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Promoción de la Apertura Política en Cuba
El régimen cubano “homenajeó” a Goebbels en Ginebra
El pasado 5 de febrero se realizó el Examen Periódico Universal sobre Cuba en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. El “miente, miente, que algo quedará”, fue la herramienta que utilizaron los funcionarios de la dictadura cubana en su informe en Ginebra, con expresiones desopilantes.Por Gabriel C. Salvia y Pablo Brum
El pasado 5 de febrero se realizó el Examen Periódico Universal sobre Cuba en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, en cuya ocasión tan solo diez países, algo así como el cinco por ciento de los integrantes de la ONU, tuvieron la dignidad de cuestionar a la dictadura de medio siglo de los hermanos Castro.
Las democracias que ofrecieron críticas, más bien en forma de preguntas, recomendaciones y pedidos, fueron Israel, el Reino Unido, Canadá, Francia, Chile, Austria, Eslovaquia, Italia, República Checa y Holanda. Por su parte, la dictadura castrista contó con cincuenta muestras de apoyo explícito, una por cada año de dictadura, que incluyó la de los regímenes más primitivos y represivos del planeta, como Corea del Norte, Laos, Irán, Zimbabwe, Siria, Sudán, China, Bielorrusia y Uzbekistán.
En su momento se advirtió lo incoherente del Consejo de Derechos Humanos al integrarse inicialmente con dictaduras, pues como bien señala el jurista Ricardo Rojas, es como poner a los criminales a redactar el Código Penal. Por eso, el EPU sobre Cuba fue una fiesta obscena de esta dictadura, celebrada con aplausos junto a sus secuaces de los otros paraísos de la tierra y observada complaciente por una gran mayoría de países vergonzosos.
Lo del régimen cubano fue tan descarado en mentiras que terminó haciéndole un homenaje a Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler. Así, el “miente, miente, que algo quedará”, fue la herramienta que utilizaron los funcionarios de la dictadura cubana en su informe en Ginebra, con expresiones desopilantes como las que siguen:
- “La revolución hizo realidad el disfrute de todos los derechos humanos para todos los cubanos y cubanas”
- “Se garantiza plenamente un clima de libertad y democracia real”
- “No puede señalarse la existencia en Cuba de un solo caso de tortura”
- “No existen en Cuba restricciones de movimiento”
- “Todo acusado tiene derecho a la defensa”
- “En Cuba no hay presos de conciencia”
- “Cuba tiene una probada convicción humanista”
- “En Cuba se reconoce la libertad de prensa”
- “En Cuba se respeta el derecho de asociación”
- “No se permite el turismo de sexo”
Más que para reírse es para llorar. Pero la evidencia del discurso goebbeliano de los funcionarios castristas queda reflejada de manera elocuente en las siguientes afirmaciones:
- “Cuba es una sociedad libre, abierta, democrática, equitativa, en constante desarrollo y perfeccionamiento, basada en la solidaridad y la justicia social. Los cubanos disfrutan de verdadera igualdad de oportunidades”
- “Con relación a la libertad de viajar, puedo reiterar que los últimos obstáculos a la libertad de emigrar y viajar son el robo de cerebros”
Es decir, de acuerdo al régimen cubano, su país es un verdadero paraíso que les garantiza todo a sus ciudadanos, pero muchos de “sus cerebros” se quieren fugar hacia los decadentes, injustos y explotadores países capitalistas. ¿Cómo se explica esta contradicción? Muy simple: el único “logro” de la dictadura cubana es que muchos crean sus mentiras.
Gabriel C. Salvia es Presidente y Pablo Brum Investigador Asociado del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Gabriel C. Salvia y Pablo Brum
El pasado 5 de febrero se realizó el Examen Periódico Universal sobre Cuba en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, en cuya ocasión tan solo diez países, algo así como el cinco por ciento de los integrantes de la ONU, tuvieron la dignidad de cuestionar a la dictadura de medio siglo de los hermanos Castro.
Las democracias que ofrecieron críticas, más bien en forma de preguntas, recomendaciones y pedidos, fueron Israel, el Reino Unido, Canadá, Francia, Chile, Austria, Eslovaquia, Italia, República Checa y Holanda. Por su parte, la dictadura castrista contó con cincuenta muestras de apoyo explícito, una por cada año de dictadura, que incluyó la de los regímenes más primitivos y represivos del planeta, como Corea del Norte, Laos, Irán, Zimbabwe, Siria, Sudán, China, Bielorrusia y Uzbekistán.
En su momento se advirtió lo incoherente del Consejo de Derechos Humanos al integrarse inicialmente con dictaduras, pues como bien señala el jurista Ricardo Rojas, es como poner a los criminales a redactar el Código Penal. Por eso, el EPU sobre Cuba fue una fiesta obscena de esta dictadura, celebrada con aplausos junto a sus secuaces de los otros paraísos de la tierra y observada complaciente por una gran mayoría de países vergonzosos.
Lo del régimen cubano fue tan descarado en mentiras que terminó haciéndole un homenaje a Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de la Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler. Así, el “miente, miente, que algo quedará”, fue la herramienta que utilizaron los funcionarios de la dictadura cubana en su informe en Ginebra, con expresiones desopilantes como las que siguen:
- “La revolución hizo realidad el disfrute de todos los derechos humanos para todos los cubanos y cubanas”
- “Se garantiza plenamente un clima de libertad y democracia real”
- “No puede señalarse la existencia en Cuba de un solo caso de tortura”
- “No existen en Cuba restricciones de movimiento”
- “Todo acusado tiene derecho a la defensa”
- “En Cuba no hay presos de conciencia”
- “Cuba tiene una probada convicción humanista”
- “En Cuba se reconoce la libertad de prensa”
- “En Cuba se respeta el derecho de asociación”
- “No se permite el turismo de sexo”
Más que para reírse es para llorar. Pero la evidencia del discurso goebbeliano de los funcionarios castristas queda reflejada de manera elocuente en las siguientes afirmaciones:
- “Cuba es una sociedad libre, abierta, democrática, equitativa, en constante desarrollo y perfeccionamiento, basada en la solidaridad y la justicia social. Los cubanos disfrutan de verdadera igualdad de oportunidades”
- “Con relación a la libertad de viajar, puedo reiterar que los últimos obstáculos a la libertad de emigrar y viajar son el robo de cerebros”
Es decir, de acuerdo al régimen cubano, su país es un verdadero paraíso que les garantiza todo a sus ciudadanos, pero muchos de “sus cerebros” se quieren fugar hacia los decadentes, injustos y explotadores países capitalistas. ¿Cómo se explica esta contradicción? Muy simple: el único “logro” de la dictadura cubana es que muchos crean sus mentiras.
Gabriel C. Salvia es Presidente y Pablo Brum Investigador Asociado del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).