Prensa
2013: hacia un nuevo mapa político en América Latina
Mientras los ojos del mundo están hoy puestos en Venezuela y el delicado estado de salud de Hugo Chávez, Ecuador, Chile, Paraguay y Honduras celebrarán comicios presidenciales con el correr de 2013. Si bien los cuatro países presentan escenarios preelectorales disímiles, todos terminarán de configurar el nuevo mapa político regional. Las tendencias que se perfilan.
Fuente: El Cronista (Argentina)
Mientras los ojos del mundo están hoy puestos en Venezuela y el delicado estado de salud de Hugo Chávez, Ecuador, Chile, Paraguay y Honduras celebrarán comicios presidenciales con el correr de 2013. Si bien los cuatro países presentan escenarios preelectorales disímiles, todos terminarán de configurar el nuevo mapa político regional. Las tendencias que se perfilan.
Por Omer Freixa
En 2012, una de las noticias de mayor trascendencia política en América latina fue, sin duda, el juicio político y la inmediata destitución del entonces presidente del Paraguay Fernando Lugo. Este hecho centra toda la expectativa política para 2013 en un país que, junto a Chile, Ecuador y Honduras, afrontará elecciones presidenciales en la región, amén de lo que ocurra, claro, en Venezuela, a la expectativa por el delicado estado de salud de Hugo Chávez. Las cuatro naciones suman un PBI de u$s 504.550 millones, del cual el que más creció el año pasado fue el ecuatoriano (7,8 %), y rondan los 47 millones de habitantes. Los tres países sudamericanos muestran escenarios políticos preelectorales bien distintos dentro de una región que, en líneas generales, se ve poco afectada por la recesión económica que golpea a los países desarrollados, y son una oportunidad para sondear cómo se configurará el mapa electoral y político en su conjunto. ¿Se perfilan tendencias en el espectro político regional de América latina?
Dinámicas internas
El calendario electoral se iniciará el 17 de febrero con la primera vuelta en Ecuador. Todo parece anunciar un triunfo electoral y la continuidad del actual presidente Rafael Correa, quien acaba de pedir licencia a partir del 15 de enero para dedicarse a su campaña. "Todo está organizado para su reelección", indica el escritor y analista político internacional Álvaro Vargas Llosa. Su modelo bolivariano se ha basado en utilizar los "colchones anticrisis" y un crecimiento artificial del nivel de actividad, a pesar de que la inversión ralea.
"Se espera que el escenario internacional le siga siendo favorable, por lo menos, hasta 2014", advierte Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso. Un triunfo oficialista es esperable porque el mandatario pudo realizar lo que necesitaba. "Ha logrado desarticular a la oposición y consolidó su poder", resume Patricio Navia, miembro del consejo académico del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Recambio es tal vez la palabra que más suena en Chile. Las cosas no han ido bien para la centroderecha y todo indica que la favorita será -si se presenta- Michelle Bachelet. La razón es que el gobierno de Sebastián Piñera, a pesar de una buena gestión económica, tiene poco apoyo popular. "Si la economía continúa bien, sea cual fuera el vencedor, es poco esperable que haya grandes cambios en los lineamientos importantes del rumbo económico", repara Abram. A pesar de los problemas de la Concertación, ésta continúa fuerte y la popularidad de la ex presidente se mantiene muy bien.
En efecto, el país tuvo presidentes de la Concertación con altos índices de popularidad (Bachelet misma) y, aunque las elecciones sean en noviembre de 2013, parece difícil que el candidato del oficialismo pueda revertir la baja aprobación de Piñera. Por lo pronto, Laurence Golborne, el ministro de Piñera que saltó a la fama con el rescate de los mineros, ya está en carrera. Las encuestas, por ahora muestran a Bachelet como la favorita.
La economía acompaña, pero la cuestión social ocupa la atención y demandará esfuerzos a quien resulte el vencedor.
"Lo más urgente es afrontar el descontento de los estudiantes que exigen una educación pública gratuita y de calidad", concluye Mauricio De Vengoechea, managing director del área de asesoramiento en campañas políticas y desarrollo de políticas públicas de Newlink Group.
