Comunicados
Promoción de la Apertura Política en Cuba
La Red Puente Democrático Latinoamericano otorgó el Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas
El gobierno cubano es enemigo declarado de la libertad de expresión. Ejercerla en la isla implica tener gran valentía y asumir enormes riesgos. Para destacar la labor de los cubanos que, a pesar de tan grandes obstáculos, intentan expresarse libremente y permitir que sus compatriotas tengan acceso a información y opiniones independientes, la Red Puente Democrático Latinoamericano ha creado el Premio a la Libertad de Expresión en Cuba.
El gobierno cubano es enemigo declarado de la libertad de expresión. Ejercerla en la isla implica tener gran valentía y asumir enormes riesgos. Para destacar la labor de los cubanos que, a pesar de tan grandes obstáculos, intentan expresarse libremente y permitir que sus compatriotas tengan acceso a información y opiniones independientes, la Red Puente Democrático Latinoamericano ha creado el Premio a la Libertad de Expresión en Cuba. Este año, en su primera edición y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Expresión, se otorgó el Premio a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas, los cuales se han destacado por la defensa e impulso de ese derecho humano fundamental.
El jurado que otorgó el premio estuvo integrado por Erika Luters (Chile), Fernando Ruiz (Argentina), Eduardo Ulibarri (Costa Rica), Carlos Lauría (Argentina), Andrés Cañizález (Venezuela), César Ricaurte (Ecuador) y Hugo Machín (Uruguay).
El Jurado premió al foto-periodista Omar Rodríguez Saludes destacando que a través de su lente captó desde 1995 lo que el mundo no ve y lo que el régimen se empeña en tapar. Las destartaladas calles habaneras, la pobreza y la miseria en la que viven miles de cubanos quedaron registradas gracias a su labor. Su tarea no fue fácil ya que debía conseguir sacar los rollos fotográficos, sin revelar, sólo gracias a la buena voluntad de viajeros anónimos que los llevaban a la agencia Nueva Prensa Cubana. Su condena a 27 años de prisión es la pena más larga contra un periodista independiente.
Por su parte, en el Premio a Ricardo González Alfonso, quien se encuentra cumpliendo una condena de 20 años de prisión, el Jurado destacó que al momento de la detención de Ricardo, la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que él dirigía, monitoreaba los abusos que el régimen realizaba contra los periodistas. Cuando un periodista, en cualquier zona del país, era agredido, detenido, demorado, encarcelado, o lo que fuera, se alertaba rápidamente a Ricardo o a alguien que estuviese en la Márquez Sterling, para emitir algún comunicado en su defensa. Por esa tarea, Ricardo se convirtió en el corresponsal de Reporteros sin Fronteras en Cuba.
Además, aunque no es periodista profesional, el Jurado también decidió otorgarle este Premio a Guillermo Fariñas, por considerar que decidió ejercer la actividad periodística, y asumir los riesgos asociados a ella, como una forma de impulsar el ejercicio de la libertad de expresión en Cuba. Su decisión le hizo enfrentar la represión gubernamental, al igual que otros ciudadanos que, desde distintas posiciones y actividades, han desafiado los controles totalitarios del régimen. Debido al ahogo oficial, y como forma de protesta por la permanencia en las cárceles de una serie de prisioneros de conciencia gravemente enfermos, Fariñas acudió al método más extremo y riesgoso de expresarse: poner en riesgo su vida, mediante una huelga de hambre. Con esta opción, no solo honra el sentido de solidaridad humana con los prisioneros de conciencia en Cuba, sino, también, con el ímpetu de los seres humanos por poder expresar abiertamente sus adhesiones o rechazos en las circunstancias más extremas.
