Al contrario de los crónicos problemas económicos y sociales de la isla, al menos la industria farmacéutica cubana, una gran apuesta del régimen, ha demostrado resultados satisfactorios. El más reciente ha sido el desarrollo de varias vacunas contra el Covid-19. El objetivo del gobierno es fomentar la exportación tanto de estas vacunas como de otros prometedores avances.

Por Alejandro Saavedra

Tras el estallido de la pandemia en 2020, Cuba fue uno de los primeros países en contar con sus propias vacunas contra el coronavirus y en estar en capacidad de vacunar a su población. Desde entonces ha desarrollado cinco candidatos vacunales contra el Covid-19: Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa.

De los 11 millones de habitantes de la isla, hacia mediados de agosto de 2022 unos diez millones tenían el esquema de vacunación completo, lo que representaba el 90,1% de la población, según datos obtenidos del sitio oficial del Ministerio de Salud Pública.

La producción y exportación de estas vacunas es una de las apuestas del gobierno cubano para fortalecer su economía. Ya comenzó a exportarlas a Vietnam, Venezuela, Irán y Nicaragua, además de solicitar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que avale sus vacunas, lo que le permitiría que estén disponibles para el resto del mundo.

Irán ya comenzó a producir la Soberana 02 y en abril de este año la empresa Adienne Pharma & Biotech y la Agencia para el Intercambio Económico y Cultural con Cuba, ambas de Italia, suscribieron un memorando que permitirá formular, llenar y envasar la vacuna en ese país.

Según la Autoridad Reguladora de Medicamentos y Vacunas cubana, Cecmed, el esquema de dosis de Soberana 02 y una de refuerzo de Soberna Plus demostró tener una eficacia de 91,2%, mientras que el esquema de tres dosis de la vacuna Abdala tiene una eficacia del 92,8%. Cuba es uno de los países que no forma parte del mecanismo Covax, aunque ha hecho gestiones para incorporarse al mismo.

Otros avances

El sector biotecnológico ha desarrollado otros medicamentos que gozan de gran prestigio como el Heberprot-B, utilizado en el tratamiento del pie diabético, y CIMAVAX, una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, desarrollada por el Centro de Inmunología Molecular. En los ensayos clínicos para este medicamento están interesados Japón, Estados Unidos y algunos países de Europa, y ha contado con la colaboración del Instituto Roswell Park de Nueva York.

El sector trabaja en el desarrollo de otros medicamentos como Savax y Heberferón, ambos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). El primero de ellos realizó una primera fase del estudio en humanos para tumores sólidos ubicados en diferentes partes del cuerpo.

Este proyecto está incluido en un contrato con una empresa mixta del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología en China, lo que evidencia que el gobierno cubano no solo cifra sus esperanzas en las vacunas contra el Covid 19 para fortalecer su economía, si no que hace una apuesta fuerte por la industria biotecnológica y el desarrollo de medicamentos en ese sentido.

Por su parte, el Heberferón está destinado para el tratamiento del carcinoma basocelular, el cáncer de piel más frecuente. A la vez el mismo Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología trabaja en el desarrollo de un medicamento contra el cáncer de mama.  

Prestigio y divisas

Evidentemente para la economía es muy importante el desarrollo de estos productos y apuesta a que sean un éxito para que su economía mejore, teniendo en cuenta lo que representarían estos logros a nivel mundial y la alta demanda que pudieran tener, tanto como las vacunas contra el Covid 19, al extremo de que Estados Unidos, más allá del embargo, muestra interés en ellos.

El nivel de la ciencia cubana es alto, es una de las ramas que el gobierno cubano ha priorizado históricamente y cuenta con reconocimiento regional y mundial.

Muy pocos países del tercer mundo, por no decir que Cuba es el único que lo ha logrado, han podido desarrollar sus propias vacunas y medicamentos contra el Covid 19, ni siquiera economías mucho más fuertes como las de Brasil y Sudáfrica. De hecho, muy pocos países del primer mundo lo han hecho, lo que coloca sin lugar a dudas al país en una posición de privilegio.

Cuenta con una industria farmacéutica fuerte, que, aunque se ve afectada debido al embargo para adquirir materias primas, como bien hemos dicho es capaz de ahorrarle al país millones de dólares en importaciones de medicamentos.

Además, durante la pandemia Cuba comenzó a producir sus propios ventiladores pulmonares y logró llegar a producir cinco modelos. Igualmente comenzaron a producirse gafas protectoras y otros aditamentos necesarios para la protección del personal de salud.

Alejandro Saavedra (seudónimo) es activista y periodista independiente cubano.

 

Alejandro Saavedra

Alejandro Saavedra (seudónimo) es activista y periodista independiente cubano.