Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

Artículos

Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos

25-01-2023

Eswatini: amenaza y asesinato de un importante opositor

El abogado y defensor de los Derechos Humanos, Thulani Maseko, fue abatido a la vista de su familia en su hogar el pasado sábado 21 de enero, a menos de 50 kilómetros de la capital. El monarca absoluto del país, Mswati III, había arengado a aplastar a la oposición. ¿Qué sucede en el reino del África austral?
Por Omer Freixa
Foto: The Human Rights Foundation

Mswati III cumplirá este año 37 al frente de una nación gobernada con puño de hierro y cuyo estilo de vida excéntrico generó algún conocimiento de este pequeño país casi enclavado en Sudáfrica. Por empezar, posee 15 esposas, una prole de más de 30 miembros y un carácter polígamo que genera gastos estrafalarios, como cuando en 2019 llevó a sus mujeres a hacer turismo a playas de lujo de la Baja California, en México, junto a una comitiva que alcanzó casi las 100 personas pues su investidura real demanda custodia.

El soberano de la última monarquía absoluta gobierna como un déspota, obligó a matrimonios forzados, se lo acusa de secuestros y, bajo el abrigo de decretos, rige en soledad, tal la decisión del cambio de nombre nacional de Swazilandia al actual Eswatini, en ocasión de celebrarse los 50 años de independencia, en 2018.

La casa real amasa ingentes riquezas mientras casi el 60% de la población, a 2016, era considerada pobre, de un total actual estimado en 1,12 millones de habitantes, y la ahora ex Swazilandia tiene la mayor prevalencia a nivel global de personas infectadas de HIV, cuando no menos del 30% del reino padece esta enfermedad, mal que en general azota con intensidad al sur africano.

El SIDA provoca perjuicios económicos, menos brazos como fuerza laboral por caso, y abona a que, en parte, la economía swazi esté muy estrechamente vinculada a la sudafricana, dominante esta última en todo sentido. Por lo general se da un éxodo considerable de ciudadanía local en busca de mejores oportunidades laborales en el país vecino. Sudáfrica también es modelo para esta nación: Nelson Mandela fue referente al liderar un cambio pacífico hacia una sociedad democrática y lo hizo sin utilizar la violencia, con el diálogo. Eso Maseko lo tuvo muy claro desde el comienzo.

Sin consideración hacia la oposición

En 2021, sectores opositores al gobierno swazi llevaron a cabo protestas de una escala nunca antes vista en pos de la apertura democrática y el restablecimiento del sistema partidario, cancelado desde comienzos de la década de 1970, además de fuertes quejas por el despilfarro del poder.

El desencadenante en junio de ese año fue el asesinato de un estudiante universitario de derecho caído en mayo, presuntamente bajo fuego policial. Si bien algunas manifestaciones se dieron en forma pacífica, otras no.

En total, en esas semanas, las fuerzas de seguridad mataron a más de 80 personas producto de la represión y, según informes diversos de organizaciones de defensa de Derechos Humanos, además de varias muertes extrajudiciales, arresto masivo de más de 1.000 personas, secuestros de líderes opositores, etc.

La actitud gubernamental fue de ausencia rotunda de voluntad negociadora lo que generó disturbios, saqueos, la imposición de cuarentena y la interrupción total de Internet para evitar mayores concentraciones populares. La situación de agitación no se apaciguó, sino hasta octubre de 2021, mientras Sudáfrica reforzaba el control de sus fronteras con el reino limítrofe.

Maseko entró en la mira del radar gubernamental antioposición hace años. En 2009 se hizo conocido por su arresto y acusación de sedición invocada en una marcha bajo protesta por la falta de democracia. Como activista comprometido, este abogado de 52 años recibió condena a dos años de prisión en 2014, acusado y juzgado por un artículo en el que criticaba los mecanismos turbios de la justicia swazi, lo que le impidió asistir al importante Foro Global sobre Libertad de Expresión de Oslo.

En 2016 volvió a sufrir ataques por otra nota, lo que demuestra que la libertad de expresión en Eswatini está bien lejos de ser siquiera una mera posibilidad, aunque ese año sí pudo participar en el foro citado y ganó una batalla legal al ser declaradas inconstitucionales dos leyes internas que limitan libertades. En 2018 llevó al tribunal superior un reclamo por la arbitrariedad del monarca respecto al cambio unívoco del nombre del país.

A lo largo de los meses álgidos de 2021, apuntó críticamente a la actitud de Mswati III, tildándola de brutal y sin la menor intención de entender los motivos detrás de las manifestaciones. En general, se destacó y alcanzó renombre por alzarse como abogado en defensa de las personas arrestadas de manera ilegal y velar por la defensa de sus derechos, en el marco de juicios justos. Por caso, tomó la defensa de dos parlamentarios arrestados y enjuiciados en el marco de las protestas de 2021.

Historial que no sorprende

A la carrera de Maseko como promotor en defensa de la democracia y los derechos humanos, hay que sumar un largo historial de intimidaciones y amenazas que, sin embargo, no lo alejaron de su compromiso y que, in crescendo, habrían motivado su eliminación. Al momento de su asesinato, según testigos, un hombre abrió fuego asomado a la ventana de su vivienda y a la vista de su esposa y dos hijos mientras miraban televisión.

El activista al ser asesinado se desempeñaba como presidente del foro Multi-Stakeholder, una coalición que reúne a organizaciones de la sociedad civil junto a partidos políticos en pos de la reforma democrática en el país.

La pérdida de Maseko deja un vacío muy difícil de llenar y, al respecto, varias organizaciones de derechos humanos exigen, al igual que Mbabane, una pronta investigación judicial que esclarezca este homicidio. Si bien el gobierno repudió el asesinato acusando a anónimos, el historial apuntaría como principal sospechoso al titular de la última monarquía absoluta africana. En efecto, horas antes del ataque el mismo sábado 21, Mswati III dio un discurso palatino en el que arengó a todas las fuerzas de seguridad a aplastar a quienes se opongan a su mandato absoluto. Es claro que un enemigo visible del poder es el movimiento democrático en Eswatini al que el monarca priva de la capacidad de diálogo.

Omer Freixa
Omer Freixa
Consejero Consultivo
Magíster en Diversidad Cultural y especialista en estudios afroamericanos por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Licenciado y profesor en Historia, graduado en la Universidad de Buenos Aires. Investigador, docente y escritor. Autor del sitio web www.omerfreixa.com.ar. Colaborador freelance en sitios locales y españoles.
 
 
 

 
Más de Omer Freixa
 
Más sobre el proyecto Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
 
Ultimos videos