Fundamentos del Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba
La libertad de expresión es una de las libertades esenciales, de la cual dependen muchas otras. Es la primera forma que una persona tiene para comunicar una idea, promover un cambio político pacífico, transmitir una información, buscar el acuerdo con otras personas. Debido a esta función primordial que la libertad de expresión cumple en las sociedades democráticas, la protección que se le otorga es, en líneas generales, más generosa que respecto de otros derechos. Esta libertad presenta un abanico de derivaciones: a) Libertad de expresar ideas u opiniones; b) Libertad de informar sobre acontecimientos de la realidad; c) Libertad de difundir dichas ideas, opiniones o informaciones a través de la prensa; d) El derecho a exigir al gobierno información sobre sus actos.
Sin embargo, el orden constitucional cubano, al referirse a la libertad de palabra y de prensa indica en su artículo 53 que: “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad. La ley regula el ejercicio de estas libertades”. De este artículo pueden extraerse varias conclusiones: En primer lugar, la única libertad de expresión que se admite en Cuba es aquella que está destinada a defender las ideas socialistas, lo que implica una contradicción profunda con el principio de la libertad de expresión que garantizan los pactos internacionales a los que han adherido los países civilizados en los últimos años, que precisamente supone garantizar la libertad de expresar todo tipo de ideas sin condicionamientos ideológicos previos. Por otra parte, el monopolio estatal de los medios de comunicación, lejos de garantizar la libertad de expresión, es uno de sus enemigos más poderosos, pues lo que en realidad garantiza es el control gubernamental sobre la información y la opinión. El Estado será el juez que determine qué puede o qué no puede comunicarse, cuál es la información que el pueblo necesita conocer y finalmente, opinará en su lugar. Y en este sentido es muy importante recordar que la garantía de la libertad de prensa y de expresión, como casi todas las garantías individuales, ha sido pensada como una defensa de los individuos frente al poder del Estado; de modo que pretender que se garantizará la libertad de expresar las ideas otorgándole el monopolio de los medios de comunicación al Estado, es una contradicción en términos.
Las severas restricciones a la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente en Cuba, se han puesto de manifiesto en las sentencias condenatorias emitidas respecto de las 75 personas detenidas el 18 de marzo de 2003. Puede advertirse allí que la tenencia de computadoras o radiograbadores, o simples máquinas de escribir mecánicas, han sido consideradas como indicios de actividades “contrarrevolucionarias”. La restricción a obtener información proveniente del extranjero se advierte con la prohibición de acceder a Internet sin autorización gubernamental, y la importancia que para los distintos tribunales intervinientes tuvo el hecho de poseer equipos de radio capaces de captar frecuencias transmitidas desde el exterior. En las propias sentencias que condenan a los periodistas independientes se menciona que accedían a internet a través de tarjetas que sólo podían ser adquiridas y usadas en el país por los extranjeros, y no por los ciudadanos cubanos. Por otra parte, la censura periodística se advierte también en los dictámenes de los “peritos” que depusieron en los distintos expedientes, acreditando la mala calidad de los trabajos periodísticos.
Por lo expuesto, queda claro que ejercer el derecho a la Libertad de Expresión en Cuba implica una enorme valentía y por tal motivo la Red Puente Democrático Latinoamericano desea destacar a algunas de las personas que pagan un gran costo personal en su intento de expresarse libremente. En este reconocimiento a tres referentes del periodismo independiente cubano, se hace extensivo dicho mérito a todos aquellos que arriesgan su libertad abriendo grietas en los muros que ha construido la dictadura.
Biografía de los Ganadores del Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba
Omar Rodríguez Saludes
Era director de la agencia Nueva Prensa cuando fue arrestado en marzo de 2003 y luego de un juicio sumario sentenciado a 27 años de prisión. Fue la condena más severa de las que se dictaron en contra de los 29 periodistas detenidos durante la Primavera Negra de Cuba, junto a los otros disidentes que conformaron el grupo de los 75.
Su delito fue recorrer las calles de La Habana con un arma poderosísima: una cámara fotográfica. El periodista fue acusado de “pensamiento anexionista” y de “reportero ilegal al servicio del gobierno de Estados Unidos”.
