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Monitoreo de la gobernabilidad democrática
Presupuesto 2013: En cinco años de Cristina Kirchner los empleados públicos crecieron un 17,86%
Este aumento de empleados públicos no se debe solamente a que el Estado está asumiendo una mayor presencia en varios sectores, sino al estilo patrimonialista de gobierno. Esto significa que los nuevos empleados –la mayoría de ellos inamovibles– no han obtenido su trabajo mediante un proceso meritocrático y transparente, basado en el principio de igualdad ante la Ley. Lo probable es que hayan conseguido el empleo como favor político o recomendación, lo cual no es la característica del ingreso a la función pública en ningún país realmente serio.Por Gabriel C. Salvia
Sumando la Administración Central, los Organismos Descentralizados y las Instituciones de Seguridad Social, desde el año 2008 se incorporaron 51522 nuevos agentes a la planta de personal permanente. Este aumento de empleados públicos no se debe solamente a que el Estado está asumiendo una mayor presencia en varios sectores, sino al estilo patrimonialista de gobierno.
Este cuestionamiento al incremento de empleados públicos en un lustro de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no se limita a un simple planteo económico por considerar que el tamaño y costo del Estado nacional lleva implícito una excesiva carga tributaria para el sector privado que lo sostiene. Es, sobre todo, un cuestionamiento político, puntualmente republicano. Es denunciar que los gobernantes de turno no pueden utilizar el Estado como un botín político.
Gabriel C. Salvia es Presidente y Director General del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL). Como periodista se inició en 1992 realizando colaboraciones e investigaciones en la revista “El poder legislativo y su gente”, luego trabajó en radio América, Cablevisión Noticias. Publicó artículos en casi todos los diarios nacionales de la Argentina y sus columnas de opinión son publicadas regularmente en varios diarios del interior del país. Compiló el libro “La experiencia chilena: consensos para el desarrollo” (CADAL, 2005).