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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

20-06-2025

Mujeres haitianas: Agentes de cambio en la reconstrucción de la gobernanza local

Aunque no estén en el foco de atención de la crisis que lleva años atravesando el Estado caribeño, diversos espacios y organizaciones se han mantenido a lo largo del tiempo trabajando para que la mujer haitiana sea el agente de cambio necesario. La resiliencia de estas mujeres es lo que ha trascendido en la historia de Haití, a pesar de los problemas sistémicos arraigados a los que se enfrentan en todas las áreas de sus vidas.
Por Diana Terán

“Las mujeres haitianas han desempeñado históricamente papeles centrales en la defensa y el liderazgo comunitario, incluidos los esfuerzos para combatir la violencia de pandillas y apoyar a las sobrevivientes de la violencia de género”, tal como destaca Joshua Stacey en su análisis para ARK International. Este artículo pretende mantener un enfoque positivo, resaltando la labor de las mujeres haitianas en la crisis local. Sin embargo, es esencial señalar la condición y posición en la que llevan a cabo su trabajo y aspiraciones para comprender la importancia de superar el contexto actual a través de lo que Emilia Reyes denomina "soluciones económicas feministas y decoloniales", lo que podría ofrecer una esperanza en la crisis de Haití. En este mismo orden de ideas, y en relación con los objetivos de estas mujeres en la gobernanza local, es crucial resaltar el concepto de posición, que muestra la ubicación de las mujeres en la estructura de poder predominante en la sociedad haitiana, mientras que por condición se entienden las circunstancias materiales en que viven y se desarrollan, según lo establecido por el Instituto Nacional de las Mujeres.

Entre los desplazamientos forzados provocados por la crisis interna en Haití, el 54% corresponde a mujeres y niñas, según estimaciones de ONU Mujeres. Su reciente Evaluación Rápida de Género revela que los campamentos improvisados, a menudo construidos con lonas plásticas y madera sobre pisos de tierra, carecen de necesidades humanas básicas, exponiendo particularmente a mujeres y niñas al riesgo de sufrir violencia sexual y de género. Al hablar de violencia, es necesario también mencionar la violencia económica que padecen las mujeres haitianas. De acuerdo con el informe de OXFAM de 2022, "Las desigualdades matan", y esta realidad se refleja con gran fuerza en el caso haitiano, especialmente para las mujeres, quienes suelen encontrarse en una condición de privación económica. Por ejemplo, la encuesta realizada por ONU Mujeres en 2024 reveló que más del 88% de las mujeres entrevistadas en los campamentos carecen de cualquier fuente de ingresos. En consecuencia, más del 10% afirmó haber recurrido o considerado el trabajo sexual o la prostitución para satisfacer sus necesidades al menos una vez, y otro 20% conocía al menos a una persona que lo había hecho.

El caso de las mujeres haitianas es importante estudiarlo dentro de los parámetros de la interseccionalidad, un enfoque analítico que, de acuerdo con la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), explica que las personas viven identidades múltiples, formadas por varias capas derivadas de las relaciones sociales, la historia y la operación de las estructuras de poder. Es decir, la posición de las mujeres en Haití se ve condicionada por un conjunto variado de identidades que se combinan para perpetuar y acentuar aún más las desigualdades en ellas, por encontrarse en la periferia, por la colonización y por la desigualdad económica que mantiene la pobreza. Este sistema debe comenzar a reconfigurarse a través del posicionamiento de mujeres en puestos de liderazgo. El panorama actual de Haití presenta muchas divergencias, por no decir que es negativo. Por ejemplo, solo el 2% de las mujeres encuestadas afirma tener un papel de liderazgo en la gestión de los lugares de desplazamiento. Sin embargo, se han ido integrando para liderar otros sectores, como escuelas comunitarias, creación de huertos comunitarios y comités de mediación comunitaria, lo que dibuja un panorama de optimismo en un Haití donde las mujeres pueden ser la voz y la solución a las aristas de la crisis desde la raíz.

