Prensa
Disidente cubana denuncia brutal golpiza en su hogar
Fuente: El Mercurio (Chile)
La economista Martha Beatriz Roque fue atacada por una turba que le provocó severo daño en su ojo derecho.
ERIKA LÜTERS GAMBOA
"Me tiraron al piso, me dieron patadas. Y, finalmente, cuando vi que no podía pasar grité ¡Abajo Fidel! Entonces vinieron sobre mí. Una mujer me dio una galleta (bofetada) y un hombre fornido me dio un piñazo (puñetazo) en la parte derecha del rostro".
Así relata Martha Beatriz Roque a "El Mercurio" desde su departamento en La Habana lo que le tocó vivir la tarde del martes.
Con voz baja y a veces entrecortada, la conocida disidente de 61 años cuenta cómo fue atacada en su propio hogar por lo que describió como "una brigada de reacción rápida" de la policía política del régimen.
Eran cerca de las seis de la tarde del martes cuando Martha Beatriz se aprestaba a salir de su vivienda del barrio habanero de Santos Suárez, cuando fue interceptada en el pasillo por "unos 10 hombres y dos mujeres".
"Mi sobrina me esperaba en la esquina porque me iba a llevar a la casa de Michael Parmly, el jefe de la Sección de Intereses de EE.UU., para una videoconferencia con Cadal" (un centro de estudios que promueve la democracia en América Latina), indica.
"En eso me botaron al suelo y me dieron de patadas. Imagine, hacer eso con una mujer como yo, que soy cardiópata, hipertensa y diabética. Tener a una mujer en el piso y darle patadas es... ", su voz se quiebra.
La angustia de Roque es palpable a través del teléfono, pese a que ya posee un largo historial de represión en su contra. Ha estado encarcelada dos veces, primero como integrante del Grupo de los Cuatro (formado por conocidos disidentes) y luego fue la única mujer arrestada durante la "primavera negra" de marzo de 2003, cuando fueron encarcelados 75 disidentes.
Roque, quien había sido condenada a 20 años de prisión, fue liberada el año pasado por razones humanitarias, y desde esa fecha sigue al frente de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, otro grupo disidente.
"Yo llevo meses con esta amenaza aquí en la casa, siempre están ahí diciéndome cosas. Y tres veces antes me habían atropellado (empujado), pero como me pegaron ayer, nunca", dice Martha. Y añade que tras el ataque, los individuos permanecieron en el lugar cerca de cinco horas impidiéndole ir a un hospital.
Al momento de la comunicación telefónica, Martha se aprestaba a ir a la Liga contra la Ceguera para verse el ojo derecho. "Hoy amanecí con el ojo derecho colorado, todo ensangrentado en la parte blanca y con la visión nublada", dice preocupada.
Después de la golpiza, le tiraron por debajo de su puerta un mensaje con una amenaza de que "el 10 de octubre las cosas van a ser peores". Y explica que para esa fecha están organizando un congreso de bibliotecas "disidentes", que los opositores mantienen en sus casas.
Pero ni su estado de salud ni las amenazas la detienen. "Puede ser que en estos momentos esté deprimida, pero le aseguro que volveré a trabajar igual. No me dejaré amedrentar".
El caso de la disidente causó honda preocupación en los organismos de derechos humanos que funcionan ilegalmente en la isla. El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, dijo a "El Mercurio" que esta "brutal agresión es una guerra sucia de parte del gobierno de Cuba contra el movimiento de derechos humanos y pro democracia. La realizan bajo diversas modalidades, como actos de repudio, agresiones físicas selectivas y otras acciones encubiertas", expresó.
Sánchez denunció los hechos ante entidades de derechos humanos. "No puedo asegurar que hayan llegado porque en Cuba no tenemos acceso a internet, pero hemos enviado el mensaje a través de una embajada", dijo.
Fuente: Diario El Mercurio, Chile, jueves 27 de abril de 2006.
El Mercurio (Chile)
La economista Martha Beatriz Roque fue atacada por una turba que le provocó severo daño en su ojo derecho.
ERIKA LÜTERS GAMBOA
"Me tiraron al piso, me dieron patadas. Y, finalmente, cuando vi que no podía pasar grité ¡Abajo Fidel! Entonces vinieron sobre mí. Una mujer me dio una galleta (bofetada) y un hombre fornido me dio un piñazo (puñetazo) en la parte derecha del rostro".
Así relata Martha Beatriz Roque a "El Mercurio" desde su departamento en La Habana lo que le tocó vivir la tarde del martes.
Con voz baja y a veces entrecortada, la conocida disidente de 61 años cuenta cómo fue atacada en su propio hogar por lo que describió como "una brigada de reacción rápida" de la policía política del régimen.
Eran cerca de las seis de la tarde del martes cuando Martha Beatriz se aprestaba a salir de su vivienda del barrio habanero de Santos Suárez, cuando fue interceptada en el pasillo por "unos 10 hombres y dos mujeres".
"Mi sobrina me esperaba en la esquina porque me iba a llevar a la casa de Michael Parmly, el jefe de la Sección de Intereses de EE.UU., para una videoconferencia con Cadal" (un centro de estudios que promueve la democracia en América Latina), indica.
"En eso me botaron al suelo y me dieron de patadas. Imagine, hacer eso con una mujer como yo, que soy cardiópata, hipertensa y diabética. Tener a una mujer en el piso y darle patadas es... ", su voz se quiebra.
La angustia de Roque es palpable a través del teléfono, pese a que ya posee un largo historial de represión en su contra. Ha estado encarcelada dos veces, primero como integrante del Grupo de los Cuatro (formado por conocidos disidentes) y luego fue la única mujer arrestada durante la "primavera negra" de marzo de 2003, cuando fueron encarcelados 75 disidentes.
Roque, quien había sido condenada a 20 años de prisión, fue liberada el año pasado por razones humanitarias, y desde esa fecha sigue al frente de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, otro grupo disidente.
"Yo llevo meses con esta amenaza aquí en la casa, siempre están ahí diciéndome cosas. Y tres veces antes me habían atropellado (empujado), pero como me pegaron ayer, nunca", dice Martha. Y añade que tras el ataque, los individuos permanecieron en el lugar cerca de cinco horas impidiéndole ir a un hospital.
Al momento de la comunicación telefónica, Martha se aprestaba a ir a la Liga contra la Ceguera para verse el ojo derecho. "Hoy amanecí con el ojo derecho colorado, todo ensangrentado en la parte blanca y con la visión nublada", dice preocupada.
Después de la golpiza, le tiraron por debajo de su puerta un mensaje con una amenaza de que "el 10 de octubre las cosas van a ser peores". Y explica que para esa fecha están organizando un congreso de bibliotecas "disidentes", que los opositores mantienen en sus casas.
Pero ni su estado de salud ni las amenazas la detienen. "Puede ser que en estos momentos esté deprimida, pero le aseguro que volveré a trabajar igual. No me dejaré amedrentar".
El caso de la disidente causó honda preocupación en los organismos de derechos humanos que funcionan ilegalmente en la isla. El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, dijo a "El Mercurio" que esta "brutal agresión es una guerra sucia de parte del gobierno de Cuba contra el movimiento de derechos humanos y pro democracia. La realizan bajo diversas modalidades, como actos de repudio, agresiones físicas selectivas y otras acciones encubiertas", expresó.
Sánchez denunció los hechos ante entidades de derechos humanos. "No puedo asegurar que hayan llegado porque en Cuba no tenemos acceso a internet, pero hemos enviado el mensaje a través de una embajada", dijo.
Fuente: Diario El Mercurio, Chile, jueves 27 de abril de 2006.