Artículos
Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

El impacto de las redes sociales y la diáspora digital en la movilización política en Haití
Algunos afirman que la parte más impresionante del impacto de las redes sociales en Haití fue la campaña de mensajes de texto de caridad que logró recaudar más de 10 millones de dólares para el alivio de las víctimas, “ser haitiano diaspórico es actuar y reaccionar por Haití y contra sus detractores”. Ahora, no cabe duda que gran parte de los problemas de la isla están intrínsecamente ligados a la corrupción, por lo que es menester hacer mención del caso Petrocaribe.
Por Diana Terán
La crisis en Haití ha obligado a aproximadamente el 20% de su población a huir del país caribeño para localizarse en República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Francia y algunos países de América Latina, formando una diáspora que juega un papel importante a la hora de brindar asistencia a Haití a través de medios económicos como las remesas o de estrategias de movilización por medio de las redes sociales.
De acuerdo a un estudio publicado por la Revista Interdisciplinar da Mobilidade Humana (REMHU), las movilidades negras contemporáneas como la haitiana se configuran y se diseñan a partir de las tecnologías de información y de comunicación (TIC), de los canales de YouTube, de las redes sociales como Facebook, Whatsapp, Tik-Tok y de las plataformas digitales que forman parte del modo de constituir los nuevos espacios y sujetos diaspóricos; la inestabilidad política, la pobreza, la violencia de las pandillas y factores como la vulnerabilidad de Haití orillaron a alrededor de 2 millones de haitianos a emigrar, y como destaca el United States Institute of Peace (USIP) “los haitianos que viven en el extranjero nunca ocultan su cariño por su patria y buscan constantemente maneras de ayudar.”
El creciente auge de las redes sociales ha sido aprovechado por los mismos para promover la asistencia que aquellos que aún permanecen en su territorio necesitan, así como para difundir la realidad de lo que atraviesan día a día. Desde el terremoto del 2010 esto se hizo evidente con respecto al impacto positivo que las redes representan, a través de la conmoción y respuesta internacional obtenida por la difusión de imágenes e información de las consecuencias devastadoras que había dejado el terremoto en el país, aunado a que tras este desastre, dichas redes sociales tales como BlackBerry Messenger y Twitter fueron cruciales para la comunicación, según los informes de Pew Research Center y Mashable.
Algunos afirman que la parte más impresionante del impacto de las redes sociales en Haití fue la campaña de mensajes de texto de caridad que logró recaudar más de 10 millones de dólares para el alivio de las víctimas, “ser haitiano diaspórico es actuar y reaccionar por Haití y contra sus detractores”. A través de la plataforma de X (antiguamente Twitter) el elemento Hashtag #FreeHaiti, ha sido compartido y popularizado por haitianos y celebridades reconocidas internacionalmente, logrando llamar la atención sobre la crisis política de Haití.
Ahora, no cabe duda que gran parte de los problemas de la isla están intrínsecamente ligados a la corrupción, por lo que es menester hacer mención del caso Petrocaribe, que era básicamente, una alianza entre algunos países caribeños y centroamericanos, la cual tuvo como finalidad obtener petróleo a precios preferenciales con plazos de pago que abarcan varias décadas; este ha sido probablemente uno de los más resonados por no decir que el mayor escándalo de corrupción de la isla, especialmente porque desató una respuesta masiva en las redes sociales iniciada por un miembro de la diáspora llamado Gilbert Mirambeau Jr., un activista del mundo de las artes localizado en Canadá, siendo su publicación el factor detonante de la movilización política en Haití conocida como Petrocaribe Challenge, la cual logró aumentar el número de convocatorias de manifestaciones motivadas originalmente con la intención de mantener la presión para llevar a juicio el caso Petrocaribe.
