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Promoción de la Apertura Política en Cuba
17-10-2022El régimen cubano y sus socios benefactores: quiénes son y qué aportan los aliados del gobierno comunista
China, Rusia, Irán, Venezuela y Nicaragua, con sus vaivenes, son desde hace años los países más cercanos al régimen. Si bien se está lejos del abrazo protector de la antigua Unión Soviética, que ponía todo para que la isla fuera viable, las inversiones, el comercio, o como mínimo el respaldo político de estas naciones, son indispensables.Por Alejandro Saavedra
Al día de hoy, luego de la caída de la Unión Soviética y del sostén fundamental de Moscú durante esas largas décadas de Guerra Fría, Rusia continúa siendo uno de los aliados más importantes del gobierno de La Habana. Mucho menos determinante que en aquellas décadas fundacionales del régimen, es cierto, pero de todos modos aliado.
Durante el pasado año y en lo que va de 2022 ambos gobiernos han firmado varios acuerdos bilaterales que confirman las intenciones de fortalecer la cooperación estratégica entre La Habana y de Moscú, incluyendo el que restructura una deuda de 2.300 millones de dólares que el gobierno cubano dejó de pagar en 2020.
Durante los momentos más críticos de la pandemia de Covid19, Rusia fue uno de los países que envió ayuda humanitaria a la isla, consistente en la donación de medicinas, alimentos y concentradores de oxígeno.
Durante el presente año Rusia ha continuado enviando ayuda a la isla. Desde enero hasta abril Rusia había entregado a Cuba 19.779 toneladas en donaciones. De ellas, 19.526 corresponden a una donación de trigo. Del resto, 83 toneladas corresponden a medicamentos y otras 170 a otros víveres que arribaron en varios vuelos.
En el mes de junio el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, viajó a Rusia y sostuvo conversaciones con empresarios y funcionarios con el objetivo de fortalecer las relaciones económicas entre ambos países en los sectores de energía, industria, transporte aéreo y financiero.
Durante esas jornadas participó también del 25 Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Otras esferas en las que mantienen colaboración ambas naciones son la agricultura, la ciencia y la educación.
Acuerdos con Irán
Otro país con el que el régimen se mantiene cercano es Irán. La isla y el país asiático han fortalecido su colaboración en lo que va de 2022 en el sector farmacéutico, luego de que el Grupo Farmacéutico Barkat y la empresa cubana BioCubaFarma firmaran un memorándum de entendimiento en el mes de mayo.
Ese mes se llevó a cabo la 28 Comisión Conjunta de Comercio y Cooperación y ambos gobiernos se comprometieron asimismo a colaborar en las áreas de salud, biotecnología, deportes, agricultura y energía. En total fueron firmados 13 acuerdos de colaboración entre ambos países.
En virtud de esos acuerdos, Irán será el primer país del mundo en producir las vacunas cubanas contra el Covid-19, a pesar de que no están avaladas por la Organización Mundial de la Salud. Para eso se inauguró en Irán una planta para la producción de la Soberana 02. Hasta el momento no se ha anunciado si las vacunas producidas se comercializarán al exterior o si serán utilizadas únicamente en Irán.
Otros sectores en los que pretenden fortalecer vínculos el gobierno de La Habana y de Teherán son la minería y el sector bancario.
Durante los encuentros de alto nivel también se ratificaron las estrechas relaciones de ambos gobiernos en materia de política internacional.
Inversiones chinas
El gigante asiático continúa siendo uno de los principales socios comerciales del régimen cubano y uno de sus principales aliados políticos.
Cuba es uno de los países incluidos en el megaproyecto de la Nueva Ruta de la seda, a la vez que varias empresas chinas tienen inversiones en la isla, como la China Comunications Construction Company o la Shanghai Electric.
Buena parte del transporte automotor que se mueve en la isla es chino, sobre todo el destinado al transporte público. Hasta fines de 2021 circulaban en la isla 10.665 ómnibus fabricados por la empresa Yutong Bus destinados al trasporte turístico y público. Una de las aspiraciones del gobierno cubano es que esta empresa abra una planta ensambladora en la isla, aprovechando los beneficios que ofrece la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
China juega asimismo un papel importante en la modernización de las principales editoriales cubanas, incluidos los principales diarios que circulan en la isla a través de una fuerte inversión en el sector gráfico. Esta inversión beneficiará también al sector educativo cubano, ya que se espera la producción local de libros de texto y libretas, lo que le permitirá a la isla sustituir importaciones, una de las metas económicas más importantes que se ha trazado el gobierno de La Habana.
