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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
15-03-2024El largo brazo autoritario
Tres nombres vinculados a tres épocas diferentes en la historia latinoamericana de la infamia. Tres dramas aparentemente distintos entre sí, pero coincidentes en su origen: oponerse a los autócratas. Los agonistas: Jesús Galíndez, Orlando Letelier, y Ronald Ojeda.Por Hugo Machín Fajardo
Ronald Leandro Ojeda. Foto: lanacion.com.arTres opositores a otros tantos dictadores que fueron ultimados a la distancia, luego de haberse exiliado de sus países bajo dictaduras: la Republica Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo; el Chile de Augusto Pinochet, y la Venezuela de Nicolás Maduro.
Galíndez (1915 - 1956), académico, abogado, escritor, vasco nacionalista exiliado tras la guerra civil española en República Dominicana, llegó a ser un destacado funcionario del gobierno dominicano. En 1946 emigra a EEUU país al que informaba desde la isla caribeña de las actividades falangistas y comunistas en Dominicana. Su tesis doctoral «La era de Trujillo: un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana», para la cual había recogido personalmente copiosa información del régimen trujillista, significó su condena. Secuestrado en la Quinta Avenida de Nueva York, presuntamente por mano de obra desocupada de los servicios norteamericanos coordinados con agentes trujillistas, fue drogado y trasladado en un vuelo clandestino ante Trujillo, quien ordenó su asesinato. La operación habría costado al dictador un millón de dólares. Galíndez presuntamente fue horrorosamente torturado antes de ser arrojado a los tiburones. En 1990, el escritor español Manuel Vázquez Montalbán con su novela «Galíndez» popularizó este episodio de la Guerra Fría. Declarado oficialmente muerto el 30 de agosto de 1963, su cadáver nunca apareció.
Letelier (1932-1976), ex ministro del presidente Salvador Allende (1927- 1973), fue asesinado en su exilio en Washington D.C. mediante un acto terrorista ordenado por Pinochet. El agente de la DINA (policía secreta de la dictadura chilena) Michael Townley colocó en el automóvil del político opositor una bomba activada a distancia. Letelier había permanecido detenido y torturado durante la dictadura chilena hasta que la presión internacional y diplomática obtuvo que en 1974 fuera enviado al exilio, donde activó en la primera línea de denuncia del régimen de Pinochet.
La ayudante de Letelier, Ronny Moffitt, acompañante en el automóvil siniestrado, pereció en el atentado. Su esposo Michael Moffitt resultó herido.
Ojeda (32), era teniente del ejército venezolano, detenido en abril de 2017 y sometido a descargas eléctricas, asfixia, golpes, y otros tormentos por los verdugos del chavismo, según testimonió. Durante un traslado en noviembre de 2017, logró escapar de la cárcel militar de Ramo Verde junto a otros presos políticos; y desde 2020 se encontraba exiliado en Santiago de Chile. Ojeda denunció la situación existente en Venezuela y reclamó públicamente en forma reiterada por la libertad de los centenares de presos políticos del chavismo. En la madrugada del 21 de febrero de 2024, cuatro sujetos con uniformes falsos de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile ingresaron por la fuerza al apartamento en que residía Ojeda y su familia, secuestrándolo semidesnudo en un operativo catalogado como «profesional» por quienes han visto el video en que quedo registrado el secuestro. El Canal 13 de Santiago difundió la filmación grabada en las cámaras de vigilancia instaladas en los pasillos del edifico en que residía Ojeda, en la comuna Independencia de Santiago. El cadáver del militar fue encontrado el 1° de marzo, descuartizado, dentro de una maleta enterrada a 1,4 metros de profundidad, bajo cemento, en una zona de invasión del municipio de Maipú de la capital chilena.
Un cuarto personaje de estos capítulos amargos de historia latinoamericana aparece en forma tangencial: Carolina Tohá (58), Ministra del Interior de Chile que interviene de manera directa en la investigación sobre el secuestro y asesinato de Ojeda. Hija del ministro de Allende, José Tohá, asesinado en 1974, luego de seis meses de detención y torturas en la isla Dawson, al sur de Chile. Su muerte se registró en una dependencia militar de Santiago donde había sido conducido para someterlo a nuevas torturas.
Ojeda fue sepultado el 11 de marzo en el Cementerio Parque Canaán de la comuna de Pudahuel sin que hasta la fecha se tenga prueba sobre la autoría intelectual del asesinato. La Fiscalía chilena detuvo a un menor venezolano de 17 años, presuntamente vinculado al crimen, y logró identificar a otros dos venezolanos participantes del secuestro. Una de las hipótesis vincula a los autores materiales del crimen con la organización venezolana delincuencial Tren de Aragua. No obstante, una incongruencia con esa posibilidad radica en que no hubo exigencia económica para el rescate del militar opositor al régimen chavista.
En enero de 2024, Ojeda había sido degradado y expulsado, en ausencia, bajo acusación de «traidor a la Patria». Juan Carlos Manríquez, abogado de la familia de Ojeda, presentó el martes 12 de marzo de 2024 ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, los antecedentes del asesinato con la figura de «persecución a disidentes» y «eventual desaparición forzada». La instancia se verifica luego que la Sala de Apelaciones de la CPI decidiera el primero de marzo 2024 que la Fiscalía continúe con la investigación —conocida como Venezuela I— iniciada en diciembre de 2021 en contra del Estado venezolano, por posibles crímenes de lesa humanidad en el marco de las masivas protestas opositoras en 2017.
