembros de la red están comprometidos con la no violencia como principio fundamental de la lucha tibetana. Consideran al Tíbet como un país ocupado y reconocen al gobierno tibetano en el exilio como el único gobierno legítimo del pueblo tibetano. Más allá de estos principios, la Red Internacional del Tíbet respeta la variedad de puntos de vista y opiniones de sus organizaciones miembro. Actualmente la red cuenta con más de 180 organizaciones miembro.
China ha ocupado el Tíbet desde 1949, a través de una invasión ilegal a la que denomina "Liberación pacífica del Tíbet". Su objetivo ha sido asimilar el Tíbet en la China continental.
La asunción de Xi Jinping en 2012 no trajo cambios positivos en materia de derechos humanos, sino todo lo contrario. El gobierno chino ha sido cada vez más hostil hacia los defensores de los derechos humanos, desatando una dura represión contra la sociedad civil, especialmente en el Tíbet. En julio de 2015, estas políticas resultaron en la muerte en prisión del prominente líder budista tibetano, Tenzin Delek Rinpoche, quien había sido perseguido y encarcelado de por vida por cargos criminales inventados.
China no ha podido aplastar una nueva ola de disidencia que comenzó en 2008, durante los Juegos Olímpicos de Beijing. Las protestas pacíficas de 2008 se caracterizaron por la participación de jóvenes, muchos de los cuales portaban fotografías del Dalai Lama y pedían su regreso. A pesar de una brutal represión y la promesa de Xi Jinping de "luchar contra las actividades separatistas" y "destruir por completo cualquier intento de socavar la estabilidad en el Tíbet", las protestas continúan hoy, incluida una trágica ola de autoinmolaciones en la que la abrumadora mayoría de los manifestantes han perdido su vidas, pidiendo la libertad y el regreso del Dalai Lama.
Entre los antecedentes de solidaridad democrática internacional respecto a la situación de derechos humanos en el Tibet, CADAL mantuvo intercambios con colegas del Tíbet en las conferencias del Forum2000 en Praga y la del Movimiento Mundial para la Democracia, ha realizado varias publicaciones sobre el tema e impulsa en Argentina cada 10 de marzo la campaña “Una bandera por el Tíbet”. La posición de CADAL respecto al Tíbet fue uno de los motivos por los cuales China vetó su solicitud de estatus consultivo ante la ONU, junto a Cuba, Rusia y Venezuela.