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Análisis Latino
Las promesas incumplidas de AMLO y el retroceso de México en el BTI 2024
México pasó de ser calificado en el Bertelsmann Transformation Index (BTI) como Democracia defectuosa en 2006 a una clasificación de Democracia altamente defectuosa a partir del BTI 2022. En 2024 México ha visto una mayor concentración de poder en el ejecutivo y el constante ataque a la Corte Suprema de Justicia. El aspecto económico es donde México se ha visto menos disminuido.Por Matías Candia
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), prometió una revolución transformadora contra la inseguridad, la corrupción y la desigualdad. Sin embargo, su administración ha seguido en gran medida las prácticas anteriores, manteniendo la participación militar en la guerra contra el narcotráfico y persiguiendo políticas económicas neoliberales. La corrupción persiste, las desigualdades sociales permanecen y la violencia continúa, quedándose lejos de la transformación prometida.
El 2024 es un año electoral durante el cual el país atraviesa el mayor proceso electoral en su historia democrática, con elecciones nacionales, provinciales y municipales. El pasado 2 de junio, los mexicanos fueron convocados a las urnas para elegir un nuevo presidente. Claudia Sheinbaum, la candidata del partido oficialista MORENA, ha ganado las elecciones con aproximadamente el 60% de los votos. Sin embargo, la violencia política ha marcado este proceso electoral porque, hasta el primero de junio, 38 candidatos políticos han sido asesinados.
A continuación, se analiza el desempeño del país latinoamericano entre los años 2006 y 2024 en el Bertelsmann Transformation Index (BTI), enfocándose en los criterios e indicadores que han sufrido mayores cambios. El BTI evalúa el progreso de los países en desarrollo y en transición hacia la democracia y las economías de mercado, utilizando criterios estandarizados evaluados por expertos nacionales que asignan puntajes del 1 (mínimo) al 10 (máximo) a cada indicador examinado.
Como se observa en la Figura 1, el BTI ha demostrado para México una tendencia decreciente en sus tres principales variables a lo largo de los años, en particular la Democracia y la Economía adquieren valores similares, aunque el Estado de Democracia ha sido la variable que más ha caído. El Índice de Gobernanza es el de menor puntaje para el país.
Figura 1. Puntaje de México en los Estados de Democracia, Economía y Gobernanza, entre 2006 a 2024. Elaboración propia a partir del BTI.
DEMOCRACIA
AMLO llegó al poder en 2018 con el objetivo de mejorar el Estado de la Democracia, pero con una puntuación de 5.7 puntos y ocupando el puesto 57 de los 137 países examinados por el BTI 2024, lo que significa un descenso de casi 30 puestos en su transformación política durante los últimos 18 años, ya que en el BTI 2006 tenía un puntaje de 7.55, por lo cual no pudo revertir la tendencia. Dado este deterioro en la puntuación, México pasó de ser calificado por el BTI como Democracia defectuosa en 2006 a una clasificación de Democracia altamente defectuosa a partir del BTI 2022.
Con respecto a la transformación democrática, ha descendido significativamente en todos los criterios del BTI. En cuanto a la Estatalidad su puntaje bajó de 9 a 7 desde el BTI 2008, desde la presidencia de Felipe Calderón, por la progresiva dependencia sobre el ejército y por no poder bajar la tasa de homicidios. Además, influyó negativamente en la evaluación de la Estatalidad la descentralización de servicios públicos nacionales que ha aumentado la corrupción y la desigualdad en la posibilidad de su acceso como también la amenaza al Estado laico por el avance de la Iglesia.
En la Participación Política siguen persistiendo las prácticas clientelistas y el uso de lagunas legales en la regulación política, el puntaje desde el BTI 2018 se mantiene estable con 6.3. Los cárteles de droga desafían al gobierno, y la libertad de prensa se ve comprometida, como lo demuestra el asesinato de 168 periodistas desde 2006, de los cuales 59 ocurrieron durante la presidencia de AMLO, quien insiste en criticar públicamente su trabajo. La principal caída en el puntaje de este criterio de Participación Política, de 8.5 a 6.5 puntos, se dio entre 2006 y 2016, durante las presidencias de Calderón y Peña Nieto.
Durante la presidencia de AMLO, el Estado de Derecho se vio afectado, con una disminución en el puntaje del BTI de 2020 de 5 a 4.8. Aunque AMLO tenía la mayoría parlamentaria, no era suficiente para llevar a cabo reformas constitucionales. Como resultado, decidió cooptar y debilitar instituciones autónomas del poder ejecutivo, como el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia. Durante la presidencia de Sheinbaum, reformas constitucionales podrían ser posibles al conseguir la mayoría necesaria en el Congreso.