Hugo Machín FajardoRedactor Especial del Portal Análisis LatinoPeriodista desde 1969, una forzada interrupción entre 1973 -1985, no le impidió ejercer el periodismo clandestino. Secuestrado en 1981 por la dictadura uruguaya, permaneció desaparecido y torturado hasta 1982, en que fue recluido en el Penal de Libertad hasta 1985. Ex -docente de periodismo en Universidad ORT, de Montevideo. Ex vicepresidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Jurado del Premio Periodismo para la Tolerancia, 2004, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) /Unión Europea. Coordinó "Periodismo e Infancia-2005". Integró diversas redacciones periodísticas de medios y agencias de noticias en Montevideo, Uruguay. Actualmente se desempeña como free -lance.
Tres opositores a otros tantos dictadores que fueron ultimados a la distancia, luego de haberse exiliado de sus países bajo dictaduras: la Republica Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo; el Chile de Augusto Pinochet, y la Venezuela de Nicolás Maduro.
Galíndez (1915 - 1956), académico, abogado, escritor, vasco nacionalista exiliado tras la guerra civil española en República Dominicana, llegó a ser un destacado funcionario del gobierno dominicano. En 1946 emigra a EEUU país al que informaba desde la isla caribeña de las actividades falangistas y comunistas en Dominicana. Su tesis doctoral «La era de Trujillo: un estudio casuístico de dictadura hispanoamericana», para la cual había recogido personalmente copiosa información del régimen trujillista, significó su condena. Secuestrado en la Quinta Avenida de Nueva York, presuntamente por mano de obra desocupada de los servicios norteamericanos coordinados con agentes trujillistas, fue drogado y trasladado en un vuelo clandestino ante Trujillo, quien ordenó su asesinato. La operación habría costado al dictador un millón de dólares. Galíndez presuntamente fue horrorosamente torturado antes de ser arrojado a los tiburones. En 1990, el escritor español Manuel Vázquez Montalbán con su novela «Galíndez» popularizó este episodio de la Guerra Fría. Declarado oficialmente muerto el 30 de agosto de 1963, su cadáver nunca apareció.
Letelier (1932-1976), ex ministro del presidente Salvador Allende (1927- 1973), fue asesinado en su exilio en Washington D.C. mediante un acto terrorista ordenado por Pinochet. El agente de la DINA (policía secreta de la dictadura chilena) Michael Townley colocó en el automóvil del político opositor una bomba activada a distancia. Letelier había permanecido detenido y torturado durante la dictadura chilena hasta que la presión internacional y diplomática obtuvo que en 1974 fuera enviado al exilio, donde activó en la primera línea de denuncia del régimen de Pinochet.
La ayudante de Letelier, Ronny Moffitt, acompañante en el automóvil siniestrado, pereció en el atentado. Su esposo Michael Moffitt resultó herido.
Ojeda (32), era teniente del ejército venezolano, detenido en abril de 2017 y sometido a descargas eléctricas, asfixia, golpes, y otros tormentos por los verdugos del chavismo, según testimonió. Durante un traslado en noviembre de 2017, logró escapar de la cárcel militar de Ramo Verde junto a otros presos políticos; y desde 2020 se encontraba exiliado en Santiago de Chile. Ojeda denunció la situación existente en Venezuela y reclamó públicamente en forma reiterada por la libertad de los centenares de presos políticos del chavismo. En la madrugada del 21 de febrero de 2024, cuatro sujetos con uniformes falsos de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile ingresaron por la fuerza al apartamento en que residía Ojeda y su familia, secuestrándolo semidesnudo en un operativo catalogado como «profesional» por quienes han visto el video en que quedo registrado el secuestro. El Canal 13 de Santiago difundió la filmación grabada en las cámaras de vigilancia instaladas en los pasillos del edifico en que residía Ojeda, en la comuna Independencia de Santiago. El cadáver del militar fue encontrado el 1° de marzo, descuartizado, dentro de una maleta enterrada a 1,4 metros de profundidad, bajo cemento, en una zona de invasión del municipio de Maipú de la capital chilena.
Un cuarto personaje de estos capítulos amargos de historia latinoamericana aparece en forma tangencial: Carolina Tohá (58), Ministra del Interior de Chile que interviene de manera directa en la investigación sobre el secuestro y asesinato de Ojeda. Hija del ministro de Allende, José Tohá, asesinado en 1974, luego de seis meses de detención y torturas en la isla Dawson, al sur de Chile. Su muerte se registró en una dependencia militar de Santiago donde había sido conducido para someterlo a nuevas torturas.
Ojeda fue sepultado el 11 de marzo en el Cementerio Parque Canaán de la comuna de Pudahuel sin que hasta la fecha se tenga prueba sobre la autoría intelectual del asesinato. La Fiscalía chilena detuvo a un menor venezolano de 17 años, presuntamente vinculado al crimen, y logró identificar a otros dos venezolanos participantes del secuestro. Una de las hipótesis vincula a los autores materiales del crimen con la organización venezolana delincuencial Tren de Aragua. No obstante, una incongruencia con esa posibilidad radica en que no hubo exigencia económica para el rescate del militar opositor al régimen chavista.
En enero de 2024, Ojeda había sido degradado y expulsado, en ausencia, bajo acusación de «traidor a la Patria». Juan Carlos Manríquez, abogado de la familia de Ojeda, presentó el martes 12 de marzo de 2024 ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, los antecedentes del asesinato con la figura de «persecución a disidentes» y «eventual desaparición forzada». La instancia se verifica luego que la Sala de Apelaciones de la CPI decidiera el primero de marzo 2024 que la Fiscalía continúe con la investigación —conocida como Venezuela I— iniciada en diciembre de 2021 en contra del Estado venezolano, por posibles crímenes de lesa humanidad en el marco de las masivas protestas opositoras en 2017.