Omar Rodríguez Saludes fue condenado por el Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, en cuya sentencia se señaló que: “Como parte de su desenfrenada carrera de hostilidad a nuestro sistema social y de lograr el derrocamiento de nuestro gobierno, en 1995 Rodríguez Saludes se integró como reportero en la agrupación contrarrevolucionaria ilegal ‘Buró de Prensa Independiente de Cuba’ con el pretexto de dar cobertura al acontecer nacional, pero con la verdadera intención de atacar a la Revolución Cubana tergiversando nuestra realidad y utilizando para ello medios de prensa extranjeros y emisoras contrarrevolucionarias radicadas en Estados Unidos”. Entre las “pruebas” para condenar a Rodríguez Saludes se le secuestró “una página del periódico New York Times del 31 de mayo de 2002 donde se aprecia al acusado ejerciendo sus labores como reportero contrarrevolucionario”.
Al momento de su arresto Rodríguez Saludes tenía 38 años de edad y tres hijos, uno de los cuales, de 4 meses, sólo lo conoce a través de sus visitas a la cárcel.
Al otorgar este Premio, se reconoce en Omar Rodríguez Saludes al genuino representante de los anónimos periodistas independientes que, como ayer lo hizo él, hoy siguen arriesgándose otros para poder informar y dar a conocer al mundo lo que realmente ocurre en la isla dominada por los Castro desde hace más de medio siglo.
Ricardo González Alfonso
Nació en Cuba en 1950. Tiene dos hijos. Durante muchos años trabajó en la televisión oficial cubana escribiendo guiones para programas infantiles. Cuando se produce su quiebre con el régimen, Ricardo se integra a la comunidad de periodistas independientes. Junto con Raúl Rivero dirigen Cuba Press, agencia que con mucho esfuerzo enviaba sus notas a medios en el exterior para que estos pudiesen, además de difundirlas por varios países, reintroducirlas en Cuba para conocimiento de todos los cubanos residentes en la isla. Por aquellos años Ricardo dijo: “Me siento libre porque expreso lo que pienso. Me siento libre porque desarrollo un plan de vida a pesar de los obstáculos que me oponen las autoridades cubanas”.
Cuando fue detenido por última vez, el 20 de marzo del 2003, ya habían logrado conformar la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que intentaba funcionar como una asociación de periodistas para promover debates, discusiones y capacitación.
La Sociedad Profesional Márquez Sterling tenía su sede en la casa de Ricardo, donde también se hacía la revista mensual De Cuba, que intentó ser una publicación pluralista que pudiese ser distribuida en toda la isla. De hecho, entonces, la casa de Ricardo se había convertido en la casa del periodismo independiente cubano. Allí se podía encontrar a Claudia Márquez o a Raúl Rivero, o a Luis Cino, escribiendo o compaginando páginas para la nueva edición de la revista, que salía con muchísima dificultad y que duraría finalmente apenas tres números.
El 5 de abril del 2003 lo condenaron, en un juicio sumarísimo en La Habana. En la sala solamente dejaron entrar a Alida Viso, la compañera de Ricardo, y a Blanca Reyes, la esposa de Raúl Rivero, el otro periodista al que enjuiciaban en ese tribunal. El fiscal lo acusó de tener “pésima conducta social por sus persistentes instigaciones a las reuniones y manifestaciones ilícitas, alterar el orden con frecuencia, desobedecer las advertencias oficiales que se le hacen por ser una persona provocadora, desestabilizadora, irrespetuosa de la colectividad y de los valores sociales”.
Su actitud durante el juicio fue de gran tranquilidad. A pesar de que tuvo que escuchar a dos supuestos periodistas que se revelaran como agentes de inteligencia infiltrados en el movimiento del periodismo independiente.
Durante su vida en la cárcel, su salud se ha ido deteriorando, y muchas veces por represalias le dan una peor(deficiente) atención médica. Alida es la voz que permite que él siga hablando.
Lo condenaron a veinte años de cárcel. Ya ha cumplido siete. Le faltan catorce.