La Estabilidad de las Instituciones Democráticas ha sido dañada sobre todo por la falta de compromiso con ellas, que se refleja en el BTI con la baja del respectivo indicador de 8 puntos a 5.5 desde el BTI 2006 (una caída de un punto en los últimos 6 años). México ha visto una mayor concentración de poder en el ejecutivo y el constante ataque a la Corte Suprema de Justicia.
Finalmente, la Integración Política y Social ha sido afectada por la polarización en la vida cotidiana de los mexicanos y organizaciones como grupos indígenas o feministas, la sociedad mexicana está dominada por dos intereses principales: AMLO y el capital económico, haciendo que baje la calificación de la Integración Política y Social de 6.8 (BTI 2006) a 5.3 (BTI 2024) (con 5.5 al comienzo del mandato presidencial morenista).
ECONOMÍA
El aspecto económico es donde México se ha visto menos disminuido con 6.71 puntos en el BTI 2006 a 5.79 en el BTI 2024, AMLO ha seguido las mismas políticas que sus recientes antecesores en el cargo. Sus fortalezas son la macroeconomía y las inversiones extranjeras directas, siendo los indicadores Liberación de Comercio Exterior y Estabilidad monetaria los únicos que fueron calificados con una puntuación continuamente alta de 9 o 10 puntos desde el BTI 2006. Sin embargo, el estado de la economía mexicana se ha mantenido en la categoría de Economía Limitada, aunque por un breve periodo de tiempo ha sido una avanzada, en el BTI 2008.
Uno de los aspectos más afectados durante estos años ha sido el Nivel de Desarrollo Socioeconómico, al atravesar dificultades debido a la pandemia y el bajo crecimiento económico, lo que se refleja en el descenso de México en el Índice de Desarrollo Humano por el aumento de personas en situación de pobreza y extrema pobreza.
Además, la evaluación de México en este criterio ha sido influenciada por la persistente desigualdad en el país, como lo evidencian, por ejemplo, el descenso de México en el Índice de Desigualdad de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo o las dificultades generalizadas que enfrentan las pequeñas y medianas empresas para acceder al crédito y competir con los oligopolios. Consecuentemente, el puntaje de México en el BTI con respecto al Nivel de Desarrollo Socioeconómico bajó de 6 puntos a 5 en las 2 últimas ediciones del BTI.
Otros desafíos en los que México tiene que trabajar son los criterios del Desempeño Económico que se ha visto afectado por la nula mejora en el PBI per cápita y el aumento de la inflación, habiendo bajado de 6 puntos a 5 entre 2020 y 2022, recortando el puntaje de 8 en el BTI 2008. Y la Sostenibilidad, amenazada por la priorización de los combustibles fósiles y las pocas preocupaciones ecológicas, bajando de 5 puntos a 3.5 en los últimos 6 años.
A pesar de lo anterior, realmente no se ha visto un desmejoramiento importante en cuanto a la Organización del Mercado y la Competencia, la Estabilidad Monetaria y Fiscal y la Propiedad Privada, apenas bajando medio o un punto desde el BTI 2006. El Régimen de Bienestar que no ha tenido variación en casi 20 años, con 5.5 puntos. Ayudando a que la Economía sea la variable en la que el país latinoamericano menos haya sufrido durante estas dos décadas.
GOBERNANZA
Al igual que la transformación política, también el Índice de Gobernanza ha sufrido gravemente, aunque este posee los menores valores, como se ha dicho en un principio. De 6 puntos en 2006, México ha bajado a un puntaje de 4.4 en el BTI 2024, lo que conllevó un descenso en el ranking del puesto 32 al 82, pasando de una calidad de gobernanza buena a una moderada. El Nivel de Dificultad ha subido 1.1 puntos, pasando de 3.8 puntos en el BTI 2006-2010, a 4.9 en el BTI 2024. En este criterio del BTI inciden la pobreza y la desigualdad como los principales desafíos para la gobernabilidad y para que el país crezca teniendo en cuenta la infiltración del crimen organizado en las instituciones locales.