El gobierno chino ha realizado varias donaciones a la isla para ayudarla a enfrentar la pandemia de Covid-19 y la crisis generada por esta. En diciembre del año pasado arribó a la isla una donación de miles de insumos médicos como ventiladores pulmonares, kits de antígenos, máscaras quirúrgicas, mascarillas, guantes quirúrgicos, guantes de examen y trajes de protección. En marzo arribó otra fuerte partida de toneladas insumos, y ha habido sucesivas donaciones de cientos de miles de dólares.
Pero los aportes chinos no se limitan a la lucha contra la pandemia. En mayo de este año el gobierno chino donó 5.000 sistemas solares fotovoltaicos y 25.000 tubos LED para favorecer a los habitantes de zonas aisladas. Y en junio fue presentada la patente de la vacuna PanCorona, que será producida por ambos países, lo que significa que de ser efectiva podría representar una inversión muy provechosa para las dos partes.
Los encuentros entre funcionarios de alto rango de ambas naciones ratifican la intención de ambos países de continuar fortaleciendo sus alianzas estratégicas a corto, mediano y largo plazo, tal como lo han comunicado los presidentes Miguel Díaz-Canel y Xi Jinping.
Soviéticos y asiáticos
Durante la era soviética Cuba recibía un gran apoyo logístico del campo comunista en distintas áreas, no solo de Moscú sino de otros regímenes. La Habana recibía desde latas de carne, leche condensada, televisores o automóviles, hasta los más modernos armamentos, lo cual le permitía subsidiar la mayoría de los servicios que recibía la población cubana, como la salud y la educación.
Más adelante vino al rescate Venezuela. Entre 2008 y 2011 el gobierno bolivariano entregó a la isla 18.000 millones de dólares entre préstamos, inversiones y donaciones. A través de PetroCaribe el país sudamericano llegó a aportar 93.300 barriles de petróleo diarios -el 3,5% de su producción anual- a la maltrecha economía cubana.
En 2007 ambos países realizaron una enorme inversión en la refinería de Cienfuegos, en el sur de Cuba, para procesar petróleo venezolano como parte de su apoyo para la industrialización de la isla. Cuba recibía además derivados del petróleo venezolano, y se llegó a elaborar un proyecto denominado Petrocasas, viviendas construidas en base a PVC, que permitió la construcción de 52.000 casas prefabricadas en varias localidades cubanas.
Evidentemente China es hoy el principal sostén del gobierno cubano, aunque no se puede menospreciar el apoyo ruso. Si hacemos un análisis comparativo con respecto a la era soviética, la ayuda que recibe Cuba de estos dos países tal vez no alcanza aún los resultados económicos esperados, pero se debe tener en cuenta que la pandemia de Covid-19 afectó no solo a la economía cubana, si no que representó un duro golpe para la economía global. Sería prudente esperar para poder valorar el impacto de las inversiones el apoyo de estos países en la economía de la isla.
Es obvio que a China, que va asumiendo el rol protagónico entre los socios de la isla, le interesa que la mayor de las Antillas mantenga a flote su revolución, tanto como a Rusia, Irán, Venezuela, Bolivia y otros países donde gobierna la izquierda. El desarrollo del sector privado en la isla parece encaminado a crear un socialismo al estilo asiático, con un sector privado floreciente y cada vez más fuerte, como en el pasado fue un socialismo sovietizado.
Paradigma
La revolución cubana sigue representando un paradigma para la izquierda y evidentemente para China, Rusia e Irán continúa siendo un aliado fuerte en la región. Pues mientras que en México, Argentina, Uruguay, Perú o Bolivia la izquierda está sujeta a los vaivenes electorales, en la isla está impuesta desde hace sesenta años.
Obviamente para China y otros que quieran sostener al gobierno de la isla, enfocarse en el aspecto económico es vital. Pero no les basta con “subsidiar” una revolución maltrecha, sino que deben lograr que la economía cubana sea rentable. Para ello se necesita invertir. Gracias a las inversiones chinas en la isla se fabrican hoy televisores, teléfonos celulares y otros productos que antes era imposible imaginar.