Las elecciones en Paraguay suponen la normalización de una situación que dejó al país políticamente aislado, tras la destitución de Lugo en junio. Al igual que en Ecuador, el oficialismo tiene amplias posibilidades de continuar en el poder. El partido del actual presidente Federico Franco propondrá a alguien para competir contra algún candidato de los colorados y del ex presidente Lugo, quien no puede presentarse. "Su partido no cuenta con una base electoral firme", sentencia Abram.
Al margen de quien resulte ganador, el reto a futuro será el de recuperar la credibilidad y confianza en las instituciones, pero especialmente recobrar la confianza internacional tras la salida abrupta de Lugo, con un reingreso problemático al Mercosur.
Un desafío similar se presenta en la pequeña Honduras.
"El sucesor de Porfirio Lobo deberá recuperar esa confianza, además de procurar una salida al enorme problema de la inseguridad", complementa De Vengoechea.
Los casos de Paraguay y Honduras tienen otro punto en común que les otorga relevancia. "Ambos atravesaron severas crisis institucionales en 2009 y 2012 respectivamente", sentencia Ignacio Labaqui, profesor de Ciencias Sociales, Políticas y de la Comunicación de la UCA.
"Resulta que no perfila una tendencia muy clara y así se debe prestar atención más a las dinámicas internas de cada país que a los condicionantes regionales", explica Carlos Gervasoni, profesor del departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la UTDT. Son situaciones diferentes en donde los electorados están evaluando a sus gobiernos y, además, para analizar con más profundidad el mapa, debería haber elecciones en países más grandes, como en 2012 aconteció en México.
Gervasoni agrega que hacer pronósticos resulta difícil, aunque existen algunas certezas. "Si la economía funciona, los electores en 2013 probablemente votarán por candidatos que promuevan continuidad en políticas económicas", remata Navia.
Tendencias y matices
Para Abram, la región está dividida en dos. "Los países que han iniciado un camino de institucionalidad y madurez cívico-política como Chile, Perú y Uruguay y, por otro lado, las naciones que adhieren a modelos populistas, Venezuela, Bolivia y Ecuador", argumenta. Hay países que desde lo económico iniciaron una ruta de estabilidad y crecimiento sostenido como Brasil, México, Colombia, Perú y Chile. "De éstos, solo el primero tiene un gobierno socialista. Los demás son gobiernos de derecha o centro", resume el representante de Newlink.
Por último, están aquellos gobiernos más radicales de izquierda donde hay un nivel de confrontación política muy fuerte. "La Argentina, que definitivamente dejó el tren del progreso, y Venezuela, con una terrible inflación y una economía totalmente recalentada", ejemplifica.
No hay fórmulas mágicas ya que, en líneas generales, el uso de categorías de análisis implica parámetros rígidos y demasiado ideologizados. "En el momento del auge del concepto nueva izquierda, no todos los regímenes políticos encajaban en ese molde, como Colombia, Chile y México", advierte Gervasoni.
No necesariamente un partido tildado de izquierda puede gobernar como tal una vez en el poder, y eso ha sucedido. "Existe un celo para observar todo con la misma lupa", agrega.
La izquierda política en la región no es una sola. En efecto, aparecen matices cuando algunos vislumbran la existencia de diferencias en tal sentido en América latina. "Existe una izquierda democrática que, por ejemplo, lideró Da Silva y heredó Rousseff en Brasil, y otra radical más autoritaria impulsada por Hugo Chávez en Venezuela, entre otros casos", interpreta De Vengoechea.
El 2011 marcó la atención política en la Argentina tras el 54% obtenido por Cristina Kirchner y el triunfo del nacionalista Ollanta Humala en Perú. Además, otra mujer se adjudicó el triunfo en nuestro gran vecino del norte. Luego, 2012 fue el año electoral de otro gigante latinoamericano con grandes posibilidades de proyección internacional, México, y el año triunfante de Chávez en Venezuela, quien fuera reelecto asegurando entonces -aunque ahora todo es relativo- la "revolución bolivariana" de amplias consecuencias regionales.
Pero 2013 presenta casos electorales de peso menor si se compara con éstos. Paraguay es el más ilustrativo, como observa Vargas Llosa, porque no tiene suficiente peso regional como para causar impacto por sí solo. Se puede prever que las elecciones de este año estén lejos de marcar una tendencia regional como sí ocurrió en ocasiones previas, como en la Venezuela de 1999. Habría que estar atento a este país, puesto que dependiendo de la salud de Chávez y que su sistema político no permite la asunción del segundo al mando, pudiera abrirse un panorama electoral a último momento.
