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Defensa y promoción de la institucionalidad democrática en la Argentina
Maud Daverio de Cox: Adiós a una heroína
Deja un tremendo legado, de coraje cívico, solidaridad y compromiso genuino en la defensa de los derechos humanos. Nunca se olvidará cuando enfrentó al dictador chileno Augusto Pinochet, en la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Santiago de Chile, y mirándolo a la cara le dijo «asesino».Por Gabriel C. Salvia
Mientras otros miraban para otro lado, indiferentes frente al sufrimiento ajeno y a un contexto de represión política que calificaba a la Argentina en 1977 como No Libre, al igual que Cuba, hubo personas durante la dictadura militar argentina que hicieron la diferencia. Es cierto que la mayoría de las personas no pudieran saber lo que realmente pasaba, el terrorismo de Estado, pero es difícil entender que periodistas y abogados, por ejemplo, no lo supieran. Muchos no lo quisieron ver en una actitud moralmente reprochable.
Una de las personas que entendió lo que pasaba, comprometiéndose en las denuncias de violaciones de derechos humanos, en la solidaridad con las víctimas y sus familiares, fue Maud Daverio de Cox.
Maud acompañó siempre la heroica labor periodística y humanitaria de su esposo, Robert John Cox (Bob Cox), director entonces del Buenos Aires Herald; al tiempo que criaba y cuidaba a sus hijos; y también cumplió un rol activo intercediendo ante los militares por los abusos de derechos humanos. Además, dejó en evidencia a muchos que hacían de forma deliberada oídos sordos frente a las atrocidades que sucedían en la Argentina, entre ellos, influyentes periodistas.
Además de la detención de su esposo Bob, por cuya liberación intercedió el entonces presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, Maud y su familia recibieron la amenaza a uno de sus hijos, lo cual terminó forzando su exilio siendo acompañados hasta Ezeiza por el embajador de Suecia para brindarles protección.
En su libro "Salvados: a 45 años de la dictadura" (Voria Stefanovcky Editores), Maud narra con lujo de detalles la experiencia vivida en los años de plomo, una lectura fundamental para entender lo que pasó durante la dictadura militar y el comportamiento de la sociedad más acomodada.
Doctora en literatura comparada de la Universidad de Carolina del Sur y profesora de literatura francesa en la Universidad de Charleston, Maud continuó pendiente de la política argentina, que seguía con pasión, y participando junto a su compañero de vida en actividades sobre la Memoria de la última dictadura militar.
Maud había nacido el 3 de julio de 1931 y falleció el pasado 1 de diciembre. Además de "Salvados", publicó "Sueños, misterios y fantasmas de Buenos Aires" (2006), "El exilio y el otro" (2009), "Memorias desde el puente Oberbaum" (2013) y "Testimonio del antiguo pueblo de San Martín" (2017).
Deja un tremendo legado, de coraje cívico, solidaridad y compromiso genuino en la defensa de los derechos humanos. Nunca se olvidará cuando enfrentó al dictador chileno Augusto Pinochet, en la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Santiago de Chile, y mirándolo a la cara le dijo “asesino”.
Se fue una heroína, esa clase de persona que en lugar de mirar al otro lado se la jugó junto a su esposo y ambos hicieron la diferencia. La clase de personas que en este mundo hacen falta y cuyo legado es inspirador para la defensa de los derechos humanos.
Gabriel C. SalviaDirector GeneralActivista de derechos humanos enfocado en la solidaridad democrática internacional. En 2024 recibió el Premio Gratias Agit del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa. Es autor de los libros "Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional" (2024) y "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). Además, compiló varios libros, entre ellos "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021), "Desafíos para el fortalecimiento democrático en la Argentina" (2015), "Un balance político a 30 años del retorno a la democracia en Argentina" (2013) y "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), Sus columnas de opinión han sido publicadas en varios medios en español. Actualmente publica en Clarín, Perfil, Infobae y La Nación, de Argentina. Ha participado en eventos internacionales en América Latina, África, Asia, Europa, los Balcanes y en Estados Unidos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista, trabajó entre 1992 y 1997 en gráfica, radio y TV especializado en temas parlamentarios, políticos y económicos, y posteriormente contribuyó con entrevistas en La Nación y Perfil.
Mientras otros miraban para otro lado, indiferentes frente al sufrimiento ajeno y a un contexto de represión política que calificaba a la Argentina en 1977 como No Libre, al igual que Cuba, hubo personas durante la dictadura militar argentina que hicieron la diferencia. Es cierto que la mayoría de las personas no pudieran saber lo que realmente pasaba, el terrorismo de Estado, pero es difícil entender que periodistas y abogados, por ejemplo, no lo supieran. Muchos no lo quisieron ver en una actitud moralmente reprochable.
Una de las personas que entendió lo que pasaba, comprometiéndose en las denuncias de violaciones de derechos humanos, en la solidaridad con las víctimas y sus familiares, fue Maud Daverio de Cox.
Maud acompañó siempre la heroica labor periodística y humanitaria de su esposo, Robert John Cox (Bob Cox), director entonces del Buenos Aires Herald; al tiempo que criaba y cuidaba a sus hijos; y también cumplió un rol activo intercediendo ante los militares por los abusos de derechos humanos. Además, dejó en evidencia a muchos que hacían de forma deliberada oídos sordos frente a las atrocidades que sucedían en la Argentina, entre ellos, influyentes periodistas.
Además de la detención de su esposo Bob, por cuya liberación intercedió el entonces presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, Maud y su familia recibieron la amenaza a uno de sus hijos, lo cual terminó forzando su exilio siendo acompañados hasta Ezeiza por el embajador de Suecia para brindarles protección.
En su libro "Salvados: a 45 años de la dictadura" (Voria Stefanovcky Editores), Maud narra con lujo de detalles la experiencia vivida en los años de plomo, una lectura fundamental para entender lo que pasó durante la dictadura militar y el comportamiento de la sociedad más acomodada.
Doctora en literatura comparada de la Universidad de Carolina del Sur y profesora de literatura francesa en la Universidad de Charleston, Maud continuó pendiente de la política argentina, que seguía con pasión, y participando junto a su compañero de vida en actividades sobre la Memoria de la última dictadura militar.
Maud había nacido el 3 de julio de 1931 y falleció el pasado 1 de diciembre. Además de "Salvados", publicó "Sueños, misterios y fantasmas de Buenos Aires" (2006), "El exilio y el otro" (2009), "Memorias desde el puente Oberbaum" (2013) y "Testimonio del antiguo pueblo de San Martín" (2017).
Deja un tremendo legado, de coraje cívico, solidaridad y compromiso genuino en la defensa de los derechos humanos. Nunca se olvidará cuando enfrentó al dictador chileno Augusto Pinochet, en la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Santiago de Chile, y mirándolo a la cara le dijo “asesino”.
Se fue una heroína, esa clase de persona que en lugar de mirar al otro lado se la jugó junto a su esposo y ambos hicieron la diferencia. La clase de personas que en este mundo hacen falta y cuyo legado es inspirador para la defensa de los derechos humanos.