Con respecto a la calidad de la gobernanza, la Capacidad de Dirección se ve disminuida por la falta de un plan coherente de políticas para el corto y medio plazo. Además, la capacidad estatal se vio reducida por la concentración de recursos y la toma de decisiones en el poder ejecutivo nacional, lo que resultó en una disminución de este criterio de un punto durante la presidencia de AMLO, de 5.7 a 4.7. Por otro lado, la Eficiencia de Recursos se ve afectada por la otorgación de contratos a empresas determinadas sin una competencia abierta y la escasa implementación de una reforma fiscal necesaria, lo que generó tensiones entre el gobierno nacional y los subnacionales. Por lo tanto, bajó la Eficiencia de Recursos de 4.7 a 4.3 puntos desde el BTI 2022, debido a la concentración de decisiones en el poder ejecutivo. La Creación de Consensos ha sido dejada de lado por la polarización política y exclusión de actores importantes como grupos civiles en la esfera pública, este apartado ha sufrido mucho considerando que en el BTI 2006 gozaba de un puntaje de 7.5 y actualmente es de 5.2. México ha sabido destacarse en su Cooperación Internacional, pero en casi 20 años ha bajado 4 puntos en el indicador (9.7 en 2006 a 5.7 en 2024), acercándose a Cuba y reacio a la integración regional, priorizando su política doméstica sobre la internacional.
CONCLUSIONES
México ha bajado del puesto 27 en el BTI 2006 hasta el 56 en el BTI 2024 en el ranking del Índice de Estado, que compara las transformaciones política y económica de los 137 países examinados. Los factores que han llevado a esto se han visto anteriormente, el desmejoramiento en cada aspecto que analiza el BTI es notable. AMLO generó grandes expectativas que no ha podido cumplir en estos seis años, especialmente en lo referido a su lucha contra la corrupción, la pobreza, el narcotráfico y la violencia. En el aspecto económico no se prevé una reducción de la pobreza, a pesar de la estabilidad macroeconómica e inversión extranjera. Se podría intentar reducir la pobreza a través de la redistribución del ingreso y el aumento del salario mínimo, pero se ha visto como no se han podido crear empleos mejores pagados para los trabajadores informales especialmente por la pandemia de coronavirus y el poco apoyo del Estado a las industrias. La situación de la seguridad no mejorará pronto al carecer de un programa sólido que evite cifras récord en homicidios en los próximos años, a pesar de haber dado mayor poder al ejército en su lucha contra el narcotráfico. Y en cuanto al estado de la democracia, el país sufre un proceso de desdemocratización al consolidarse el poder presidencial y atacar instituciones autónomas del Estado.
Matías CandiaEstudiante de Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y voluntario de CADAL.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), prometió una revolución transformadora contra la inseguridad, la corrupción y la desigualdad. Sin embargo, su administración ha seguido en gran medida las prácticas anteriores, manteniendo la participación militar en la guerra contra el narcotráfico y persiguiendo políticas económicas neoliberales. La corrupción persiste, las desigualdades sociales permanecen y la violencia continúa, quedándose lejos de la transformación prometida.
El 2024 es un año electoral durante el cual el país atraviesa el mayor proceso electoral en su historia democrática, con elecciones nacionales, provinciales y municipales. El pasado 2 de junio, los mexicanos fueron convocados a las urnas para elegir un nuevo presidente. Claudia Sheinbaum, la candidata del partido oficialista MORENA, ha ganado las elecciones con aproximadamente el 60% de los votos. Sin embargo, la violencia política ha marcado este proceso electoral porque, hasta el primero de junio, 38 candidatos políticos han sido asesinados.
A continuación, se analiza el desempeño del país latinoamericano entre los años 2006 y 2024 en el Bertelsmann Transformation Index (BTI), enfocándose en los criterios e indicadores que han sufrido mayores cambios. El BTI evalúa el progreso de los países en desarrollo y en transición hacia la democracia y las economías de mercado, utilizando criterios estandarizados evaluados por expertos nacionales que asignan puntajes del 1 (mínimo) al 10 (máximo) a cada indicador examinado.
Como se observa en la Figura 1, el BTI ha demostrado para México una tendencia decreciente en sus tres principales variables a lo largo de los años, en particular la Democracia y la Economía adquieren valores similares, aunque el Estado de Democracia ha sido la variable que más ha caído. El Índice de Gobernanza es el de menor puntaje para el país.
Figura 1. Puntaje de México en los Estados de Democracia, Economía y Gobernanza, entre 2006 a 2024. Elaboración propia a partir del BTI.
