Artículos
Corea del Norte bajo la lupa
Tres medidas concretas con las que Estados Unidos podría ayudar a los refugiados norcoreanos
(Committee for Human Rights in North Korea, HRNK) Al lidiar con Corea del Norte, las preocupaciones por el desarme nuclear suelen prevalecer sobre la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, hay antecedentes de lo contrario: tanto los gobiernos demócratas como los republicanos encontraron en su momento la forma de hablar de derechos humanos con la Unión Soviética aunque al mismo tiempo estuvieran negociando acuerdos sobre armas nucleares con sus líderes. En este caso, la situación de los refugiados-desertores norcoreanos es uno de los asuntos en los que Washington tiene más margen para dar pasos concretos incluso sin la improbable colaboración de Pyongyang y Beijing.Por Committee for Human Rights in North Korea, HRNK
(Committee for Human Rights in North Korea, HRNK) Estados Unidos podría plantear sus preocupaciones respecto de los derechos humanos y buscar acuerdos en asuntos específicos como: 1) reunificaciones familiares aceleradas y ampliadas; 2) supervisión internacional de la distribución de alimentos para garantizar que llegue a los destinatarios previstos; 3) despenalización de los movimientos dentro de Corea del Norte y a través de la frontera, y fin de la persecución de aquellos que regresan voluntariamente o son obligados a regresar a Corea del Norte; 4) liberación de los hijos inocentes y de los familiares de condenados por delitos políticos; 5) acceso a los presos por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja, el Programa Mundial de Alimentos y otras agencias internacionales; 6) revisión de los casos de presos de conciencia con el Comité Internacional de la Cruz Roja o Amnistía Internacional con vistas a su liberación; y 7) identificación y provisión de un recuento completo de prisioneros de la Guerra de Corea y secuestrados desaparecidos de Corea del Sur, Japón y otras naciones. Si bien estos pasos no abordan la gama completa de abusos contra los derechos humanos cometidos por Corea del Norte, representan asuntos que se pueden plantear en negociaciones con el régimen.
1. Persuadir a China para que respete los derechos de los refugiados norcoreanos
Los norcoreanos que intentan desplazarse dentro de su propio país en busca de alimentos, medicinas y trabajo a menudo han sido arrestados y detenidos. Al mismo tiempo, el gobierno se niega a reconocer el derecho fundamental de las personas a salir de su país y regresar a él. Durante más de dos décadas, los norcoreanos han estado huyendo del país debido a las privaciones económicas y la persecución política. Ya sea que se les obligue a regresar a Corea del Norte o que regresen voluntariamente, están sujetos a detención, castigo, encarcelamiento y, a veces, ejecución.
Debido a su temor razonable de ser perseguidas al regresar a Corea del Norte, todas las personas que huyen de Corea del Norte bien pueden calificar como “refugiados sur place” (en el contexto global, es una persona que no es refugiado cuando sale de su país de origen, pero que se convierte en refugiado, es decir, adquiere un temor fundado de persecución, en una fecha posterior) y merecer las protecciones que el derecho internacional exige para los refugiados. El derecho internacional, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre los Refugiados de 1951, prohíbe estricta y específicamente la repatriación forzosa de una persona a otro Estado cuando existan motivos fundados para creer que estaría en peligro de ser torturada o perseguida.
China repatria a los norcoreanos sin permitirles ningún acceso a un proceso de selección mediante el cual se puedan evaluar sus solicitudes de estatus de refugiado. La repatriación de norcoreanos no solo conduce a su encarcelamiento y otros abusos, sino que también fomenta el tráfico; obligando a las mujeres norcoreanas que temen la repatriación a matrimonios forzados, prostitución y abuso físico y psicológico.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a menudo ha solicitado tener acceso a los norcoreanos para determinar su estatus, pero China ha restringido su acceso y, a su vez, el de los norcoreanos a las oficinas del ACNUR en Beijing. Estados Unidos debe brindar todo su apoyo a los llamamientos del ACNUR y movilizar a otros gobiernos para que hagan lo mismo a fin de garantizar que se respeten las disposiciones de la Convención de Refugiados de 1951 y se mejore el trabajo de esta agencia de la ONU. Estados Unidos también debería plantear a China la necesidad de respetar los derechos de las mujeres norcoreanas que se quedan en China para criar a sus familias y permitirles a estas residentes un estatus legal para ellas y sus hijos.
2. Crear un programa de asilo para refugiados de Corea del Norte
No hay motivo para que China deba asumir la carga de reasentar a todos los refugiados norcoreanos. Estados Unidos debería trabajar con Corea del Sur y países de todo el mundo para establecer acuerdos multilaterales de primer asilo, como se hizo con los boat people vietnamitas a fines de la década de 1970. Deben negociarse acuerdos con los países de la región para proporcionar asilo temporal a estos refugiados con la seguridad de que serán reasentados permanentemente en otro lugar.
