Historia de la crisis argentina
- Por Mauricio Rojas
La asunción de Nicanor Duarte Frutos como presidente de Paraguay parece cerrar uno de los procesos mas críticos de la historia contemporánea paraguaya y sin duda el mas caótico desde la recuperación de la democracia en 1989. La llegada de Nicanor -como se le conoce popularmente- al Palacio de López, ha reavivado las esperanzas de estabilidad institucional, de reforma del sistema político y de reactivación económica en el pueblo paraguayo. Sin embargo, el camino hacia cristalización de dichas esperanzas esta plagado de obstáculos, algunos de los cuales hunden sus raíces desde hace décadas en la política del país.
A treinta años del golpe, Chile goza de una sólida democracia y de una pujante economía. En lo macroeconómico, y quizás también en lo social, ha sido el país latinoamericano más exitoso de los últimos 20 años. No casualmente, entonces, la gobernante Concertación chilena sea una de las pocas fuerzas políticas de la región (junto con Arena en El Salvador) que ha logrado tres mandatos populares consecutivos. El presidente Lagos, socialista como Allende, conduce un país seguro, orgulloso y respetado, que participa activamente del sistema internacional, se inserta agresivamente en la globalización económica y -descartando vetustas ideas proteccionistas, dependentistas, cepalinas y modernos discursos globalofóbicos- decide nada más y nada menos que firmar un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
La mayoría de los políticos, y una gran parte del periodismo argentino, al demostrar su fervor castrista se convirtieron en cómplices de las injustificadas condenas a opositores pacíficos en Cuba y de las recientes ejecuciones a penas de muerte en ese país.
Al cumplirse un año de la presentación de dicha iniciativa consistente en 11.020 firmas, de las 10 requeridas por la constitución socialista vigente, el gobierno cubano respondió primero con una parodia de referéndum que declara al sistema político de Cuba como inamovible y, posteriormente, con una ola de detenciones masivas a opositores pacíficos.
Al cumplirse veinte años desde el retorno a la democracia en 1983, la política en la Argentina sigue en su adolescencia y no llega a un nivel de madurez que se caracteriza por la estabilidad institucional, la seriedad macroeconómica y la inserción internacional.
No es infrecuente en América Latina la paradoja del "Progresismo Regresivo", esto es, la existencia de sectores retóricamente progresistas que defienden políticas inequitativas y situaciones de privilegio. Algunas de las principales iniciativas tanto de Lula como de Kirchner están experimentando en carne propia los rigores de este fenómeno, amenazadas por los sindicatos de empleados públicos.
Después de varias décadas de economía cerrada y sustitución de importaciones, América Latina se convirtió, hacia los ’70, en un actor marginal del comercio internacional. Frente a esta realidad, los países han tomado diferentes estrategias de política comercial exterior, las cuales han dado, en consecuencia, diferentes resultados. Los hechos presentados en el artículo parecerían verificar el éxito relativo de los proyectos de apertura más profundos y radicales.
Las primeras elecciones presidenciales posteriores a la caída de Fernando De la Rúa, la devaluación, el default y la agudísima crisis económica de 2001-2002 fueron, como era de esperar, muy diferentes a las anteriores. La golpeada ciudadanía argentina, y también su clase política, se comportaron de forma tal de convertir el tradicional bipartidismo presidencial en una carrera de 5 fuerzas significativas y más de una decena de pequeñas agrupaciones. ¿Qué ocurrió?
Hay que remarcar que la principal debilidad de la democracia argentina es el círculo vicioso establecido por los políticos tradicionales, quienes basan una parte importante de su caudal electoral en el clientelismo político
Ahora, la extensa y remanente dictadura de América Latina “sorprende” nuevamente a la opinión pública mundial al fusilar a tres de sus ciudadanos que habían secuestrado una embarcación turística con el propósito de fugarse a los Estados Unidos. De esta manera, el régimen cubano detuvo, condenó y fusiló a estas personas en menos de diez días, lo cual evidencia la inexistencia de un sistema judicial en ese país.