Cuando este cineasta y activista haitiano publicó en su cuenta de Twitter una foto suya con los ojos vendados, sosteniendo en sus manos un cartón con la siguiente frase: «Kot Kòb Petwo Karibe A???» (¿Dónde está el dinero de Petrocaribe?) comenzó sin intención el movimiento contra la corrupción en Haití desde el exterior, y así la iniciativa del cineasta tuvo eco en distintos activistas e influencers en el exilio como el rapero y activista Valckensy Dessin, aka K-lib, quien se unió como uno de los precursores de dicho movimiento a través de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, al igual que la activista Velina Elysee y muchos más. Especialmente, influyó en la población más joven de Haití que se movilizó a popularizar el #PetroCaribeChallenge hasta que se lograron las movilizaciones presenciales.
En ocasiones se ha hablado de la necesidad de que la diáspora haitiana aborde un papel en el que se promuevan nuevas iniciativas a largo plazo que ataquen los principales problemas políticos y sociales de Haití, como se menciona en el informe del USIP de julio de 2024, que destaca la necesidad de que la diáspora utilice redes comunitarias y políticas para apoyar a Haití; y como progreso de ello, este año se promovió el Congreso Patriótico para la Reorganización de Haití (PCRH), el cual tiene como objetivo unir a académicos haitianos y líderes de organizaciones de la sociedad civil, tanto de Haití como de la diáspora, para analizar la crisis y proponer reformas en seguridad pública, gobernanza y desarrollo económico.
The Haitian Times en mayo de 2022 listó a 15 haitianos influyentes en redes sociales, tales como Kervens Loiseau (Kervo Dolo) con 8.9 millones de seguidores en TikTok, la mayoría de estos miembros de la diáspora son conocidos por skits que retratan y tocan temas culturales haitianos, generando una presencia haitiana positiva en cada espacio digital que puede ser aprovechada para el llamado a la comunidad internacional, mediante las circulaciones artísticas, religiosas y musicales, expresando sus diversas manifestaciones de sus lugares de origen y tránsito; por lo que en este mismo orden de ideas, estos actores contribuyen e influyen en las formas culturales negras en las Américas, al igual que aportan un valor positivo a la diáspora digital haitiana debido al alcance que tienen algunos y a la manera en la que esto puede ser utilizado para continuar en la labor de apoyo en la crisis que atraviesa Haití desde el 2021, así como lo han venido haciendo desde el auge de las redes sociales.
Diana TeránEstudió Relaciones Internacionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y realizó una pasantía en El Nacional. Es pasante internacional de CADAL.
La crisis en Haití ha obligado a aproximadamente el 20% de su población a huir del país caribeño para localizarse en República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Francia y algunos países de América Latina, formando una diáspora que juega un papel importante a la hora de brindar asistencia a Haití a través de medios económicos como las remesas o de estrategias de movilización por medio de las redes sociales.
De acuerdo a un estudio publicado por la Revista Interdisciplinar da Mobilidade Humana (REMHU), las movilidades negras contemporáneas como la haitiana se configuran y se diseñan a partir de las tecnologías de información y de comunicación (TIC), de los canales de YouTube, de las redes sociales como Facebook, Whatsapp, Tik-Tok y de las plataformas digitales que forman parte del modo de constituir los nuevos espacios y sujetos diaspóricos; la inestabilidad política, la pobreza, la violencia de las pandillas y factores como la vulnerabilidad de Haití orillaron a alrededor de 2 millones de haitianos a emigrar, y como destaca el United States Institute of Peace (USIP) “los haitianos que viven en el extranjero nunca ocultan su cariño por su patria y buscan constantemente maneras de ayudar.”
El creciente auge de las redes sociales ha sido aprovechado por los mismos para promover la asistencia que aquellos que aún permanecen en su territorio necesitan, así como para difundir la realidad de lo que atraviesan día a día. Desde el terremoto del 2010 esto se hizo evidente con respecto al impacto positivo que las redes representan, a través de la conmoción y respuesta internacional obtenida por la difusión de imágenes e información de las consecuencias devastadoras que había dejado el terremoto en el país, aunado a que tras este desastre, dichas redes sociales tales como BlackBerry Messenger y Twitter fueron cruciales para la comunicación, según los informes de Pew Research Center y Mashable.