Guillermo Fariñas
Nació el 3 de enero de 1962, en Santa Clara. Formó parte de las Tropas de Apoyo a la Custodia de la Embajada del Perú, del Batallón de Seguridad Personal y Batallón de Seguridad a Sedes Diplomáticas, custodió La Casa Central de las FAR, actual Hotel Comodoro, Batallón de Protección a la Valla de gallos en Managua, frecuentada por generales y comandantes de la Revolución, perteneciente al comandante Guillermo García Frías.
En noviembre de 1980 partió hacia Angola, donde estuvo destacado en el sur en las cercanías de la ciudad de Huambo. Fue asignado al Batallón de Tropas Especiales para formar parte de los Comandos de Demolición, Penetración y Sabotaje subordinados directamente al Ministro de las FAR. Recibió 5 condecoraciones y 11 diplomas. En las penetraciones recibió dos heridas de bala una en la pierna izquierda y la otra en la columna vertebral.
Regresó a Cuba en 1981 y luego partió hacia la antigua URSS, donde estuvo como cadete en la academia de Desembarco Aéreo de la ciudad de Tambov, en las cercanías de Moscú. En septiembre de 1983 ingresó en la Facultad de Psicología de la Universidad Central de las Villas. Ejerció como Psicólogo Clínico en el policlínico comunitario del municipio Camajuaní “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”. De allí fue expulsado en 1989, siendo el Secretario General de la Unión Jóvenes Comunista (UJC), por oponerse al fusilamiento del General de División, Arnaldo Ochoa Sánchez. En 1991, se le informó por la Dirección Provincial de Salud, en Sancti Spíritus, que a pesar de sus logros científicos, no se le otorgaría casa por no ser confiable políticamente.
En 1993 se trasladó al hospital pediátrico “Pedro Borrás” en Ciudad de La Habana, donde emplazó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, ante la prensa extranjera, pidiéndole que se comprometiera ante la misma de que cumpliera su promesa hecha ante los trabajadores de ese hospital en reconstrucción, de reabrir el mismo a los seis meses. Por esta acción, los compañeros de trabajo lo eligen Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Salud.
En 1997 lo sentenciaron a 3 años de privación de libertad por un delito de Convicción Moral de los jueces, a raíz de su apoyo a los Ayunantes en Santa Clara del partido Andrei Sajarov, realizando un ayuno de alimento sólidos durante 18 meses. Luego realizó varias huelgas más por diferentes motivos. En el año 2002 fue condenado a siete años de privación de libertad, siendo puesto en libertad, con un alto deterioro de su salud, con Licencia Extrapenal.
Fue uno de los fundadores de la agencia “Cubanacán Press”, cuya redacción estuvo en su casa. En el año 2005, a raíz del bloqueo a la agencia del “Ciber Café” de Santa Clara, por parte de la Seguridad del Estado, se declaró en huelga de hambre, hasta que todos los cubanos tuvieran un libre acceso a Internet, desde el 31 de enero hasta el 31 de agosto del 2006. Por esta protesta recibió los premios anuales de Reporteros sin Fronteras, el Premio Internacional de Derechos Humanos de la ciudad alemana de Weimar, donando los 5000 euros de este último premio para los presos políticos. En mayo del 2009, fundó junto a un grupo de colegas el Foro Cubanacán Press, un blog de noticias, caricaturas, chistes, artículos de opinión y fotos referentes a la Región Central del país. El 10 de diciembre del 2009, fundó la organización política Foro Antitotalitario Unido, en el que fue designado su Coordinador General.
Acerca de la Red Puente Democrático Latinoamericano
La misión de la Red Puente Democrático Latinoamericano consiste en promover la democracia y los derechos humanos en América Latina a través de la generación de lazos de solidaridad, diálogo y reflexión entre diversas personas y entidades de la sociedad civil que ya están comprometidas en sus países con los valores democráticos y orientándose preferencialmente hacia aquellas realidades donde se sufren mayores restricciones y amenazas a la integridad de las personas, al estado de derecho y el ejercicio pleno de las libertades fundamentales. Para mayor información, puede ingresar a http://www.cadal.org/red/default.php
En este reconocimiento a tres referentes del periodismo independiente cubano, se hace extensivo dicho mérito a todos aquellos que arriesgan su libertad abriendo grietas en los muros que ha construido la dictadura.