El Cronista (Argentina)
Mientras los ojos del mundo están hoy puestos en Venezuela y el delicado estado de salud de Hugo Chávez, Ecuador, Chile, Paraguay y Honduras celebrarán comicios presidenciales con el correr de 2013. Si bien los cuatro países presentan escenarios preelectorales disímiles, todos terminarán de configurar el nuevo mapa político regional. Las tendencias que se perfilan.
Por Omer Freixa
En 2012, una de las noticias de mayor trascendencia política en América latina fue, sin duda, el juicio político y la inmediata destitución del entonces presidente del Paraguay Fernando Lugo. Este hecho centra toda la expectativa política para 2013 en un país que, junto a Chile, Ecuador y Honduras, afrontará elecciones presidenciales en la región, amén de lo que ocurra, claro, en Venezuela, a la expectativa por el delicado estado de salud de Hugo Chávez. Las cuatro naciones suman un PBI de u$s 504.550 millones, del cual el que más creció el año pasado fue el ecuatoriano (7,8 %), y rondan los 47 millones de habitantes. Los tres países sudamericanos muestran escenarios políticos preelectorales bien distintos dentro de una región que, en líneas generales, se ve poco afectada por la recesión económica que golpea a los países desarrollados, y son una oportunidad para sondear cómo se configurará el mapa electoral y político en su conjunto. ¿Se perfilan tendencias en el espectro político regional de América latina?
Dinámicas internas
El calendario electoral se iniciará el 17 de febrero con la primera vuelta en Ecuador. Todo parece anunciar un triunfo electoral y la continuidad del actual presidente Rafael Correa, quien acaba de pedir licencia a partir del 15 de enero para dedicarse a su campaña. "Todo está organizado para su reelección", indica el escritor y analista político internacional Álvaro Vargas Llosa. Su modelo bolivariano se ha basado en utilizar los "colchones anticrisis" y un crecimiento artificial del nivel de actividad, a pesar de que la inversión ralea.
"Se espera que el escenario internacional le siga siendo favorable, por lo menos, hasta 2014", advierte Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso. Un triunfo oficialista es esperable porque el mandatario pudo realizar lo que necesitaba. "Ha logrado desarticular a la oposición y consolidó su poder", resume Patricio Navia, miembro del consejo académico del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Recambio es tal vez la palabra que más suena en Chile. Las cosas no han ido bien para la centroderecha y todo indica que la favorita será -si se presenta- Michelle Bachelet. La razón es que el gobierno de Sebastián Piñera, a pesar de una buena gestión económica, tiene poco apoyo popular. "Si la economía continúa bien, sea cual fuera el vencedor, es poco esperable que haya grandes cambios en los lineamientos importantes del rumbo económico", repara Abram. A pesar de los problemas de la Concertación, ésta continúa fuerte y la popularidad de la ex presidente se mantiene muy bien.
En efecto, el país tuvo presidentes de la Concertación con altos índices de popularidad (Bachelet misma) y, aunque las elecciones sean en noviembre de 2013, parece difícil que el candidato del oficialismo pueda revertir la baja aprobación de Piñera. Por lo pronto, Laurence Golborne, el ministro de Piñera que saltó a la fama con el rescate de los mineros, ya está en carrera. Las encuestas, por ahora muestran a Bachelet como la favorita.
La economía acompaña, pero la cuestión social ocupa la atención y demandará esfuerzos a quien resulte el vencedor.
"Lo más urgente es afrontar el descontento de los estudiantes que exigen una educación pública gratuita y de calidad", concluye Mauricio De Vengoechea, managing director del área de asesoramiento en campañas políticas y desarrollo de políticas públicas de Newlink Group.
Las elecciones en Paraguay suponen la normalización de una situación que dejó al país políticamente aislado, tras la destitución de Lugo en junio. Al igual que en Ecuador, el oficialismo tiene amplias posibilidades de continuar en el poder. El partido del actual presidente Federico Franco propondrá a alguien para competir contra algún candidato de los colorados y del ex presidente Lugo, quien no puede presentarse. "Su partido no cuenta con una base electoral firme", sentencia Abram.