Algunos afirman que la parte más impresionante del impacto de las redes sociales en Haití fue la campaña de mensajes de texto de caridad que logró recaudar más de 10 millones de dólares para el alivio de las víctimas, “ser haitiano diaspórico es actuar y reaccionar por Haití y contra sus detractores”. A través de la plataforma de X (antiguamente Twitter) el elemento Hashtag #FreeHaiti, ha sido compartido y popularizado por haitianos y celebridades reconocidas internacionalmente, logrando llamar la atención sobre la crisis política de Haití.
Ahora, no cabe duda que gran parte de los problemas de la isla están intrínsecamente ligados a la corrupción, por lo que es menester hacer mención del caso Petrocaribe, que era básicamente, una alianza entre algunos países caribeños y centroamericanos, la cual tuvo como finalidad obtener petróleo a precios preferenciales con plazos de pago que abarcan varias décadas; este ha sido probablemente uno de los más resonados por no decir que el mayor escándalo de corrupción de la isla, especialmente porque desató una respuesta masiva en las redes sociales iniciada por un miembro de la diáspora llamado Gilbert Mirambeau Jr., un activista del mundo de las artes localizado en Canadá, siendo su publicación el factor detonante de la movilización política en Haití conocida como Petrocaribe Challenge, la cual logró aumentar el número de convocatorias de manifestaciones motivadas originalmente con la intención de mantener la presión para llevar a juicio el caso Petrocaribe.
Cuando este cineasta y activista haitiano publicó en su cuenta de Twitter una foto suya con los ojos vendados, sosteniendo en sus manos un cartón con la siguiente frase: «Kot Kòb Petwo Karibe A???» (¿Dónde está el dinero de Petrocaribe?) comenzó sin intención el movimiento contra la corrupción en Haití desde el exterior, y así la iniciativa del cineasta tuvo eco en distintos activistas e influencers en el exilio como el rapero y activista Valckensy Dessin, aka K-lib, quien se unió como uno de los precursores de dicho movimiento a través de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, al igual que la activista Velina Elysee y muchos más. Especialmente, influyó en la población más joven de Haití que se movilizó a popularizar el #PetroCaribeChallenge hasta que se lograron las movilizaciones presenciales.
En ocasiones se ha hablado de la necesidad de que la diáspora haitiana aborde un papel en el que se promuevan nuevas iniciativas a largo plazo que ataquen los principales problemas políticos y sociales de Haití, como se menciona en el informe del USIP de julio de 2024, que destaca la necesidad de que la diáspora utilice redes comunitarias y políticas para apoyar a Haití; y como progreso de ello, este año se promovió el Congreso Patriótico para la Reorganización de Haití (PCRH), el cual tiene como objetivo unir a académicos haitianos y líderes de organizaciones de la sociedad civil, tanto de Haití como de la diáspora, para analizar la crisis y proponer reformas en seguridad pública, gobernanza y desarrollo económico.
The Haitian Times en mayo de 2022 listó a 15 haitianos influyentes en redes sociales, tales como Kervens Loiseau (Kervo Dolo) con 8.9 millones de seguidores en TikTok, la mayoría de estos miembros de la diáspora son conocidos por skits que retratan y tocan temas culturales haitianos, generando una presencia haitiana positiva en cada espacio digital que puede ser aprovechada para el llamado a la comunidad internacional, mediante las circulaciones artísticas, religiosas y musicales, expresando sus diversas manifestaciones de sus lugares de origen y tránsito; por lo que en este mismo orden de ideas, estos actores contribuyen e influyen en las formas culturales negras en las Américas, al igual que aportan un valor positivo a la diáspora digital haitiana debido al alcance que tienen algunos y a la manera en la que esto puede ser utilizado para continuar en la labor de apoyo en la crisis que atraviesa Haití desde el 2021, así como lo han venido haciendo desde el auge de las redes sociales.
