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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

Un premio en defensa de la democracia
Además de reconocer la valentía de una mujer enfrentando a una dictadura que ejerce el terrorismo de Estado, que tiene en sus cárceles a más de mil presos políticos y forzó al exilio a más de ocho millones de personas, el comunicado del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado alerta sobre el ascenso global del autoritarismo y hace una defensa de la democracia como derecho humano universal y fomento de la paz mundial.
Por Gabriel C. Salvia
María Corina Machado en la sede de CADAL, el 4 de octubre de 2013, durante la conferencia "Venezuela: ¿Una neo-dictadura con fachada democrática?"
El Comité Noruego del Nobel decidió este 10 de octubre otorgar el Premio Nobel de la Paz 2025 a la referente democrática venezolana María Corina Machado, considerando que cumple con los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel para la selección de un Premio Nobel de la Paz: ha cohesionado a la oposición de su país; nunca ha flaqueado en su resistencia a la militarización de la sociedad venezolana; y ha apoyado firmemente una transición pacífica a la democracia.
La Nobel de la Paz 2025 lleva más de veinte años trabajando en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, tanto desde la sociedad civil como en la política partidaria, habiendo alertado sobre la erosión del estado de derecho en los tiempos de Hugo Chávez hasta convertirse en principal referente política de su país, desafiando de manera pacífica la consolidación de un régimen autoritario por parte de Nicolás Maduro.
El comunicado del Comité del Premio Nobel recuerda que “Antes de las elecciones de 2024, la Sra. Machado era la candidata presidencial de la oposición, pero el régimen bloqueó su candidatura. Posteriormente, apoyó al representante de otro partido, Edmundo González Urrutia, en las elecciones. Cientos de miles de voluntarios, independientemente de sus afiliaciones políticas, se movilizaron. Recibieron capacitación como observadores electorales para garantizar unas elecciones transparentes y justas. A pesar del riesgo de acoso, arresto y tortura, ciudadanos de todo el país vigilaron los colegios electorales. Se aseguraron de que los recuentos finales se documentaran antes de que el régimen pudiera destruir las papeletas y mentir sobre los resultados”.
Además de reconocer la valentía de una mujer enfrentando a una dictadura que ejerce el terrorismo de Estado, que tiene en sus cárceles a más de mil presos políticos y forzó al exilio a más de ocho millones de personas, el comunicado del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado alerta sobre el ascenso global del autoritarismo y hace una defensa de la democracia como derecho humano universal y fomento de la paz mundial.
De esta manera, el Premio a Machado se convierte también en una condena a todas las dictaduras cuando expresa: “La democracia es un prerrequisito para una paz duradera. Sin embargo, vivimos en un mundo donde la democracia está en retroceso, donde cada vez más regímenes autoritarios desafían las normas y recurren a la violencia. El férreo control del poder por parte del régimen venezolano y su represión de la población no son únicos en el mundo”.
El Nobel de la Paz a María Corina Machado es, además, un llamado de atención a las democracias, en especial las de América Latina, cuyos líderes adoptan actitudes complacientes tanto frente a gobiernos que, como en Venezuela, erosionan gradualmente el estado de derecho hasta convertirse en una dictadura, como ante autocracias de diverso signo político que violan expresamente el artículo 21 inciso 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.
Gabriel C. SalviaDirector GeneralActivista de derechos humanos enfocado en la solidaridad democrática internacional. En 2024 recibió el Premio Gratias Agit del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa. Es autor de los libros "Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional" (2024) y "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). Además, compiló varios libros, entre ellos "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021), "Desafíos para el fortalecimiento democrático en la Argentina" (2015), "Un balance político a 30 años del retorno a la democracia en Argentina" (2013) y "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), Sus columnas de opinión han sido publicadas en varios medios en español. Actualmente publica en Clarín, Perfil, Infobae y La Nación, de Argentina. Ha participado en eventos internacionales en América Latina, África, Asia, Europa, los Balcanes y en Estados Unidos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista, trabajó entre 1992 y 1997 en gráfica, radio y TV especializado en temas parlamentarios, políticos y económicos, y posteriormente contribuyó con entrevistas en La Nación y Perfil.
María Corina Machado en la sede de CADAL, el 4 de octubre de 2013, durante la conferencia "Venezuela: ¿Una neo-dictadura con fachada democrática?"
El Comité Noruego del Nobel decidió este 10 de octubre otorgar el Premio Nobel de la Paz 2025 a la referente democrática venezolana María Corina Machado, considerando que cumple con los tres criterios establecidos en el testamento de Alfred Nobel para la selección de un Premio Nobel de la Paz: ha cohesionado a la oposición de su país; nunca ha flaqueado en su resistencia a la militarización de la sociedad venezolana; y ha apoyado firmemente una transición pacífica a la democracia.
La Nobel de la Paz 2025 lleva más de veinte años trabajando en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, tanto desde la sociedad civil como en la política partidaria, habiendo alertado sobre la erosión del estado de derecho en los tiempos de Hugo Chávez hasta convertirse en principal referente política de su país, desafiando de manera pacífica la consolidación de un régimen autoritario por parte de Nicolás Maduro.
El comunicado del Comité del Premio Nobel recuerda que “Antes de las elecciones de 2024, la Sra. Machado era la candidata presidencial de la oposición, pero el régimen bloqueó su candidatura. Posteriormente, apoyó al representante de otro partido, Edmundo González Urrutia, en las elecciones. Cientos de miles de voluntarios, independientemente de sus afiliaciones políticas, se movilizaron. Recibieron capacitación como observadores electorales para garantizar unas elecciones transparentes y justas. A pesar del riesgo de acoso, arresto y tortura, ciudadanos de todo el país vigilaron los colegios electorales. Se aseguraron de que los recuentos finales se documentaran antes de que el régimen pudiera destruir las papeletas y mentir sobre los resultados”.
Además de reconocer la valentía de una mujer enfrentando a una dictadura que ejerce el terrorismo de Estado, que tiene en sus cárceles a más de mil presos políticos y forzó al exilio a más de ocho millones de personas, el comunicado del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado alerta sobre el ascenso global del autoritarismo y hace una defensa de la democracia como derecho humano universal y fomento de la paz mundial.
De esta manera, el Premio a Machado se convierte también en una condena a todas las dictaduras cuando expresa: “La democracia es un prerrequisito para una paz duradera. Sin embargo, vivimos en un mundo donde la democracia está en retroceso, donde cada vez más regímenes autoritarios desafían las normas y recurren a la violencia. El férreo control del poder por parte del régimen venezolano y su represión de la población no son únicos en el mundo”.
El Nobel de la Paz a María Corina Machado es, además, un llamado de atención a las democracias, en especial las de América Latina, cuyos líderes adoptan actitudes complacientes tanto frente a gobiernos que, como en Venezuela, erosionan gradualmente el estado de derecho hasta convertirse en una dictadura, como ante autocracias de diverso signo político que violan expresamente el artículo 21 inciso 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.