El gobierno cubano es enemigo declarado de la libertad de expresión. Ejercerla en la isla implica tener gran valentía y asumir enormes riesgos. Para destacar la labor de los cubanos que, a pesar de tan grandes obstáculos, intentan expresarse libremente y permitir que sus compatriotas tengan acceso a información y opiniones independientes, la Red Puente Democrático Latinoamericano ha creado el Premio a la Libertad de Expresión en Cuba. Este año, en su primera edición y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Expresión, se otorgó el Premio a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas, los cuales se han destacado por la defensa e impulso de ese derecho humano fundamental.
El jurado que otorgó el premio estuvo integrado por Erika Luters (Chile), Fernando Ruiz (Argentina), Eduardo Ulibarri (Costa Rica), Carlos Lauría (Argentina), Andrés Cañizález (Venezuela), César Ricaurte (Ecuador) y Hugo Machín (Uruguay).
El Jurado premió al foto-periodista Omar Rodríguez Saludes destacando que a través de su lente captó desde 1995 lo que el mundo no ve y lo que el régimen se empeña en tapar. Las destartaladas calles habaneras, la pobreza y la miseria en la que viven miles de cubanos quedaron registradas gracias a su labor. Su tarea no fue fácil ya que debía conseguir sacar los rollos fotográficos, sin revelar, sólo gracias a la buena voluntad de viajeros anónimos que los llevaban a la agencia Nueva Prensa Cubana. Su condena a 27 años de prisión es la pena más larga contra un periodista independiente.
Por su parte, en el Premio a Ricardo González Alfonso, quien se encuentra cumpliendo una condena de 20 años de prisión, el Jurado destacó que al momento de la detención de Ricardo, la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que él dirigía, monitoreaba los abusos que el régimen realizaba contra los periodistas. Cuando un periodista, en cualquier zona del país, era agredido, detenido, demorado, encarcelado, o lo que fuera, se alertaba rápidamente a Ricardo o a alguien que estuviese en la Márquez Sterling, para emitir algún comunicado en su defensa. Por esa tarea, Ricardo se convirtió en el corresponsal de Reporteros sin Fronteras en Cuba.
Además, aunque no es periodista profesional, el Jurado también decidió otorgarle este Premio a Guillermo Fariñas, por considerar que decidió ejercer la actividad periodística, y asumir los riesgos asociados a ella, como una forma de impulsar el ejercicio de la libertad de expresión en Cuba. Su decisión le hizo enfrentar la represión gubernamental, al igual que otros ciudadanos que, desde distintas posiciones y actividades, han desafiado los controles totalitarios del régimen. Debido al ahogo oficial, y como forma de protesta por la permanencia en las cárceles de una serie de prisioneros de conciencia gravemente enfermos, Fariñas acudió al método más extremo y riesgoso de expresarse: poner en riesgo su vida, mediante una huelga de hambre. Con esta opción, no solo honra el sentido de solidaridad humana con los prisioneros de conciencia en Cuba, sino, también, con el ímpetu de los seres humanos por poder expresar abiertamente sus adhesiones o rechazos en las circunstancias más extremas.
Fundamentos del Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba
La libertad de expresión es una de las libertades esenciales, de la cual dependen muchas otras. Es la primera forma que una persona tiene para comunicar una idea, promover un cambio político pacífico, transmitir una información, buscar el acuerdo con otras personas. Debido a esta función primordial que la libertad de expresión cumple en las sociedades democráticas, la protección que se le otorga es, en líneas generales, más generosa que respecto de otros derechos. Esta libertad presenta un abanico de derivaciones: a) Libertad de expresar ideas u opiniones; b) Libertad de informar sobre acontecimientos de la realidad; c) Libertad de difundir dichas ideas, opiniones o informaciones a través de la prensa; d) El derecho a exigir al gobierno información sobre sus actos.