DEMOCRACIA
AMLO llegó al poder en 2018 con el objetivo de mejorar el Estado de la Democracia, pero con una puntuación de 5.7 puntos y ocupando el puesto 57 de los 137 países examinados por el BTI 2024, lo que significa un descenso de casi 30 puestos en su transformación política durante los últimos 18 años, ya que en el BTI 2006 tenía un puntaje de 7.55, por lo cual no pudo revertir la tendencia. Dado este deterioro en la puntuación, México pasó de ser calificado por el BTI como Democracia defectuosa en 2006 a una clasificación de Democracia altamente defectuosa a partir del BTI 2022.
Con respecto a la transformación democrática, ha descendido significativamente en todos los criterios del BTI. En cuanto a la Estatalidad su puntaje bajó de 9 a 7 desde el BTI 2008, desde la presidencia de Felipe Calderón, por la progresiva dependencia sobre el ejército y por no poder bajar la tasa de homicidios. Además, influyó negativamente en la evaluación de la Estatalidad la descentralización de servicios públicos nacionales que ha aumentado la corrupción y la desigualdad en la posibilidad de su acceso como también la amenaza al Estado laico por el avance de la Iglesia.
En la Participación Política siguen persistiendo las prácticas clientelistas y el uso de lagunas legales en la regulación política, el puntaje desde el BTI 2018 se mantiene estable con 6.3. Los cárteles de droga desafían al gobierno, y la libertad de prensa se ve comprometida, como lo demuestra el asesinato de 168 periodistas desde 2006, de los cuales 59 ocurrieron durante la presidencia de AMLO, quien insiste en criticar públicamente su trabajo. La principal caída en el puntaje de este criterio de Participación Política, de 8.5 a 6.5 puntos, se dio entre 2006 y 2016, durante las presidencias de Calderón y Peña Nieto.
Durante la presidencia de AMLO, el Estado de Derecho se vio afectado, con una disminución en el puntaje del BTI de 2020 de 5 a 4.8. Aunque AMLO tenía la mayoría parlamentaria, no era suficiente para llevar a cabo reformas constitucionales. Como resultado, decidió cooptar y debilitar instituciones autónomas del poder ejecutivo, como el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia. Durante la presidencia de Sheinbaum, reformas constitucionales podrían ser posibles al conseguir la mayoría necesaria en el Congreso.
La Estabilidad de las Instituciones Democráticas ha sido dañada sobre todo por la falta de compromiso con ellas, que se refleja en el BTI con la baja del respectivo indicador de 8 puntos a 5.5 desde el BTI 2006 (una caída de un punto en los últimos 6 años). México ha visto una mayor concentración de poder en el ejecutivo y el constante ataque a la Corte Suprema de Justicia.
Finalmente, la Integración Política y Social ha sido afectada por la polarización en la vida cotidiana de los mexicanos y organizaciones como grupos indígenas o feministas, la sociedad mexicana está dominada por dos intereses principales: AMLO y el capital económico, haciendo que baje la calificación de la Integración Política y Social de 6.8 (BTI 2006) a 5.3 (BTI 2024) (con 5.5 al comienzo del mandato presidencial morenista).
ECONOMÍA
El aspecto económico es donde México se ha visto menos disminuido con 6.71 puntos en el BTI 2006 a 5.79 en el BTI 2024, AMLO ha seguido las mismas políticas que sus recientes antecesores en el cargo. Sus fortalezas son la macroeconomía y las inversiones extranjeras directas, siendo los indicadores Liberación de Comercio Exterior y Estabilidad monetaria los únicos que fueron calificados con una puntuación continuamente alta de 9 o 10 puntos desde el BTI 2006. Sin embargo, el estado de la economía mexicana se ha mantenido en la categoría de Economía Limitada, aunque por un breve periodo de tiempo ha sido una avanzada, en el BTI 2008.
Uno de los aspectos más afectados durante estos años ha sido el Nivel de Desarrollo Socioeconómico, al atravesar dificultades debido a la pandemia y el bajo crecimiento económico, lo que se refleja en el descenso de México en el Índice de Desarrollo Humano por el aumento de personas en situación de pobreza y extrema pobreza.
Además, la evaluación de México en este criterio ha sido influenciada por la persistente desigualdad en el país, como lo evidencian, por ejemplo, el descenso de México en el Índice de Desigualdad de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo o las dificultades generalizadas que enfrentan las pequeñas y medianas empresas para acceder al crédito y competir con los oligopolios. Consecuentemente, el puntaje de México en el BTI con respecto al Nivel de Desarrollo Socioeconómico bajó de 6 puntos a 5 en las 2 últimas ediciones del BTI.