Se debe apoyar a Corea del Sur en sus esfuerzos por otorgar asilo a los refugiados norcoreanos que llegan a sus embajadas y consulados en el extranjero, ya que su Constitución protege los derechos de los norcoreanos que huyen al extranjero. Dadas las conexiones especiales entre Mongolia y las Coreas, se debe alentar al gobierno de Mongolia a que desempeñe un papel más activo en la concesión de asilo y la facilitación del reasentamiento en un tercer país. Estados Unidos también debería iniciar el desarrollo de un plan internacional con ACNUR para una posible crisis de refugiados en caso de desestabilización política en Corea del Norte.
3. Dar oportunidades para que los refugiados norcoreanos ayuden a sus compatriotas
Nadie sabe mejor cómo lograr reformas en Corea del Norte que los desertores de Corea del Norte. Ahora que tienen la libertad de expresarse, deben ser considerados un excelente recurso para conocer más sobre cómo funcionan las fuerzas armadas, el partido, los servicios de seguridad y el gobierno, las condiciones actuales de derechos humanos en Corea del Norte, incluso en las prisiones, y cómo llevar a cabo reformas.
Estados Unidos deberían ayudar a desarrollar un cuerpo formado de expertos y líderes potenciales que luego podrían regresar a Corea del Norte. Debería crear un programa de becas para estudiar en Estados Unidos para los norcoreanos que han huido, y también expandirlo para incluir a los norcoreanos a quienes se les permita viajar al extranjero a estudiar. Corea del Norte ha permitido que algunos estudiantes estudien en China, India y Australia. El Congreso de Estados Unidos debería establecer un programa que aliente a los estudiantes norcoreanos a asistir a escuelas en Estados Unidos. Un programa similar durante el período del Apartheid en Sudáfrica produjo una generación de líderes que estaban preparados para tomar las riendas del liderazgo cuando surgiera la oportunidad. El gobierno estadounidense debería alentar aún más a otras naciones occidentales a invitar a norcoreanos a sus países, lo que a veces podría ser más factible desde el punto de vista político que traerlos a Estados Unidos. En términos generales, Estados Unidos deberá desarrollar múltiples canales de intercambio y contacto con el pueblo norcoreano.
[N. del E.: Publicamos aquí una selección enfocada en la situación de los refugiados norcoreanos de las diez medidas propuestas por HRNK para que Estados Unidos aborde los derechos humanos en Corea del Norte]
Traducción: Agustín Menéndez
Edición: Florencia Grieco
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de CADAL.
Committee for Human Rights in North Korea, HRNKUn grupo de reconocidos especialistas en política exterior y derechos humanos lanzó en octubre de 2001 el Committee for Human Rights in North Korea (HRNK), con sede en Washington para promover los derechos humanos en Corea del Norte.
Committee for Human Rights in North Korea, HRNK
(Committee for Human Rights in North Korea, HRNK) Estados Unidos podría plantear sus preocupaciones respecto de los derechos humanos y buscar acuerdos en asuntos específicos como: 1) reunificaciones familiares aceleradas y ampliadas; 2) supervisión internacional de la distribución de alimentos para garantizar que llegue a los destinatarios previstos; 3) despenalización de los movimientos dentro de Corea del Norte y a través de la frontera, y fin de la persecución de aquellos que regresan voluntariamente o son obligados a regresar a Corea del Norte; 4) liberación de los hijos inocentes y de los familiares de condenados por delitos políticos; 5) acceso a los presos por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja, el Programa Mundial de Alimentos y otras agencias internacionales; 6) revisión de los casos de presos de conciencia con el Comité Internacional de la Cruz Roja o Amnistía Internacional con vistas a su liberación; y 7) identificación y provisión de un recuento completo de prisioneros de la Guerra de Corea y secuestrados desaparecidos de Corea del Sur, Japón y otras naciones. Si bien estos pasos no abordan la gama completa de abusos contra los derechos humanos cometidos por Corea del Norte, representan asuntos que se pueden plantear en negociaciones con el régimen.
1. Persuadir a China para que respete los derechos de los refugiados norcoreanos
Los norcoreanos que intentan desplazarse dentro de su propio país en busca de alimentos, medicinas y trabajo a menudo han sido arrestados y detenidos. Al mismo tiempo, el gobierno se niega a reconocer el derecho fundamental de las personas a salir de su país y regresar a él. Durante más de dos décadas, los norcoreanos han estado huyendo del país debido a las privaciones económicas y la persecución política. Ya sea que se les obligue a regresar a Corea del Norte o que regresen voluntariamente, están sujetos a detención, castigo, encarcelamiento y, a veces, ejecución.
