Diálogo Latino Cubano
Promoción de la Apertura Política en Cuba
Plantados desde el cielo
Por Gabriel C. Salvia
Dos figuras emblemáticas del presidio político cubano han fallecido en menos de un año: Eusebio Peñalver, el 11 de mayo de 2006; y Mario Chanes de Armas el 24 de febrero de 2007. Ambos habían realizaron una gira en mayo de 1999 por Buenos Aires, Rosario y Montevideo, para informar sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y contar su propia historia sobre la revolución cubana. En la capital de la República Argentina, los “plantados” participaron de una conferencia en la Universidad Católica y luego brindaron una presentación en la Universidad Nacional de Rosario, en el predio conocido como “La Siberia”. En esta última universidad, ambos ex presos políticos cautivaron a la audiencia juvenil y en especial Peñalver, arrancó carcajadas de los estudiantes al responder con mucho humor las preguntas de un joven castrista que se encontraba entre el público. “Yo vendo cacerolas y si quieres te vendo una”, fue la respuesta de Peñalver ante la típica pregunta del joven castrista que le preguntó de qué vivía. El aula colmada estalló en carcajadas y el moreno se metió al público en su bolsillo.
Angel de Fana, Eusebio Peñalver, Orlando Gutiérrez, Gabriel Salvia y Mario Chanes de Armas, en el aeroparque de Buenos Aires antes de partir a Montevideo, donde los "Plantados" continuarían su gira luego de brindar conferencias en la capital argentina y en Rosario.
Mario Chanes, un hombre sencillo y muy tranquilo, recibía por su parte los chistes de Peñalver, quien con el típico humor cubano le decía: “Tu tienes la culpa de todo”, en referencia a su participación en el ataque al cuartel Moncada y su desembarco con Fidel Castro en el Granma.
Peñalver y Chanes estuvieron presos en Cuba 28 y 30 años, respectivamente. Una vez en el exilio, Chanes y Peñalver integraron el grupo “Plantados hasta la libertad y la democracia en Cuba”, una organización de ex presos políticos con sede en Miami que brinda apoyo humanitario a los familiares de los actuales presos políticos en la isla. En el presidio político cubano “Plantado” es aquel que se niega a recibir la reeducación oficial en la cárcel. Ambos seguramente seguirán “Plantados” desde el cielo, hasta que su querida patria disfrute de las libertades democráticas por las que tanto lucharon y sufrieron.
El Mandela cubano
Una nota publicada por Cubanet recordaba que “Eusebio Peñalver fue uno de los iniciadores de la lucha armada contra Fidel Castro y su régimen. Fue condenado a 30 años de cárcel, de los que cumplió 28, teniendo que partir a un exilio forzoso, lo que no mermó su lucha en pos de la libertad de Cuba. Integrado al movimiento Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba, y principal directivo de la agrupación Unidad Cubana, no cesó en su empeño de denunciar las atrocidades y vejámenes de la dictadura, y la situación del negro en Cuba”.
Por su parte, en un artículo publicado en Cubaencuentro, Julián Sorel destacaba que “Eusebio Peñalver Mazorra —Peña, para sus amigos—, cubano de Camagüey, era negro y luchó por sus ideales: la libertad, la igualdad de derechos y la dignidad de todos los seres humanos. Combatió, con las armas en la mano, a las dictaduras de Fulgencio Batista y de Fidel Castro. Terminó la primera campaña con grados de oficial del ejército insurgente. Cuando comprobó que el 1 de enero de 1959 no era el alba de la libertad soñada sino el inicio de una nueva y más ominosa tiranía, se alzó por segunda vez en las montañas del Escambray. Fue hecho prisionero y condenado a 30 años de cárcel en juicio sumarísimo”.
Sorel finalmente agregaba que “En más de una ocasión la prensa occidental comparó a Eusebio Peñalver con Nelson Mandela. Paralelismo incómodo, ése del sufrimiento. Mandela soportó sus años de cárcel y luego el destino le permitió contribuir desde el gobierno a la evolución de su país hacia un régimen más democrático y equitativo. Peña no tuvo tanta suerte. Pero la libertad de Cuba, cuando algún día vuelva a amanecer, le deberá parte de su luz al denuedo de este hombre negro, humilde, valiente y leal, que supo vivir para su patria y morir sin amo”.