La guerra está funcionando como un muro informativo bloqueando que la mayoría de la humanidad se entere de que en Cuba se encarcelaron alrededor de un centenar de disidentes. Así lo había previsto Fidel, que lleva ya cinco décadas utilizando con provecho las rutinas informativas del periodismo internacional.
Fidel Castro fue un buen amigo de la dictadura militar argentina y sus gestiones fueron decisivas para impedir la condena a nuestro país en las Naciones Unidas por violación a los derechos humanos.
La prensa independiente, y los disidentes informan que existe una gran movilización de las fuerzas de seguridad en las calles y que la policía secreta, que va siempre de civil, está usando un chaleco negro identificatorio.
Las primeras bombas de la guerra cayeron en Cuba y las tiró Fidel. Desde el martes al mediodía, la dictadura cubana comenzó el encarcelamiento masivo de militantes y periodistas de la emergente sociedad civil cubana.
Recientemente, surgió una iniciativa en el ámbito de las Relaciones Parlamentarias Internacionales del Congreso de la Nación Argentina, por la cual se conformaron Grupos de Amistad con varios países integrados por legisladores nacionales. Hasta ahora hay doce grupos conformados
Los regímenes totalitarios se caracterizan por disponer totalmente de la vida de las personas, siendo los habitantes de los países donde se establecen estos tenebrosos regímenes un medio para los fines de los dictadores. De esta manera, la libertad de acción y la posibilidad de disponer de pertenencias propias, es nula en un sistema totalitario.
Patricio Aylwin y Eduardo Frei, dos ex presidentes de Chile, firmaron recientemente su adhesión a la nominación de Oswaldo Payá Sardiñas al Premio Nobel de la Paz, sumándose así a la iniciativa del presidente de la República Checa Vaclav Havel
La asunción de Nicanor Duarte Frutos como presidente de Paraguay parece cerrar uno de los procesos mas críticos de la historia contemporánea paraguaya y sin duda el mas caótico desde la recuperación de la democracia en 1989. La llegada de Nicanor -como se le conoce popularmente- al Palacio de López, ha reavivado las esperanzas de estabilidad institucional, de reforma del sistema político y de reactivación económica en el pueblo paraguayo. Sin embargo, el camino hacia cristalización de dichas esperanzas esta plagado de obstáculos, algunos de los cuales hunden sus raíces desde hace décadas en la política del país.
A treinta años del golpe, Chile goza de una sólida democracia y de una pujante economía. En lo macroeconómico, y quizás también en lo social, ha sido el país latinoamericano más exitoso de los últimos 20 años. No casualmente, entonces, la gobernante Concertación chilena sea una de las pocas fuerzas políticas de la región (junto con Arena en El Salvador) que ha logrado tres mandatos populares consecutivos. El presidente Lagos, socialista como Allende, conduce un país seguro, orgulloso y respetado, que participa activamente del sistema internacional, se inserta agresivamente en la globalización económica y -descartando vetustas ideas proteccionistas, dependentistas, cepalinas y modernos discursos globalofóbicos- decide nada más y nada menos que firmar un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
La mayoría de los políticos, y una gran parte del periodismo argentino, al demostrar su fervor castrista se convirtieron en cómplices de las injustificadas condenas a opositores pacíficos en Cuba y de las recientes ejecuciones a penas de muerte en ese país.
Al cumplirse un año de la presentación de dicha iniciativa consistente en 11.020 firmas, de las 10 requeridas por la constitución socialista vigente, el gobierno cubano respondió primero con una parodia de referéndum que declara al sistema político de Cuba como inamovible y, posteriormente, con una ola de detenciones masivas a opositores pacíficos.
Al cumplirse veinte años desde el retorno a la democracia en 1983, la política en la Argentina sigue en su adolescencia y no llega a un nivel de madurez que se caracteriza por la estabilidad institucional, la seriedad macroeconómica y la inserción internacional.