Está claro que el apoyo ruso a la isla en estos momentos puede verse disminuido debido a la guerra, pero eso no significa que al gobierno de Vladimir Putin no le interese apoyar al gobierno. Por último, la producción de vacunas con China e Irán puede resultar una inversión que pudiera generar grandes dividendos para las economías de estos países, más en estos tiempos de pandemia.
Alejandro SaavedraAlejandro Saavedra (seudónimo) es activista y periodista independiente cubano.
Al día de hoy, luego de la caída de la Unión Soviética y del sostén fundamental de Moscú durante esas largas décadas de Guerra Fría, Rusia continúa siendo uno de los aliados más importantes del gobierno de La Habana. Mucho menos determinante que en aquellas décadas fundacionales del régimen, es cierto, pero de todos modos aliado.
Durante el pasado año y en lo que va de 2022 ambos gobiernos han firmado varios acuerdos bilaterales que confirman las intenciones de fortalecer la cooperación estratégica entre La Habana y de Moscú, incluyendo el que restructura una deuda de 2.300 millones de dólares que el gobierno cubano dejó de pagar en 2020.
Durante los momentos más críticos de la pandemia de Covid19, Rusia fue uno de los países que envió ayuda humanitaria a la isla, consistente en la donación de medicinas, alimentos y concentradores de oxígeno.
Durante el presente año Rusia ha continuado enviando ayuda a la isla. Desde enero hasta abril Rusia había entregado a Cuba 19.779 toneladas en donaciones. De ellas, 19.526 corresponden a una donación de trigo. Del resto, 83 toneladas corresponden a medicamentos y otras 170 a otros víveres que arribaron en varios vuelos.
En el mes de junio el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, viajó a Rusia y sostuvo conversaciones con empresarios y funcionarios con el objetivo de fortalecer las relaciones económicas entre ambos países en los sectores de energía, industria, transporte aéreo y financiero.
Durante esas jornadas participó también del 25 Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Otras esferas en las que mantienen colaboración ambas naciones son la agricultura, la ciencia y la educación.
Acuerdos con Irán
Otro país con el que el régimen se mantiene cercano es Irán. La isla y el país asiático han fortalecido su colaboración en lo que va de 2022 en el sector farmacéutico, luego de que el Grupo Farmacéutico Barkat y la empresa cubana BioCubaFarma firmaran un memorándum de entendimiento en el mes de mayo.
Ese mes se llevó a cabo la 28 Comisión Conjunta de Comercio y Cooperación y ambos gobiernos se comprometieron asimismo a colaborar en las áreas de salud, biotecnología, deportes, agricultura y energía. En total fueron firmados 13 acuerdos de colaboración entre ambos países.
En virtud de esos acuerdos, Irán será el primer país del mundo en producir las vacunas cubanas contra el Covid-19, a pesar de que no están avaladas por la Organización Mundial de la Salud. Para eso se inauguró en Irán una planta para la producción de la Soberana 02. Hasta el momento no se ha anunciado si las vacunas producidas se comercializarán al exterior o si serán utilizadas únicamente en Irán.
Otros sectores en los que pretenden fortalecer vínculos el gobierno de La Habana y de Teherán son la minería y el sector bancario.
Durante los encuentros de alto nivel también se ratificaron las estrechas relaciones de ambos gobiernos en materia de política internacional.
Inversiones chinas
El gigante asiático continúa siendo uno de los principales socios comerciales del régimen cubano y uno de sus principales aliados políticos.
Cuba es uno de los países incluidos en el megaproyecto de la Nueva Ruta de la seda, a la vez que varias empresas chinas tienen inversiones en la isla, como la China Comunications Construction Company o la Shanghai Electric.
Buena parte del transporte automotor que se mueve en la isla es chino, sobre todo el destinado al transporte público. Hasta fines de 2021 circulaban en la isla 10.665 ómnibus fabricados por la empresa Yutong Bus destinados al trasporte turístico y público. Una de las aspiraciones del gobierno cubano es que esta empresa abra una planta ensambladora en la isla, aprovechando los beneficios que ofrece la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
China juega asimismo un papel importante en la modernización de las principales editoriales cubanas, incluidos los principales diarios que circulan en la isla a través de una fuerte inversión en el sector gráfico. Esta inversión beneficiará también al sector educativo cubano, ya que se espera la producción local de libros de texto y libretas, lo que le permitirá a la isla sustituir importaciones, una de las metas económicas más importantes que se ha trazado el gobierno de La Habana.