Otros desafíos en los que México tiene que trabajar son los criterios del Desempeño Económico que se ha visto afectado por la nula mejora en el PBI per cápita y el aumento de la inflación, habiendo bajado de 6 puntos a 5 entre 2020 y 2022, recortando el puntaje de 8 en el BTI 2008. Y la Sostenibilidad, amenazada por la priorización de los combustibles fósiles y las pocas preocupaciones ecológicas, bajando de 5 puntos a 3.5 en los últimos 6 años.
A pesar de lo anterior, realmente no se ha visto un desmejoramiento importante en cuanto a la Organización del Mercado y la Competencia, la Estabilidad Monetaria y Fiscal y la Propiedad Privada, apenas bajando medio o un punto desde el BTI 2006. El Régimen de Bienestar que no ha tenido variación en casi 20 años, con 5.5 puntos. Ayudando a que la Economía sea la variable en la que el país latinoamericano menos haya sufrido durante estas dos décadas.
GOBERNANZA
Al igual que la transformación política, también el Índice de Gobernanza ha sufrido gravemente, aunque este posee los menores valores, como se ha dicho en un principio. De 6 puntos en 2006, México ha bajado a un puntaje de 4.4 en el BTI 2024, lo que conllevó un descenso en el ranking del puesto 32 al 82, pasando de una calidad de gobernanza buena a una moderada. El Nivel de Dificultad ha subido 1.1 puntos, pasando de 3.8 puntos en el BTI 2006-2010, a 4.9 en el BTI 2024. En este criterio del BTI inciden la pobreza y la desigualdad como los principales desafíos para la gobernabilidad y para que el país crezca teniendo en cuenta la infiltración del crimen organizado en las instituciones locales.
Con respecto a la calidad de la gobernanza, la Capacidad de Dirección se ve disminuida por la falta de un plan coherente de políticas para el corto y medio plazo. Además, la capacidad estatal se vio reducida por la concentración de recursos y la toma de decisiones en el poder ejecutivo nacional, lo que resultó en una disminución de este criterio de un punto durante la presidencia de AMLO, de 5.7 a 4.7. Por otro lado, la Eficiencia de Recursos se ve afectada por la otorgación de contratos a empresas determinadas sin una competencia abierta y la escasa implementación de una reforma fiscal necesaria, lo que generó tensiones entre el gobierno nacional y los subnacionales. Por lo tanto, bajó la Eficiencia de Recursos de 4.7 a 4.3 puntos desde el BTI 2022, debido a la concentración de decisiones en el poder ejecutivo. La Creación de Consensos ha sido dejada de lado por la polarización política y exclusión de actores importantes como grupos civiles en la esfera pública, este apartado ha sufrido mucho considerando que en el BTI 2006 gozaba de un puntaje de 7.5 y actualmente es de 5.2. México ha sabido destacarse en su Cooperación Internacional, pero en casi 20 años ha bajado 4 puntos en el indicador (9.7 en 2006 a 5.7 en 2024), acercándose a Cuba y reacio a la integración regional, priorizando su política doméstica sobre la internacional.
CONCLUSIONES
México ha bajado del puesto 27 en el BTI 2006 hasta el 56 en el BTI 2024 en el ranking del Índice de Estado, que compara las transformaciones política y económica de los 137 países examinados. Los factores que han llevado a esto se han visto anteriormente, el desmejoramiento en cada aspecto que analiza el BTI es notable. AMLO generó grandes expectativas que no ha podido cumplir en estos seis años, especialmente en lo referido a su lucha contra la corrupción, la pobreza, el narcotráfico y la violencia. En el aspecto económico no se prevé una reducción de la pobreza, a pesar de la estabilidad macroeconómica e inversión extranjera. Se podría intentar reducir la pobreza a través de la redistribución del ingreso y el aumento del salario mínimo, pero se ha visto como no se han podido crear empleos mejores pagados para los trabajadores informales especialmente por la pandemia de coronavirus y el poco apoyo del Estado a las industrias. La situación de la seguridad no mejorará pronto al carecer de un programa sólido que evite cifras récord en homicidios en los próximos años, a pesar de haber dado mayor poder al ejército en su lucha contra el narcotráfico. Y en cuanto al estado de la democracia, el país sufre un proceso de desdemocratización al consolidarse el poder presidencial y atacar instituciones autónomas del Estado.