La exagerada realidad de la Franja y la Ruta
Participar del proyecto no garantiza por sí mismo la inversión, acceso a financiación o más comercio con China, pero vincularse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta es una señal de lealtad a Pekín. Y esto puede ser importante hasta cierto punto: la política puede prevalecer sobre la lógica comercial en un Estado leninista de partido único y Pekín utiliza tanto la coerción como la recompensa económica para incentivar el apoyo a sus posiciones.