“Invitar a Cuba a la Cumbre de las Americas no merece ni discusión y en su lugar habría que debatir si los países del ALBA están respetando la Carta Democrática Interamericana”

Durante la presentación del libro “Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba”, realizada en la sede del Instituto de Ciencia Política en Bogotá, Colombia, el titular de CADAL expresó que “la participación en la Cumbre de las Americas de un país con un régimen de partido único, es decir una dictadura, no merecería ni discusión”.

Durante la presentación del libro “Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba”, realizada en la sede del Instituto de Ciencia Política en Bogotá, Colombia, Gabriel Salvia desafió a los países del ALBA y criticó los límites a las convicciones democráticas en América Latina.

Para Salvia, “la participación en la Cumbre de las Americas de un país con un régimen de partido único, es decir una dictadura, no merecería ni discusión”. El presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) advirtió que “este absurdo planteo de Rafael Correa demuestra los límites a las convicciones democráticas en la región. En su lugar debería discutirse si los países del ALBA están respetando la Carta Democrática Interamericana, empezando por su artículo primero”.

Salvia desafió a los países del ALBA a demostrar el supuesto apoyo general a la dictadura cubana y al “anti-imperialismo” en la región, exigiendo que para integrar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) los países miembros deban renunciar a la OEA: “No se si incluso todos los países del ALBA aceptarían esa exigencia y sería la única manera de obligar a posicionarse a las democracias latinoamericanas”.

El titular de CADAL calificó a la CELAC como “una OEA subdesarrollada” y planteó lo grotesco que resulta que los países de América Latina condenen el ‘bloqueo’ norteamericano a Cuba y al mismo tiempo contemplen la utilización de esa sanción en el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de UNASUR sobre Compromiso con la Democracia".

En el artículo 4º inciso b, la cláusula democrática de la UNASUR, adoptada luego por la CELAC y el MERCOSUR, dispone que en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden democrático, entre otras medidas destinadas a restablecer el proceso político institucional democrático, el “Cierre parcial o total de las fronteras terrestres, incluyendo la suspensión y/o limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros”.

A diferencia del embargo económico dispuesto por el Congreso de los Estados Unidos a Cuba, el cual exceptúa a los alimentos y medicamentos, para Salvia esta disposición impulsada por los países de antidemocráticos del ALBA es claramente un bloqueo: “Deberían renunciar todos los Cancilleres de los países que lo suscribieron, pues además de hipócritas no saben nada de derecho internacional”.