No es infrecuente en América Latina la paradoja del "Progresismo Regresivo", esto es, la existencia de sectores retóricamente progresistas que defienden políticas inequitativas y situaciones de privilegio. Algunas de las principales iniciativas tanto de Lula como de Kirchner están experimentando en carne propia los rigores de este fenómeno, amenazadas por los sindicatos de empleados públicos.
El gobierno cubano ha impactado en marzo y abril del 2003 el escenario internacional hasta casi convertirse en la segunda noticia, después de la guerra de Irak. El régimen de Fidel Castro aprovechó la ‘distracción’ mundial para arremeter contra decenas de militantes de la sociedad civil cubana, que pacífica y democráticamente iban ganando espacio en el interior y en el exterior de la isla. El 18 de marzo inició la detención de alrededor de ochenta personas, entre las que había 28 periodistas independientes, y alrededor de cincuenta promotores del denominado Proyecto Varela, coordinado por el disidente Osvaldo Payá.
Después de varias décadas de economía cerrada y sustitución de importaciones, América Latina se convirtió, hacia los ’70, en un actor marginal del comercio internacional. Frente a esta realidad, los países han tomado diferentes estrategias de política comercial exterior, las cuales han dado, en consecuencia, diferentes resultados. Los hechos presentados en el artículo parecerían verificar el éxito relativo de los proyectos de apertura más profundos y radicales.
Las primeras elecciones presidenciales posteriores a la caída de Fernando De la Rúa, la devaluación, el default y la agudísima crisis económica de 2001-2002 fueron, como era de esperar, muy diferentes a las anteriores. La golpeada ciudadanía argentina, y también su clase política, se comportaron de forma tal de convertir el tradicional bipartidismo presidencial en una carrera de 5 fuerzas significativas y más de una decena de pequeñas agrupaciones. ¿Qué ocurrió?
Hay que remarcar que la principal debilidad de la democracia argentina es el círculo vicioso establecido por los políticos tradicionales, quienes basan una parte importante de su caudal electoral en el clientelismo político
Ahora, la extensa y remanente dictadura de América Latina “sorprende” nuevamente a la opinión pública mundial al fusilar a tres de sus ciudadanos que habían secuestrado una embarcación turística con el propósito de fugarse a los Estados Unidos. De esta manera, el régimen cubano detuvo, condenó y fusiló a estas personas en menos de diez días, lo cual evidencia la inexistencia de un sistema judicial en ese país.
La guerra está funcionando como un muro informativo bloqueando que la mayoría de la humanidad se entere de que en Cuba se encarcelaron alrededor de un centenar de disidentes. Así lo había previsto Fidel, que lleva ya cinco décadas utilizando con provecho las rutinas informativas del periodismo internacional.
Fidel Castro fue un buen amigo de la dictadura militar argentina y sus gestiones fueron decisivas para impedir la condena a nuestro país en las Naciones Unidas por violación a los derechos humanos.
La prensa independiente, y los disidentes informan que existe una gran movilización de las fuerzas de seguridad en las calles y que la policía secreta, que va siempre de civil, está usando un chaleco negro identificatorio.
Las primeras bombas de la guerra cayeron en Cuba y las tiró Fidel. Desde el martes al mediodía, la dictadura cubana comenzó el encarcelamiento masivo de militantes y periodistas de la emergente sociedad civil cubana.
Recientemente, surgió una iniciativa en el ámbito de las Relaciones Parlamentarias Internacionales del Congreso de la Nación Argentina, por la cual se conformaron Grupos de Amistad con varios países integrados por legisladores nacionales. Hasta ahora hay doce grupos conformados
Los regímenes totalitarios se caracterizan por disponer totalmente de la vida de las personas, siendo los habitantes de los países donde se establecen estos tenebrosos regímenes un medio para los fines de los dictadores. De esta manera, la libertad de acción y la posibilidad de disponer de pertenencias propias, es nula en un sistema totalitario.
Patricio Aylwin y Eduardo Frei, dos ex presidentes de Chile, firmaron recientemente su adhesión a la nominación de Oswaldo Payá Sardiñas al Premio Nobel de la Paz, sumándose así a la iniciativa del presidente de la República Checa Vaclav Havel