El símbolo del presidio político cubano
Mario Chanes de Armas murió el sábado 24 de febrero de 2007 a los 80 años, víctima de un infarto y afectado por el Alzheimer. En una nota de Wilfredo Cancio, publicada en El Nuevo Herald, se destaca que Chanes, un líder sindical habanero, se sumó al movimiento armado contra el régimen anticonstitucional de Fulgencio Batista (1952-1958). Fue asaltante del Cuartel Moncada, expedicionario del yate Granma y jefe de operaciones clandestinas hasta el triunfo de la revolución. Inconforme con el rumbo del proceso revolucionario, fue arrestado y condenado a 30 años en 1961. Nunca aceptó el régimen de reeducación penal y se identificó como un ‘plantado’ hasta el día de su excarcelación. Desde su llegada al exilio en 1993 denunció al régimen cubano en foros internacionales y emprendió numerosos esfuerzos por los presos políticos de la isla”.
Por su parte, en una entrevista que tuvo con el diario La Nación, durante su visita a la Argentina en mayo de 1999, Chanes respondía sobre qué significaba la libertad para él: “Es el bien más preciado que tiene el ser humano. Pero aprendí que tiene más que ver con lo mental que con lo físico. En la cárcel, cuando los guardias me decían que yo era un pobre preso, les respondía que a pesar de estar en una celda yo era libre de pensar y de decir lo que quisiera. En cambio, ellos no podían hacerlo, se callaban lo que realmente pensaban del régimen. Hoy sigue pasando lo mismo en toda la isla: la gente puede caminar de acá para allá, pero no pueden expresarse como quisieran”.
Gabriel C. Salvia es Presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) www.cadal.org
Gabriel C. SalviaDirector GeneralActivista de derechos humanos enfocado en la solidaridad democrática internacional. En 2024 recibió el Premio Gratias Agit del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa. Es autor de los libros "Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional" (2024) y "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). Además, compiló varios libros, entre ellos "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021), "Desafíos para el fortalecimiento democrático en la Argentina" (2015), "Un balance político a 30 años del retorno a la democracia en Argentina" (2013) y "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), Sus columnas de opinión han sido publicadas en varios medios en español. Actualmente publica en Clarín, Perfil, Infobae y La Nación, de Argentina. Ha participado en eventos internacionales en América Latina, África, Asia, Europa, los Balcanes y en Estados Unidos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista, trabajó entre 1992 y 1997 en gráfica, radio y TV especializado en temas parlamentarios, políticos y económicos, y posteriormente contribuyó con entrevistas en La Nación y Perfil.
Dos figuras emblemáticas del presidio político cubano han fallecido en menos de un año: Eusebio Peñalver, el 11 de mayo de 2006; y Mario Chanes de Armas el 24 de febrero de 2007. Ambos habían realizaron una gira en mayo de 1999 por Buenos Aires, Rosario y Montevideo, para informar sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y contar su propia historia sobre la revolución cubana. En la capital de la República Argentina, los “plantados” participaron de una conferencia en la Universidad Católica y luego brindaron una presentación en la Universidad Nacional de Rosario, en el predio conocido como “La Siberia”. En esta última universidad, ambos ex presos políticos cautivaron a la audiencia juvenil y en especial Peñalver, arrancó carcajadas de los estudiantes al responder con mucho humor las preguntas de un joven castrista que se encontraba entre el público. “Yo vendo cacerolas y si quieres te vendo una”, fue la respuesta de Peñalver ante la típica pregunta del joven castrista que le preguntó de qué vivía. El aula colmada estalló en carcajadas y el moreno se metió al público en su bolsillo.
Angel de Fana, Eusebio Peñalver, Orlando Gutiérrez, Gabriel Salvia y Mario Chanes de Armas, en el aeroparque de Buenos Aires antes de partir a Montevideo, donde los "Plantados" continuarían su gira luego de brindar conferencias en la capital argentina y en Rosario.
Mario Chanes, un hombre sencillo y muy tranquilo, recibía por su parte los chistes de Peñalver, quien con el típico humor cubano le decía: “Tu tienes la culpa de todo”, en referencia a su participación en el ataque al cuartel Moncada y su desembarco con Fidel Castro en el Granma.