De acuerdo con Selena Pizarro, este sistema es heredado y por ello es tan importante que las mujeres haitianas estén resquebrajando dicha estructura. En 2023, varias organizaciones se unieron para crear la Alianza de Plataformas y Redes de Organizaciones de Mujeres para la Promoción de la Participación Política y el Liderazgo Femenino. Sus resultados se están materializando a través del reclutamiento de mujeres en las oficinas electorales comunales (OEC) y departamentales (OED), un paso adelante para garantizar una mayor igualdad e inclusión en el proceso electoral haitiano, que ciertamente es uno de los principales problemas con respecto a la desigualdad de género en el Estado caribeño. Está bien documentado que la igualdad de género es el indicador más fuerte de paz, de ahí la importancia de la participación de estas mujeres en la gobernanza local de Haití. En 2023, la FENAFEMH (Federación Nacional de Alcaldes de Haití) presentó en Puerto Príncipe el documento “Agenda Política de las Mujeres”, enfocado en: 1) Contribuir a la movilización de las mujeres líderes y a la participación política de las mujeres en el proceso electoral; y 2) Promover y mejorar la participación política de las mujeres en Haití, facilitando objetivos de desarrollo favorables a la reducción de las desigualdades de género;  contribuyendo así a que desde un nivel municipal se responda mejor a los problemas que afrontan las comunidades más afectadas. A su vez, en 2024, el primer ministro Garry Conille anunció un gabinete en el que cuatro de los dieciocho ministros son mujeres, una noticia positiva, aunque insuficiente para las mujeres haitianas.

Más allá de estos proyectos e iniciativas gubernamentales, es necesario resaltar el papel histórico de las organizaciones en Haití en su trabajo contra la violencia de género y la defensa de los derechos de las mujeres, que a menudo carecen de visibilidad o han disminuido en relevancia después del terremoto de 2010. "Las mujeres estamos aquí" o Fanm Yo La (nombre en criollo haitiano) es un colectivo feminista encargado de promover los derechos civiles y políticos de las mujeres, en un esfuerzo por asegurarles un papel más activo en la política y en los procesos de toma de decisiones. También se puede mencionar a Kay Fanm, un centro de alojamiento, apoyo y defensa con sede en Puerto Príncipe, cuya dirigente Magalie Marcelin, junto a Myriam Merlet, dirigente de EnfoFanm, y Anne Marie Coriolan, la instigadora de la SOFA (Solidaridad de Mujeres Haitianas), fallecieron en el terremoto. Este punto de inflexión en la historia de tragedias que han azotado al país representó un gran giro a su vez para el feminismo y las organizaciones establecidas en Haití. Sin embargo, el desenlace sirvió para demostrar una vez más que las mujeres asumen un rol protagónico en la recuperación tras un desastre natural, como señala María Noel Vaeza de ONU Mujeres. Las feministas haitianas, en marzo de 2010, crearon una estructura móvil de atención psicológica con miras a acoger a mujeres en refugios provisionales y, como iniciativa, apoyaron el relanzamiento de actividades generadoras de ingresos junto con otras mujeres, así lo afirma Sabine Lamour en su análisis sobre cómo las mujeres haitianas sacuden el mundo político, desempeñando el mismo papel tras el terremoto de 2021.

Aunque no estén en el foco de atención de la crisis que lleva años atravesando el Estado caribeño, diversos espacios y organizaciones se han mantenido a lo largo del tiempo trabajando para que la mujer haitiana sea el agente de cambio necesario. La resiliencia de estas mujeres es lo que ha trascendido en la historia de Haití, a pesar de los problemas sistémicos arraigados a los que se enfrentan en todas las áreas de sus vidas. Por ello, mejorar la condición en la que se encuentran dependerá de su constante avance en la consolidación de su posición de líderes, desde espacios comunitarios hasta la toma de decisiones para el reestructuramiento necesario del país.

Diana Terán
Diana Terán
Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y realizó una pasantía en El Nacional. Es pasante internacional de CADAL.
 
 
 

 
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