Sin embargo, el orden constitucional cubano, al referirse a la libertad de palabra y de prensa indica en su artículo 53 que: “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Las condiciones materiales para su ejercicio están dadas por el hecho de que la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad. La ley regula el ejercicio de estas libertades”. De este artículo pueden extraerse varias conclusiones: En primer lugar, la única libertad de expresión que se admite en Cuba es aquella que está destinada a defender las ideas socialistas, lo que implica una contradicción profunda con el principio de la libertad de expresión que garantizan los pactos internacionales a los que han adherido los países civilizados en los últimos años, que precisamente supone garantizar la libertad de expresar todo tipo de ideas sin condicionamientos ideológicos previos. Por otra parte, el monopolio estatal de los medios de comunicación, lejos de garantizar la libertad de expresión, es uno de sus enemigos más poderosos, pues lo que en realidad garantiza es el control gubernamental sobre la información y la opinión. El Estado será el juez que determine qué puede o qué no puede comunicarse, cuál es la información que el pueblo necesita conocer y finalmente, opinará en su lugar. Y en este sentido es muy importante recordar que la garantía de la libertad de prensa y de expresión, como casi todas las garantías individuales, ha sido pensada como una defensa de los individuos frente al poder del Estado; de modo que pretender que se garantizará la libertad de expresar las ideas otorgándole el monopolio de los medios de comunicación al Estado, es una contradicción en términos.
Las severas restricciones a la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente en Cuba, se han puesto de manifiesto en las sentencias condenatorias emitidas respecto de las 75 personas detenidas el 18 de marzo de 2003. Puede advertirse allí que la tenencia de computadoras o radiograbadores, o simples máquinas de escribir mecánicas, han sido consideradas como indicios de actividades “contrarrevolucionarias”. La restricción a obtener información proveniente del extranjero se advierte con la prohibición de acceder a Internet sin autorización gubernamental, y la importancia que para los distintos tribunales intervinientes tuvo el hecho de poseer equipos de radio capaces de captar frecuencias transmitidas desde el exterior. En las propias sentencias que condenan a los periodistas independientes se menciona que accedían a internet a través de tarjetas que sólo podían ser adquiridas y usadas en el país por los extranjeros, y no por los ciudadanos cubanos. Por otra parte, la censura periodística se advierte también en los dictámenes de los “peritos” que depusieron en los distintos expedientes, acreditando la mala calidad de los trabajos periodísticos.
Por lo expuesto, queda claro que ejercer el derecho a la Libertad de Expresión en Cuba implica una enorme valentía y por tal motivo la Red Puente Democrático Latinoamericano desea destacar a algunas de las personas que pagan un gran costo personal en su intento de expresarse libremente. En este reconocimiento a tres referentes del periodismo independiente cubano, se hace extensivo dicho mérito a todos aquellos que arriesgan su libertad abriendo grietas en los muros que ha construido la dictadura.
Biografía de los Ganadores del Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba
Omar Rodríguez Saludes
Era director de la agencia Nueva Prensa cuando fue arrestado en marzo de 2003 y luego de un juicio sumario sentenciado a 27 años de prisión. Fue la condena más severa de las que se dictaron en contra de los 29 periodistas detenidos durante la Primavera Negra de Cuba, junto a los otros disidentes que conformaron el grupo de los 75.
Su delito fue recorrer las calles de La Habana con un arma poderosísima: una cámara fotográfica. El periodista fue acusado de “pensamiento anexionista” y de “reportero ilegal al servicio del gobierno de Estados Unidos”.