Debido a su temor razonable de ser perseguidas al regresar a Corea del Norte, todas las personas que huyen de Corea del Norte bien pueden calificar como “refugiados sur place” (en el contexto global, es una persona que no es refugiado cuando sale de su país de origen, pero que se convierte en refugiado, es decir, adquiere un temor fundado de persecución, en una fecha posterior) y merecer las protecciones que el derecho internacional exige para los refugiados. El derecho internacional, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre los Refugiados de 1951, prohíbe estricta y específicamente la repatriación forzosa de una persona a otro Estado cuando existan motivos fundados para creer que estaría en peligro de ser torturada o perseguida.
China repatria a los norcoreanos sin permitirles ningún acceso a un proceso de selección mediante el cual se puedan evaluar sus solicitudes de estatus de refugiado. La repatriación de norcoreanos no solo conduce a su encarcelamiento y otros abusos, sino que también fomenta el tráfico; obligando a las mujeres norcoreanas que temen la repatriación a matrimonios forzados, prostitución y abuso físico y psicológico.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a menudo ha solicitado tener acceso a los norcoreanos para determinar su estatus, pero China ha restringido su acceso y, a su vez, el de los norcoreanos a las oficinas del ACNUR en Beijing. Estados Unidos debe brindar todo su apoyo a los llamamientos del ACNUR y movilizar a otros gobiernos para que hagan lo mismo a fin de garantizar que se respeten las disposiciones de la Convención de Refugiados de 1951 y se mejore el trabajo de esta agencia de la ONU. Estados Unidos también debería plantear a China la necesidad de respetar los derechos de las mujeres norcoreanas que se quedan en China para criar a sus familias y permitirles a estas residentes un estatus legal para ellas y sus hijos.
2. Crear un programa de asilo para refugiados de Corea del Norte
No hay motivo para que China deba asumir la carga de reasentar a todos los refugiados norcoreanos. Estados Unidos debería trabajar con Corea del Sur y países de todo el mundo para establecer acuerdos multilaterales de primer asilo, como se hizo con los boat people vietnamitas a fines de la década de 1970. Deben negociarse acuerdos con los países de la región para proporcionar asilo temporal a estos refugiados con la seguridad de que serán reasentados permanentemente en otro lugar.
Se debe apoyar a Corea del Sur en sus esfuerzos por otorgar asilo a los refugiados norcoreanos que llegan a sus embajadas y consulados en el extranjero, ya que su Constitución protege los derechos de los norcoreanos que huyen al extranjero. Dadas las conexiones especiales entre Mongolia y las Coreas, se debe alentar al gobierno de Mongolia a que desempeñe un papel más activo en la concesión de asilo y la facilitación del reasentamiento en un tercer país. Estados Unidos también debería iniciar el desarrollo de un plan internacional con ACNUR para una posible crisis de refugiados en caso de desestabilización política en Corea del Norte.
3. Dar oportunidades para que los refugiados norcoreanos ayuden a sus compatriotas
Nadie sabe mejor cómo lograr reformas en Corea del Norte que los desertores de Corea del Norte. Ahora que tienen la libertad de expresarse, deben ser considerados un excelente recurso para conocer más sobre cómo funcionan las fuerzas armadas, el partido, los servicios de seguridad y el gobierno, las condiciones actuales de derechos humanos en Corea del Norte, incluso en las prisiones, y cómo llevar a cabo reformas.
Estados Unidos deberían ayudar a desarrollar un cuerpo formado de expertos y líderes potenciales que luego podrían regresar a Corea del Norte. Debería crear un programa de becas para estudiar en Estados Unidos para los norcoreanos que han huido, y también expandirlo para incluir a los norcoreanos a quienes se les permita viajar al extranjero a estudiar. Corea del Norte ha permitido que algunos estudiantes estudien en China, India y Australia. El Congreso de Estados Unidos debería establecer un programa que aliente a los estudiantes norcoreanos a asistir a escuelas en Estados Unidos. Un programa similar durante el período del Apartheid en Sudáfrica produjo una generación de líderes que estaban preparados para tomar las riendas del liderazgo cuando surgiera la oportunidad. El gobierno estadounidense debería alentar aún más a otras naciones occidentales a invitar a norcoreanos a sus países, lo que a veces podría ser más factible desde el punto de vista político que traerlos a Estados Unidos. En términos generales, Estados Unidos deberá desarrollar múltiples canales de intercambio y contacto con el pueblo norcoreano.
[N. del E.: Publicamos aquí una selección enfocada en la situación de los refugiados norcoreanos de las diez medidas propuestas por HRNK para que Estados Unidos aborde los derechos humanos en Corea del Norte]
Traducción: Agustín Menéndez
Edición: Florencia Grieco
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de CADAL.