Peñalver y Chanes estuvieron presos en Cuba 28 y 30 años, respectivamente. Una vez en el exilio, Chanes y Peñalver integraron el grupo “Plantados hasta la libertad y la democracia en Cuba”, una organización de ex presos políticos con sede en Miami que brinda apoyo humanitario a los familiares de los actuales presos políticos en la isla. En el presidio político cubano “Plantado” es aquel que se niega a recibir la reeducación oficial en la cárcel. Ambos seguramente seguirán “Plantados” desde el cielo, hasta que su querida patria disfrute de las libertades democráticas por las que tanto lucharon y sufrieron.
El Mandela cubano
Una nota publicada por Cubanet recordaba que “Eusebio Peñalver fue uno de los iniciadores de la lucha armada contra Fidel Castro y su régimen. Fue condenado a 30 años de cárcel, de los que cumplió 28, teniendo que partir a un exilio forzoso, lo que no mermó su lucha en pos de la libertad de Cuba. Integrado al movimiento Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba, y principal directivo de la agrupación Unidad Cubana, no cesó en su empeño de denunciar las atrocidades y vejámenes de la dictadura, y la situación del negro en Cuba”.
Por su parte, en un artículo publicado en Cubaencuentro, Julián Sorel destacaba que “Eusebio Peñalver Mazorra —Peña, para sus amigos—, cubano de Camagüey, era negro y luchó por sus ideales: la libertad, la igualdad de derechos y la dignidad de todos los seres humanos. Combatió, con las armas en la mano, a las dictaduras de Fulgencio Batista y de Fidel Castro. Terminó la primera campaña con grados de oficial del ejército insurgente. Cuando comprobó que el 1 de enero de 1959 no era el alba de la libertad soñada sino el inicio de una nueva y más ominosa tiranía, se alzó por segunda vez en las montañas del Escambray. Fue hecho prisionero y condenado a 30 años de cárcel en juicio sumarísimo”.
Sorel finalmente agregaba que “En más de una ocasión la prensa occidental comparó a Eusebio Peñalver con Nelson Mandela. Paralelismo incómodo, ése del sufrimiento. Mandela soportó sus años de cárcel y luego el destino le permitió contribuir desde el gobierno a la evolución de su país hacia un régimen más democrático y equitativo. Peña no tuvo tanta suerte. Pero la libertad de Cuba, cuando algún día vuelva a amanecer, le deberá parte de su luz al denuedo de este hombre negro, humilde, valiente y leal, que supo vivir para su patria y morir sin amo”.
El símbolo del presidio político cubano
Mario Chanes de Armas murió el sábado 24 de febrero de 2007 a los 80 años, víctima de un infarto y afectado por el Alzheimer. En una nota de Wilfredo Cancio, publicada en El Nuevo Herald, se destaca que Chanes, un líder sindical habanero, se sumó al movimiento armado contra el régimen anticonstitucional de Fulgencio Batista (1952-1958). Fue asaltante del Cuartel Moncada, expedicionario del yate Granma y jefe de operaciones clandestinas hasta el triunfo de la revolución. Inconforme con el rumbo del proceso revolucionario, fue arrestado y condenado a 30 años en 1961. Nunca aceptó el régimen de reeducación penal y se identificó como un ‘plantado’ hasta el día de su excarcelación. Desde su llegada al exilio en 1993 denunció al régimen cubano en foros internacionales y emprendió numerosos esfuerzos por los presos políticos de la isla”.
Por su parte, en una entrevista que tuvo con el diario La Nación, durante su visita a la Argentina en mayo de 1999, Chanes respondía sobre qué significaba la libertad para él: “Es el bien más preciado que tiene el ser humano. Pero aprendí que tiene más que ver con lo mental que con lo físico. En la cárcel, cuando los guardias me decían que yo era un pobre preso, les respondía que a pesar de estar en una celda yo era libre de pensar y de decir lo que quisiera. En cambio, ellos no podían hacerlo, se callaban lo que realmente pensaban del régimen. Hoy sigue pasando lo mismo en toda la isla: la gente puede caminar de acá para allá, pero no pueden expresarse como quisieran”.
Gabriel C. Salvia es Presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) www.cadal.org