Diálogo Latino Cubano
Promoción de la Apertura Política en Cuba
Inédita experiencia democrática: Del partido único en Cuba al debate plural de candidatos presidenciales en la Argentina
Es impactante para nosotros, los cubanos, tan limitados en el tema democracia, con un gran número de imposiciones de pensamiento en cuanto a economía, política, derechos y casi todo; escuchar a los cinco candidatos a la presidencia de la Argentina, cómo exponen sus posiciones políticas, sus ideas para implementar en el gobierno de llegar al mayor puesto ejecutivo del país, pero con puntos de vista totalmente distintos.Por Katrina Castro Menéndez
Acabo de presenciar uno de mis momentos más democráticos: seguir el primer debate presidencial en la República Argentina. Desde que vivo en este país que me ha acogido, he tenido la posibilidad de presenciar el debate presidencial de los candidatos en los Estados Unidos de América, pero por mi limitado conocimiento en este nuevo idioma que me cuesta, no lo he disfrutado tanto como el de Argentina.
Es impactante para nosotros, los cubanos, tan limitados en el tema democracia, con un gran número de imposiciones de pensamiento en cuanto a economía, política, derechos y casi todo; escuchar a los cinco candidatos a la presidencia de la Argentina, cómo exponen sus posiciones políticas, sus ideas para implementar en el gobierno de llegar al mayor puesto ejecutivo del país, pero con puntos de vista totalmente distintos, muy independiente de que sean exitosamente implementadas durante el correspondiente y deseado mandato de cuatro años.
Resulta emocionante observar a los cinco candidatos: Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad), Patricia Bullrich (Juntos por el cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Javier Milei (La Libertad avanza) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), que representan a ideas que van de la izquierda a la derecha, pasando por el centro político, discutir entre ellos en cuanto a las directrices que deben imperar en el gobierno y, por tanto, a la sociedad; sometiéndose al escrutinio popular, en busca de sus votos para llegar al puesto deseado por todos ellos.
Qué bien se ha de sentir el derecho de escoger a quien te va a representar a nivel de país, quien defenderá tus intereses más afines, ya sean de izquierda, de derecha, de centro, porque lo importante es la posibilidad de elegir libremente, de ejercer la soberanía popular, de participar activamente en la vida política de tu país, situación que nosotros, los cubanos, no conocemos, ya que la última vez que se tuvo la posibilidad real de votar por distintos candidatos presidenciales fue en el año 1948.
Cuantas generaciones con ese derecho coactado, con fundado temor de expresar realmente sus pensamientos, sus intereses, que en la mayoría de la población coinciden, pero cada vez se distancia más de los intereses de ese gobierno impuesto, que da pena compararlo con gobiernos democráticos porque ya todos los ciudadanos de esa isla, tanto los que han logrado “escapar”, como los que siguen “encarcelados” en el interior del archipiélago, tenemos claro que quienes tienen secuestrado el Poder en el país no es más que una dictadura macabra, malvada, cuidadora de sus propios intereses a costa de la miseria y desesperación de su pueblo.
Es válido señalar que Cuba ha sido parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante 15 años, con aspiraciones a continuar en esa posición durante tres años más, a pesar de tener un gobierno que viola los derechos humanos de su población, irrespetando con régimen constitucional de partido único el artículo 21 de la propia Declaración que estipula que “Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto y otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”
Los cubanos, al igual que los argentinos y los ciudadanos de otros países democráticos, también tenemos distintas ideas. Hay comunistas, pero como quedó evidenciado el 11J del 2021 también hay miles de ciudadanos de Cuba que no comparten la ideología oficial. Pero esa representación plural de Cuba no puede expresarse ni como opinión, ni mucho menos en unas elecciones libres, porque gobierna una dictadura militar. Por eso es importante que quienes pueden elegir libremente a sus autoridades reclamen por ese mismo derecho humano para los cubanos, que también merecemos vivir en democracia.