Al margen de quien resulte ganador, el reto a futuro será el de recuperar la credibilidad y confianza en las instituciones, pero especialmente recobrar la confianza internacional tras la salida abrupta de Lugo, con un reingreso problemático al Mercosur.
Un desafío similar se presenta en la pequeña Honduras.
"El sucesor de Porfirio Lobo deberá recuperar esa confianza, además de procurar una salida al enorme problema de la inseguridad", complementa De Vengoechea.
Los casos de Paraguay y Honduras tienen otro punto en común que les otorga relevancia. "Ambos atravesaron severas crisis institucionales en 2009 y 2012 respectivamente", sentencia Ignacio Labaqui, profesor de Ciencias Sociales, Políticas y de la Comunicación de la UCA.
"Resulta que no perfila una tendencia muy clara y así se debe prestar atención más a las dinámicas internas de cada país que a los condicionantes regionales", explica Carlos Gervasoni, profesor del departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la UTDT. Son situaciones diferentes en donde los electorados están evaluando a sus gobiernos y, además, para analizar con más profundidad el mapa, debería haber elecciones en países más grandes, como en 2012 aconteció en México.
Gervasoni agrega que hacer pronósticos resulta difícil, aunque existen algunas certezas. "Si la economía funciona, los electores en 2013 probablemente votarán por candidatos que promuevan continuidad en políticas económicas", remata Navia.
Tendencias y matices
Para Abram, la región está dividida en dos. "Los países que han iniciado un camino de institucionalidad y madurez cívico-política como Chile, Perú y Uruguay y, por otro lado, las naciones que adhieren a modelos populistas, Venezuela, Bolivia y Ecuador", argumenta. Hay países que desde lo económico iniciaron una ruta de estabilidad y crecimiento sostenido como Brasil, México, Colombia, Perú y Chile. "De éstos, solo el primero tiene un gobierno socialista. Los demás son gobiernos de derecha o centro", resume el representante de Newlink.
Por último, están aquellos gobiernos más radicales de izquierda donde hay un nivel de confrontación política muy fuerte. "La Argentina, que definitivamente dejó el tren del progreso, y Venezuela, con una terrible inflación y una economía totalmente recalentada", ejemplifica.
No hay fórmulas mágicas ya que, en líneas generales, el uso de categorías de análisis implica parámetros rígidos y demasiado ideologizados. "En el momento del auge del concepto nueva izquierda, no todos los regímenes políticos encajaban en ese molde, como Colombia, Chile y México", advierte Gervasoni.
No necesariamente un partido tildado de izquierda puede gobernar como tal una vez en el poder, y eso ha sucedido. "Existe un celo para observar todo con la misma lupa", agrega.
La izquierda política en la región no es una sola. En efecto, aparecen matices cuando algunos vislumbran la existencia de diferencias en tal sentido en América latina. "Existe una izquierda democrática que, por ejemplo, lideró Da Silva y heredó Rousseff en Brasil, y otra radical más autoritaria impulsada por Hugo Chávez en Venezuela, entre otros casos", interpreta De Vengoechea.
El 2011 marcó la atención política en la Argentina tras el 54% obtenido por Cristina Kirchner y el triunfo del nacionalista Ollanta Humala en Perú. Además, otra mujer se adjudicó el triunfo en nuestro gran vecino del norte. Luego, 2012 fue el año electoral de otro gigante latinoamericano con grandes posibilidades de proyección internacional, México, y el año triunfante de Chávez en Venezuela, quien fuera reelecto asegurando entonces -aunque ahora todo es relativo- la "revolución bolivariana" de amplias consecuencias regionales.
Pero 2013 presenta casos electorales de peso menor si se compara con éstos. Paraguay es el más ilustrativo, como observa Vargas Llosa, porque no tiene suficiente peso regional como para causar impacto por sí solo. Se puede prever que las elecciones de este año estén lejos de marcar una tendencia regional como sí ocurrió en ocasiones previas, como en la Venezuela de 1999. Habría que estar atento a este país, puesto que dependiendo de la salud de Chávez y que su sistema político no permite la asunción del segundo al mando, pudiera abrirse un panorama electoral a último momento.