Omar Rodríguez Saludes fue condenado por el Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, en cuya sentencia se señaló que: “Como parte de su desenfrenada carrera de hostilidad a nuestro sistema social y de lograr el derrocamiento de nuestro gobierno, en 1995 Rodríguez Saludes se integró como reportero en la agrupación contrarrevolucionaria ilegal ‘Buró de Prensa Independiente de Cuba’ con el pretexto de dar cobertura al acontecer nacional, pero con la verdadera intención de atacar a la Revolución Cubana tergiversando nuestra realidad y utilizando para ello medios de prensa extranjeros y emisoras contrarrevolucionarias radicadas en Estados Unidos”. Entre las “pruebas” para condenar a Rodríguez Saludes se le secuestró “una página del periódico New York Times del 31 de mayo de 2002 donde se aprecia al acusado ejerciendo sus labores como reportero contrarrevolucionario”.
Al momento de su arresto Rodríguez Saludes tenía 38 años de edad y tres hijos, uno de los cuales, de 4 meses, sólo lo conoce a través de sus visitas a la cárcel.
Al otorgar este Premio, se reconoce en Omar Rodríguez Saludes al genuino representante de los anónimos periodistas independientes que, como ayer lo hizo él, hoy siguen arriesgándose otros para poder informar y dar a conocer al mundo lo que realmente ocurre en la isla dominada por los Castro desde hace más de medio siglo.
Ricardo González Alfonso
Nació en Cuba en 1950. Tiene dos hijos. Durante muchos años trabajó en la televisión oficial cubana escribiendo guiones para programas infantiles. Cuando se produce su quiebre con el régimen, Ricardo se integra a la comunidad de periodistas independientes. Junto con Raúl Rivero dirigen Cuba Press, agencia que con mucho esfuerzo enviaba sus notas a medios en el exterior para que estos pudiesen, además de difundirlas por varios países, reintroducirlas en Cuba para conocimiento de todos los cubanos residentes en la isla. Por aquellos años Ricardo dijo: “Me siento libre porque expreso lo que pienso. Me siento libre porque desarrollo un plan de vida a pesar de los obstáculos que me oponen las autoridades cubanas”.
Cuando fue detenido por última vez, el 20 de marzo del 2003, ya habían logrado conformar la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que intentaba funcionar como una asociación de periodistas para promover debates, discusiones y capacitación.
La Sociedad Profesional Márquez Sterling tenía su sede en la casa de Ricardo, donde también se hacía la revista mensual De Cuba, que intentó ser una publicación pluralista que pudiese ser distribuida en toda la isla. De hecho, entonces, la casa de Ricardo se había convertido en la casa del periodismo independiente cubano. Allí se podía encontrar a Claudia Márquez o a Raúl Rivero, o a Luis Cino, escribiendo o compaginando páginas para la nueva edición de la revista, que salía con muchísima dificultad y que duraría finalmente apenas tres números.
El 5 de abril del 2003 lo condenaron, en un juicio sumarísimo en La Habana. En la sala solamente dejaron entrar a Alida Viso, la compañera de Ricardo, y a Blanca Reyes, la esposa de Raúl Rivero, el otro periodista al que enjuiciaban en ese tribunal. El fiscal lo acusó de tener “pésima conducta social por sus persistentes instigaciones a las reuniones y manifestaciones ilícitas, alterar el orden con frecuencia, desobedecer las advertencias oficiales que se le hacen por ser una persona provocadora, desestabilizadora, irrespetuosa de la colectividad y de los valores sociales”.
Su actitud durante el juicio fue de gran tranquilidad. A pesar de que tuvo que escuchar a dos supuestos periodistas que se revelaran como agentes de inteligencia infiltrados en el movimiento del periodismo independiente.
Durante su vida en la cárcel, su salud se ha ido deteriorando, y muchas veces por represalias le dan una peor(deficiente) atención médica. Alida es la voz que permite que él siga hablando.
Lo condenaron a veinte años de cárcel. Ya ha cumplido siete. Le faltan catorce.
Guillermo Fariñas
Nació el 3 de enero de 1962, en Santa Clara. Formó parte de las Tropas de Apoyo a la Custodia de la Embajada del Perú, del Batallón de Seguridad Personal y Batallón de Seguridad a Sedes Diplomáticas, custodió La Casa Central de las FAR, actual Hotel Comodoro, Batallón de Protección a la Valla de gallos en Managua, frecuentada por generales y comandantes de la Revolución, perteneciente al comandante Guillermo García Frías.