El gobierno chino ha realizado varias donaciones a la isla para ayudarla a enfrentar la pandemia de Covid-19 y la crisis generada por esta. En diciembre del año pasado arribó a la isla una donación de miles de insumos médicos como ventiladores pulmonares, kits de antígenos, máscaras quirúrgicas, mascarillas, guantes quirúrgicos, guantes de examen y trajes de protección. En marzo arribó otra fuerte partida de toneladas insumos, y ha habido sucesivas donaciones de cientos de miles de dólares.
Pero los aportes chinos no se limitan a la lucha contra la pandemia. En mayo de este año el gobierno chino donó 5.000 sistemas solares fotovoltaicos y 25.000 tubos LED para favorecer a los habitantes de zonas aisladas. Y en junio fue presentada la patente de la vacuna PanCorona, que será producida por ambos países, lo que significa que de ser efectiva podría representar una inversión muy provechosa para las dos partes.
Los encuentros entre funcionarios de alto rango de ambas naciones ratifican la intención de ambos países de continuar fortaleciendo sus alianzas estratégicas a corto, mediano y largo plazo, tal como lo han comunicado los presidentes Miguel Díaz-Canel y Xi Jinping.
Soviéticos y asiáticos
Durante la era soviética Cuba recibía un gran apoyo logístico del campo comunista en distintas áreas, no solo de Moscú sino de otros regímenes. La Habana recibía desde latas de carne, leche condensada, televisores o automóviles, hasta los más modernos armamentos, lo cual le permitía subsidiar la mayoría de los servicios que recibía la población cubana, como la salud y la educación.
Más adelante vino al rescate Venezuela. Entre 2008 y 2011 el gobierno bolivariano entregó a la isla 18.000 millones de dólares entre préstamos, inversiones y donaciones. A través de PetroCaribe el país sudamericano llegó a aportar 93.300 barriles de petróleo diarios -el 3,5% de su producción anual- a la maltrecha economía cubana.
En 2007 ambos países realizaron una enorme inversión en la refinería de Cienfuegos, en el sur de Cuba, para procesar petróleo venezolano como parte de su apoyo para la industrialización de la isla. Cuba recibía además derivados del petróleo venezolano, y se llegó a elaborar un proyecto denominado Petrocasas, viviendas construidas en base a PVC, que permitió la construcción de 52.000 casas prefabricadas en varias localidades cubanas.
Evidentemente China es hoy el principal sostén del gobierno cubano, aunque no se puede menospreciar el apoyo ruso. Si hacemos un análisis comparativo con respecto a la era soviética, la ayuda que recibe Cuba de estos dos países tal vez no alcanza aún los resultados económicos esperados, pero se debe tener en cuenta que la pandemia de Covid-19 afectó no solo a la economía cubana, si no que representó un duro golpe para la economía global. Sería prudente esperar para poder valorar el impacto de las inversiones el apoyo de estos países en la economía de la isla.
Es obvio que a China, que va asumiendo el rol protagónico entre los socios de la isla, le interesa que la mayor de las Antillas mantenga a flote su revolución, tanto como a Rusia, Irán, Venezuela, Bolivia y otros países donde gobierna la izquierda. El desarrollo del sector privado en la isla parece encaminado a crear un socialismo al estilo asiático, con un sector privado floreciente y cada vez más fuerte, como en el pasado fue un socialismo sovietizado.
Paradigma
La revolución cubana sigue representando un paradigma para la izquierda y evidentemente para China, Rusia e Irán continúa siendo un aliado fuerte en la región. Pues mientras que en México, Argentina, Uruguay, Perú o Bolivia la izquierda está sujeta a los vaivenes electorales, en la isla está impuesta desde hace sesenta años.
Obviamente para China y otros que quieran sostener al gobierno de la isla, enfocarse en el aspecto económico es vital. Pero no les basta con “subsidiar” una revolución maltrecha, sino que deben lograr que la economía cubana sea rentable. Para ello se necesita invertir. Gracias a las inversiones chinas en la isla se fabrican hoy televisores, teléfonos celulares y otros productos que antes era imposible imaginar.
Está claro que el apoyo ruso a la isla en estos momentos puede verse disminuido debido a la guerra, pero eso no significa que al gobierno de Vladimir Putin no le interese apoyar al gobierno. Por último, la producción de vacunas con China e Irán puede resultar una inversión que pudiera generar grandes dividendos para las economías de estos países, más en estos tiempos de pandemia.