Katrina Castro MenéndezLicenciada en Derecho (Universidad de La Habana) con una Maestría en Derechos Humanos (Universidad Autónoma de San Luis Potosí). Tiene un Diplomado en “La Suprema Corte y los Derechos Humanos” (Casa de la Cultura Jurídica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, México) y en Fundamentos de Seguridad Social Integral (Universidad de Medellín, Colombia). Fue Jueza Penalista en el Tribunal Municipal Popular de Centro Habana, Jueza Presidenta de la Sección Penal del Tribunal Municipal Popular de Matanzas y Abogada defensora en el Bufete Colectivo del municipio Centro Habana.
Acabo de presenciar uno de mis momentos más democráticos: seguir el primer debate presidencial en la República Argentina. Desde que vivo en este país que me ha acogido, he tenido la posibilidad de presenciar el debate presidencial de los candidatos en los Estados Unidos de América, pero por mi limitado conocimiento en este nuevo idioma que me cuesta, no lo he disfrutado tanto como el de Argentina.
Es impactante para nosotros, los cubanos, tan limitados en el tema democracia, con un gran número de imposiciones de pensamiento en cuanto a economía, política, derechos y casi todo; escuchar a los cinco candidatos a la presidencia de la Argentina, cómo exponen sus posiciones políticas, sus ideas para implementar en el gobierno de llegar al mayor puesto ejecutivo del país, pero con puntos de vista totalmente distintos, muy independiente de que sean exitosamente implementadas durante el correspondiente y deseado mandato de cuatro años.
Resulta emocionante observar a los cinco candidatos: Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad), Patricia Bullrich (Juntos por el cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Javier Milei (La Libertad avanza) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), que representan a ideas que van de la izquierda a la derecha, pasando por el centro político, discutir entre ellos en cuanto a las directrices que deben imperar en el gobierno y, por tanto, a la sociedad; sometiéndose al escrutinio popular, en busca de sus votos para llegar al puesto deseado por todos ellos.
Qué bien se ha de sentir el derecho de escoger a quien te va a representar a nivel de país, quien defenderá tus intereses más afines, ya sean de izquierda, de derecha, de centro, porque lo importante es la posibilidad de elegir libremente, de ejercer la soberanía popular, de participar activamente en la vida política de tu país, situación que nosotros, los cubanos, no conocemos, ya que la última vez que se tuvo la posibilidad real de votar por distintos candidatos presidenciales fue en el año 1948.
Cuantas generaciones con ese derecho coactado, con fundado temor de expresar realmente sus pensamientos, sus intereses, que en la mayoría de la población coinciden, pero cada vez se distancia más de los intereses de ese gobierno impuesto, que da pena compararlo con gobiernos democráticos porque ya todos los ciudadanos de esa isla, tanto los que han logrado “escapar”, como los que siguen “encarcelados” en el interior del archipiélago, tenemos claro que quienes tienen secuestrado el Poder en el país no es más que una dictadura macabra, malvada, cuidadora de sus propios intereses a costa de la miseria y desesperación de su pueblo.
Es válido señalar que Cuba ha sido parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante 15 años, con aspiraciones a continuar en esa posición durante tres años más, a pesar de tener un gobierno que viola los derechos humanos de su población, irrespetando con régimen constitucional de partido único el artículo 21 de la propia Declaración que estipula que “Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto y otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”
Los cubanos, al igual que los argentinos y los ciudadanos de otros países democráticos, también tenemos distintas ideas. Hay comunistas, pero como quedó evidenciado el 11J del 2021 también hay miles de ciudadanos de Cuba que no comparten la ideología oficial. Pero esa representación plural de Cuba no puede expresarse ni como opinión, ni mucho menos en unas elecciones libres, porque gobierna una dictadura militar. Por eso es importante que quienes pueden elegir libremente a sus autoridades reclamen por ese mismo derecho humano para los cubanos, que también merecemos vivir en democracia.