En noviembre de 1980 partió hacia Angola, donde estuvo destacado en el sur en las cercanías de la ciudad de Huambo. Fue asignado al Batallón de Tropas Especiales para formar parte de los Comandos de Demolición, Penetración y Sabotaje subordinados directamente al Ministro de las FAR. Recibió 5 condecoraciones y 11 diplomas. En las penetraciones recibió dos heridas de bala una en la pierna izquierda y la otra en la columna vertebral.
Regresó a Cuba en 1981 y luego partió hacia la antigua URSS, donde estuvo como cadete en la academia de Desembarco Aéreo de la ciudad de Tambov, en las cercanías de Moscú. En septiembre de 1983 ingresó en la Facultad de Psicología de la Universidad Central de las Villas. Ejerció como Psicólogo Clínico en el policlínico comunitario del municipio Camajuaní “Octavio de la Concepción y de la Pedraja”. De allí fue expulsado en 1989, siendo el Secretario General de la Unión Jóvenes Comunista (UJC), por oponerse al fusilamiento del General de División, Arnaldo Ochoa Sánchez. En 1991, se le informó por la Dirección Provincial de Salud, en Sancti Spíritus, que a pesar de sus logros científicos, no se le otorgaría casa por no ser confiable políticamente.
En 1993 se trasladó al hospital pediátrico “Pedro Borrás” en Ciudad de La Habana, donde emplazó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, ante la prensa extranjera, pidiéndole que se comprometiera ante la misma de que cumpliera su promesa hecha ante los trabajadores de ese hospital en reconstrucción, de reabrir el mismo a los seis meses. Por esta acción, los compañeros de trabajo lo eligen Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Salud.
En 1997 lo sentenciaron a 3 años de privación de libertad por un delito de Convicción Moral de los jueces, a raíz de su apoyo a los Ayunantes en Santa Clara del partido Andrei Sajarov, realizando un ayuno de alimento sólidos durante 18 meses. Luego realizó varias huelgas más por diferentes motivos. En el año 2002 fue condenado a siete años de privación de libertad, siendo puesto en libertad, con un alto deterioro de su salud, con Licencia Extrapenal.
Fue uno de los fundadores de la agencia “Cubanacán Press”, cuya redacción estuvo en su casa. En el año 2005, a raíz del bloqueo a la agencia del “Ciber Café” de Santa Clara, por parte de la Seguridad del Estado, se declaró en huelga de hambre, hasta que todos los cubanos tuvieran un libre acceso a Internet, desde el 31 de enero hasta el 31 de agosto del 2006. Por esta protesta recibió los premios anuales de Reporteros sin Fronteras, el Premio Internacional de Derechos Humanos de la ciudad alemana de Weimar, donando los 5000 euros de este último premio para los presos políticos. En mayo del 2009, fundó junto a un grupo de colegas el Foro Cubanacán Press, un blog de noticias, caricaturas, chistes, artículos de opinión y fotos referentes a la Región Central del país. El 10 de diciembre del 2009, fundó la organización política Foro Antitotalitario Unido, en el que fue designado su Coordinador General.
Acerca de la Red Puente Democrático Latinoamericano
La misión de la Red Puente Democrático Latinoamericano consiste en promover la democracia y los derechos humanos en América Latina a través de la generación de lazos de solidaridad, diálogo y reflexión entre diversas personas y entidades de la sociedad civil que ya están comprometidas en sus países con los valores democráticos y orientándose preferencialmente hacia aquellas realidades donde se sufren mayores restricciones y amenazas a la integridad de las personas, al estado de derecho y el ejercicio pleno de las libertades fundamentales. Para mayor información, puede ingresar a http://www.cadal.org/red/default.php
En este reconocimiento a tres referentes del periodismo independiente cubano, se hace extensivo dicho mérito a todos aquellos que arriesgan su libertad abriendo grietas en los muros que ha construido la dictadura.