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Promoción de la Apertura Política en Cuba
Desde La Habana, la esposa del preso de conciencia Omar Rodriguez Saludes agradece el Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba
La Red Puente Democrático Latinoamericano otorgó el Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas
El gobierno cubano es enemigo declarado de la libertad de expresión. Ejercerla en la isla implica tener gran valentía y asumir enormes riesgos. Para destacar la labor de los cubanos que, a pesar de tan grandes obstáculos, intentan expresarse libremente y permitir que sus compatriotas tengan acceso a información y opiniones independientes, la Red Puente Democrático Latinoamericano ha creado el Premio a la Libertad de Expresión en Cuba. Este año, en su primera edición y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Expresión, se otorgó el Premio a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas, los cuales se han destacado por la defensa e impulso de ese derecho humano fundamental.
El jurado que otorgó el premio estuvo integrado por Erika Luters (Chile), Fernando Ruiz (Argentina), Eduardo Ulibarri (Costa Rica), Carlos Lauría (Argentina), Andrés Cañizález (Venezuela), César Ricaurte (Ecuador) y Hugo Machín (Uruguay).
El Jurado premió al foto-periodista Omar Rodríguez Saludes destacando que a través de su lente captó desde 1995 lo que el mundo no ve y lo que el régimen se empeña en tapar. Las destartaladas calles habaneras, la pobreza y la miseria en la que viven miles de cubanos quedaron registradas gracias a su labor. Su tarea no fue fácil ya que debía conseguir sacar los rollos fotográficos, sin revelar, sólo gracias a la buena voluntad de viajeros anónimos que los llevaban a la agencia Nueva Prensa Cubana. Su condena a 27 años de prisión es la pena más larga contra un periodista independiente.
Por su parte, en el Premio a Ricardo González Alfonso, quien se encuentra cumpliendo una condena de 20 años de prisión, el Jurado destacó que al momento de la detención de Ricardo, la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que él dirigía, monitoreaba los abusos que el régimen realizaba contra los periodistas. Cuando un periodista, en cualquier zona del país, era agredido, detenido, demorado, encarcelado, o lo que fuera, se alertaba rápidamente a Ricardo o a alguien que estuviese en la Márquez Sterling, para emitir algún comunicado en su defensa. Por esa tarea, Ricardo se convirtió en el corresponsal de Reporteros sin Fronteras en Cuba.
Además, aunque no es periodista profesional, el Jurado también decidió otorgarle este Premio a Guillermo Fariñas, por considerar que decidió ejercer la actividad periodística, y asumir los riesgos asociados a ella, como una forma de impulsar el ejercicio de la libertad de expresión en Cuba. Su decisión le hizo enfrentar la represión gubernamental, al igual que otros ciudadanos que, desde distintas posiciones y actividades, han desafiado los controles totalitarios del régimen. Debido al ahogo oficial, y como forma de protesta por la permanencia en las cárceles de una serie de prisioneros de conciencia gravemente enfermos, Fariñas acudió al método más extremo y riesgoso de expresarse: poner en riesgo su vida, mediante una huelga de hambre. Con esta opción, no solo honra el sentido de solidaridad humana con los prisioneros de conciencia en Cuba, sino, también, con el ímpetu de los seres humanos por poder expresar abiertamente sus adhesiones o rechazos en las circunstancias más extremas.
La Red Puente Democrático Latinoamericano otorgó el Premio 2010 a la Libertad de Expresión en Cuba a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas
El gobierno cubano es enemigo declarado de la libertad de expresión. Ejercerla en la isla implica tener gran valentía y asumir enormes riesgos. Para destacar la labor de los cubanos que, a pesar de tan grandes obstáculos, intentan expresarse libremente y permitir que sus compatriotas tengan acceso a información y opiniones independientes, la Red Puente Democrático Latinoamericano ha creado el Premio a la Libertad de Expresión en Cuba. Este año, en su primera edición y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Libertad de Expresión, se otorgó el Premio a Omar Rodríguez Saludes, Ricardo González Alfonso y Guillermo Fariñas, los cuales se han destacado por la defensa e impulso de ese derecho humano fundamental.
El jurado que otorgó el premio estuvo integrado por Erika Luters (Chile), Fernando Ruiz (Argentina), Eduardo Ulibarri (Costa Rica), Carlos Lauría (Argentina), Andrés Cañizález (Venezuela), César Ricaurte (Ecuador) y Hugo Machín (Uruguay).
El Jurado premió al foto-periodista Omar Rodríguez Saludes destacando que a través de su lente captó desde 1995 lo que el mundo no ve y lo que el régimen se empeña en tapar. Las destartaladas calles habaneras, la pobreza y la miseria en la que viven miles de cubanos quedaron registradas gracias a su labor. Su tarea no fue fácil ya que debía conseguir sacar los rollos fotográficos, sin revelar, sólo gracias a la buena voluntad de viajeros anónimos que los llevaban a la agencia Nueva Prensa Cubana. Su condena a 27 años de prisión es la pena más larga contra un periodista independiente.
Por su parte, en el Premio a Ricardo González Alfonso, quien se encuentra cumpliendo una condena de 20 años de prisión, el Jurado destacó que al momento de la detención de Ricardo, la Sociedad Profesional Márquez Sterling, que él dirigía, monitoreaba los abusos que el régimen realizaba contra los periodistas. Cuando un periodista, en cualquier zona del país, era agredido, detenido, demorado, encarcelado, o lo que fuera, se alertaba rápidamente a Ricardo o a alguien que estuviese en la Márquez Sterling, para emitir algún comunicado en su defensa. Por esa tarea, Ricardo se convirtió en el corresponsal de Reporteros sin Fronteras en Cuba.
Además, aunque no es periodista profesional, el Jurado también decidió otorgarle este Premio a Guillermo Fariñas, por considerar que decidió ejercer la actividad periodística, y asumir los riesgos asociados a ella, como una forma de impulsar el ejercicio de la libertad de expresión en Cuba. Su decisión le hizo enfrentar la represión gubernamental, al igual que otros ciudadanos que, desde distintas posiciones y actividades, han desafiado los controles totalitarios del régimen. Debido al ahogo oficial, y como forma de protesta por la permanencia en las cárceles de una serie de prisioneros de conciencia gravemente enfermos, Fariñas acudió al método más extremo y riesgoso de expresarse: poner en riesgo su vida, mediante una huelga de hambre. Con esta opción, no solo honra el sentido de solidaridad humana con los prisioneros de conciencia en Cuba, sino, también, con el ímpetu de los seres humanos por poder expresar abiertamente sus adhesiones o rechazos en las circunstancias más extremas.